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Las personas vulnerables tienen una tasa de paro siete veces superior a la de la población activa. Son ellos quiénes encuentran más dificultades a la hora entrar en el mercado laboral. Mujer, mayor de 45 años, con hijos y con estudios básicos es el perfil que más difícil lo tiene en este sentido. Solo el año pasado, Cáritas ayudó en España a casi 70.000 personas en riesgo de exclusión social que buscaban empleo, de las cuales 13.000 lo lograron, según el  informe de Economía Solidaria que la organización ha presentado esta semana.

Las personas en riesgo de exclusión tienen una tasa de paro siete veces superior al resto de la población activa. Además, en muchos casos, hay una “transmisión generacional de la pobreza”, ya que “las oportunidades no son las mismas para las personas en función del lugar, la familia y el país en el que nacen”, como explica a RTVE Ana Heras Morales, coordinadora de economía solidaria de Cáritas Española. Esto afecta a su acceso a la formación y las oportunidades laborales.

¿Qué se puede hacer para evitar esta tendencia? Tiene que haber factores para detenerlo, como apoyo a su formación y competencias, así como generar empleo protegido con empresas de inserción. “Creemos que no podemos hacerlo solo nosotros, y por eso hablamos de economía solidaria, porque necesitamos que el modelo económico entero cambie”, señala la coordinadora de Cáritas.

Esto pasa por generar oportunidades dentro del tejido empresarial que contribuyan a tener un empleo digno para acceder a una vivienda y que las administraciones públicas tomen medidas para garantizar los derechos más básicos de las personas. “También hay que actuar desde la infancia, no solo cuando las personas están ya en edad laboral, tiene que haber una ayuda educativa y de apoyo a estas familias que tienen mayores dificultades y que necesitan que sus hijos tengan las mismas oportunidades que el resto”, argumenta la experta.

Como indican desde Cáritas, muchas de estas personas tienen un nivel de cualificación bajo y ha tenido trayectorias vitales que les han provocado no poder desarrollar el mismo nivel de competencias. “Muchas de las cosas que abordamos van desde la salud mental y emocional, poder empoderar a estas personas y que vuelvan a sentirse capaces porque muchas veces han tirado la toalla”, explica la coordinadora de economía solidaria de Cáritas Española.

La mitad de la población en España ha tenido que recortar sus gastos en alimentación y energía en el último año, y más del 40% ha renunciado a algún gasto en salud por no poder permitírselo, como acudir al dentista, al fisioterapeuta o al psicólogo. Son datos de la Encuesta de desigualdades múltiples en España, que publica Oxfam Intermón, basada en más de 4.000 entrevistas.

La ONG revela que más del 50% de la población está insatisfecha por su situación económica y el 42% no está contenta con su vida laboral, con cifras mucho peores entre las mujeres (con más de 10 puntos de diferencia respecto a los hombres).

El portavoz de Oxfam Intermón, Ernesto García, denuncia que las desigualdades económicas tienen consecuencias concretas en la vida de la gente. Entrevistado en TVE, indica que se vulnera el principio de igualdad de oportunidades, además "no puedes mantener la casa caliente, tienes que abandonar los estudios, no puedes pagar un audífono o unas gafas". El informe destaca que la insatisfacción laboral y la situación socioeconómica es peor para las mujeres. Los encuestados piden más calidad en el empleo, que se garantice la vivienda asequible y se refuercen los sistemas públicos de educación y sanidad. La ONG añade una reforma fiscal, la mejora del sistema de cuidados, de la atencion a los inmigrantes y de las políticas activas de empleo, concluye que "no es un problema de propuestas, es de voluntad política".

Gonzalo Fanjul, director de investigación y activista contra la pobreza e impulsor de la Fundación Por Causa, ha defendido en Las Mañanas de RNE que el pacto migratorio que se está preparando en el Parlamento Europeo no está bien orientado. “Es un pacto obsesionado con la impermeabilización de las fronteras exteriores de la UE que aporta una mala solución al reparto de responsabilidad de la protección internacional de los refugiados o solicitantes de asilo”, argumenta. Añade que es un pacto hecho “con mirada electoral de corto plazo y muy marcado por la ultraderecha”

Fanjul comenta que lo que quiere la ultraderecha es que se vea a la migración como “una amenaza existencial para nuestras sociedades”, lo cual considera un “problema grave”, y este pacto responde, según él, a las peticiones de los grupos parlamentarios “más duros” contra la inmigración. 

Sobre la petición de 600.000 ciudadanos al Congreso para que debata una regularización de casi medio millón de migrantes, el investigador lo ha calificado como “una sorpresa” y expresa que ayer fue un día “muy emocionante”. “Es muy poco común que llegue al Congreso una iniciativa apoyada desde la Conferencia Episcopal […] Creo que esta es una iniciativa que representa muy bien el desafío del que estamos hablando […] Hay que regularizar para evitar la pobreza infantil, para que una mujer violada pueda ir a denunciar a una comisaría”, sentencia Fanjul.

En cuanto a las dificultades que puede tener el acuerdo de regularización en su tramitación, el activista es consciente de que “ahora llega el trabajo de los grupos parlamentarios y hay que discutir en la fase de enmiendas y hay que ver cuáles deben ser las condiciones de la regularización”, aunque no cabe duda de que “es una magnífica oportunidad para abrir una conversación sobre el modelo migratorio que necesitamos”.

En España, una de cada diez personas sufre pobreza material severa, es decir, vive sin lavadora, televisión o teléfono, porque no los puede comprar. La Economía en 24 horas ha visitado el único banco de productos del país, que distribuye desde electrodomésticos a toallitas de bebé entre quienes más lo necesitan. Como un banco de alimentos, almacenan palets llenos de cosas que las empresas ya no pueden vender, que luego reparten las ONG.

Una de cada diez personas en España viven en pobreza material severa, sin televisores, teléfonos o lavadora. El Telediario ha visitado el único banco de productos que hay en España, que distribuye desde electrodomésticos a toallitas de bebé o bombillas entre quienes más lo necesitan.

Foto: Getty