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Más de 12 millones de personas en España viven al filo de la pobreza. Para algunas de ellas, estar o sentirse rechazados les conduce al aislamiento y, por tanto, a perder oportunidades para salir de esa exclusión social. Para evitar el estigma, Cáritas está empezando a sustituir las llamadas "colas del hambre" por vales de compra en los supermercados.

Ser pobre no debería ser, según los expertos, una vergüenza para quien lo sufre, sino para los que provocan o permiten esa situación.

Foto: EFE/Vanessa López

El número de personas sin hogar ha aumentado un 25% en los últimos diez años, según el Instituto Nacional de Estadística. Es la cara más dura de la pobreza. Antes de llegar a esa situación, son muchas las familias que necesitan pedir ayuda para llegar a fin de mes, pero tardan en hacerlo porque sienten que eso les estigmatiza.

FOTO: GETTY

Cáritas ha puesto en marcha un proyecto piloto en Córdoba para evitar estigmatizar, dicen, la pobreza. Las personas que necesiten ayuda pueden recoger productos en el supermercado a través de un código QR en el móvil que distribuye la propia ONG.

Hoy en el día internacional de la pobreza asociaciones como EAPN muestran el primer informe realizado tras la covid que vuelve a situar a Andalucía junto con Extremadura como la comunidad autónoma con más habitantes en riesgo de exclusión social. Un 38 por ciento de la población. También apunta este estudio es la región con más paro de la península y la segunda de España con los sueldos más bajos

Cáritas ha visto cómo las solicitudes de ayuda se incrementan, y más de la mitad proceden de personas que están trabajando. También las peticiones a Cruz Roja han crecido: un 32% en los primeros ocho meses del año. A su vez, los bancos de alimentos alertan de la bajada de donaciones. Algo que hace temer a las ONG que el invierno será difícil. Minerva Oso ha hablado con Triana, Oneida y Cristina, que reciben comida y productos básicos de la Fundación Madrina.

Un total de 13,1 millones de personas, es decir, el 27,8 % de la población española, se encontraban en riesgo de pobreza y/o exclusión social en 2021, una cifra que supone un aumento de un punto porcentual y la continuación de la tendencia ascendente impulsada el año pasado por los efectos de pandemia, según un informe presentado en el Congreso por La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES). Foto: Colas del hambre en Madrid. EFE/VANESSA LÓPEZ

Hoy se conocerán los datos oficiales de la inflación, pero la realidad es que ya se puede apreciar su subida. Carlos Susías,  presidente de Red Europea Lucha contra la Pobreza (EAPN-ES),  ha reconocido en Las Mañanas de RNE esta subida que, sin embargo, “es inferior a lo que pensábamos”, indica, pero que se ha visto especialmente reflejada en el incremento de personas en riesgo de pobreza extrema y exclusión social. “El escudo social ha tenido un impacto positivo y ha evitado que cerca de un millón y medio de personas entren en esa situación”, señala, pero aclara que eso no evita que tengamos que “tomar medidas contra la pobreza y contra las consecuencias de la pobreza”. Destaca también las grandes diferencias entre comunidades autónomas, así como la importancia de intervenir de manera estatal y autonómica para evitar que la situación empeore.

Cuando hablamos de pobreza en España, nos olvidamos que tras las cifras existen historias reales, con nombre y apellido. Vanesa tiene 43 años, dos hijas a su cargo y es una de las 300.000 personas en situación de pobreza extrema en España. Sin ingresos en casa, su familia sobrevive gracias a la pensión de 600€ de su madre y a la Red de Apoyo Mutuo de Aluche: "Aquí me aseguran que cada semana voy a poder llenar mi nevera, nos proporcionan una bolsa de fruta y verdura, arroz, lentejas... pero las donaciones cada vez son más pequeñas". Vanesa comenzó como voluntaria y ahora se ha convertido en receptora de esta ayuda. "Estamos viendo como cada vez es más difícil que la Red siga adelante, puede que en unos meses tenga que cerrar y 350 familias se quedarán colgadas", nos cuenta.

La Red de Apoyo Mutuo de Aluche surgió en la pandemia, con el objetivo de ayudar a las familias hasta que las administraciones se organizaran, algo que aún "no ha pasado". "Es un fracaso absoluto, somos los vecinos los que estamos salvando al barrio, no nos ayudan", explica. Vanesa lleva 7 años sin encender la calefacción, por lo que asegura que este invierno para ella será "uno más". Sigue esperando el Ingreso Mínimo Vital, que solicitó hace un año, mientras sale adelante gracias a la ayuda de laRed: "Los bonos sociales sirven para parchear una situación insostenible, no queremos caridad, queremos que la gente pueda subsistir por sí misma".

La subida de los precios ha hecho que muchos tengan que cambiar de hábitos a la hora de comer en casa. Más de la mitad de las comidas son de plato único, se compra menos cantidad y se buscan medios para abaratar la cesta de la compra

En España, hay 2,7 millones de personas voluntarias, que dedican su tiempo a ayudar a otros. Los voluntarios tienen perfiles muy diferentes y prestan ayuda en situaciones tan diversas como el acompañamiento a domicilio u hospitalario, que hacen Alba y María en la ONG Nadie Solo, Amparo en Mensajeros de la Paz, o Guillermo en el Banco de Alimentos. "Lo que queremos nosotros es cariño, hablar de cuando eras joven, de las fotografías, de todo un poco", cuenta Amparo, que recibe a Alba en su domicilio todos los sábados. "Lo de sentirse solo cuando estás enfermo te llega muy dentro y te cala muy duro la tristeza, entonces yo no quiero que nadie se sienta de esta manera", explica María. Guillermo es un militar retirado que decidió poner su grano de arena como voluntario en el Banco de Alimentos, tras la experiencia que había tenido en misiones. Amparo compagina su trabajo con el voluntariado social, dando desayunos y comidas. En total, el 6,4% de la población española son voluntarios, pero siguen haciendo falta muchas manos.

Foto: Voluntarios y ciudadanos ucranianos trabajan en la iglesia del Perpetuo Socorro, en Barcelona, en la recogida de medicinas, alimentos, ropa de abrigo, mantas, y material de higiene para la población ucraniana. EFE/Marta Pérez.

Hace dos años que empezaron los cortes luz a los vecinos de la Cañada Real Galiana, en Madrid. Varias asociaciones se han reunido para exigir que les devuelvan el suministro eléctrico. En los últimos tres años han sido realojadas 150 familias. Todos en la Cañada piden una solución y que las Administraciones Públicas no se olviden de ellos.

Foto: Sector VI de la Cañada Real, en Madrid (Ricardo Rubio/Europa Press)