Jesús María Alemany es sacerdote jesuita y presidente de honor del Seminario de Investigación para la Paz. Estudió con el papa Francisco en Alcalá de Henares en los años 70 y le describe como una persona sencilla, con un afán de trabajo y de lectura muy fuerte: "Tenía una cierta predilección por las periferias, por los abandonados, por los que en la sociedad están sufriendo más". Alemany asegura que ha sido "un papa providencial en acercar a la Iglesia a un evangelio más humano, más sencillo y más abierto a los problemas del mundo".
El papa Francisco siempre defendió el acercamiento entre diferentes facciones del cristianismo. Tan es así que se reunió con el patriarca Kirill, líder de la Iglesia Ortodoxa y "se saludaron como hermanos". Sin embargo, la guerra de Ucrania enfrió las relaciones entre ambas Iglesias.
Kirill, partidario de Putin, trató de justificar la guerra de Ucrania, a lo que Francisco respondió "No hay Guerras Santas ni justas, no sea el monaguillo de Putin". Estas declaraciones causaron descontento entre los ortodoxos y Rusia, pero Francisco siempre trató de tender puentes.
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha atendido a RTVE en el palacio de la Moncloa tras anunciar tres días de luto oficial. Responsable del Gobierno de España en las relaciones con la Santa Sede, ha acudido al Vaticano hasta en cinco ocasiones: "El papa Francisco era lo que se veía, una persona buena, un ser humano muy comprometido con los débiles, con las personas que no tiene nada".
Sobre el funeral del santo padre, para el que todavía no hay fecha confirmada, Bolaños ha garantizado que "la delegación española será la mas alta representación que España pueda enviar a un funeral de un papa tan querido por los españoles".
Tras una hospitalización de 38 días, el papa francisco retomó algunas de sus actividades y recibió visitas, como la de los reyes de Inglaterra. Entre sus actividades destaca la aparición en La Basílica de San Pedro durante el Jubileo de los Enfermos. También se dirigió a los fieles el Domingo de Ramos y visitó la cárcel romana el Jueves Santo, como es tradición.
Además, congregó a los sanitarios que lo atendieron durante su estancia en el hospital por la neumonía bilateral que padeció y les dedicó unas palabras de cariño.
Este Domingo de Resurrección recibió a Vance, Vicepresidente de EE UU y en su última aparición pública deseo felices fiestas a sus fieles.
Uno de los nombres que suenan como posibles sucesores del papa Francisco es el de Cristóbal López Romero, cardenal arzobispo de Rabat, de 73 años, quien ha intervenido en directo en el especial informativo con motivo de la muerte del pontífice. López Romero recuerda cuando el pontífice le visitó en Rabat: "Vino a Marruecos y pasó 27 horas con nosotros, que no es mucha cosa, pero fue un encuentro entrañable, muy profundo, y que ha marcado la línea de esta Iglesia de Marruecos para los próximos decenios", afirma. Sobre la posibilidad de su nombramiento al frente de la Iglesia Católica, el cardenal dice que no se imagina con la responsabilidad de ser papa: "Verdaderamente ya es algo muy grande para mí el ser arzobispo de Rabat, una diócesis que es más grande que Italia y me sobrepasa mucho", admite.
El funeral del papa Francisco es el de la cabeza de la Iglesia católica y también el de un jefe de estado, el del Vaticano. La dimensión diplomática de la ceremonia no tiene nada que ver con la de Benedicto XVI. En aquel momento el Vaticano solo invitó a los presidentes de Italia y Alemania. En el caso de Francisco, se repetirá la ceremonia oficiada durante las exequias de Juan Pablo II, a la que asistieron 70 jefes de estado, presidentes o primeros ministros, y 10 monarcas. En aquella ocasión, contemplaron la procesión con el cuerpo amortajado de Karol Józef Wojtyła desde el Palacio Apostólico hasta la Basílica de San Pedro.
María Luisa Berzosa, consultora de la secretaría general del sínodo de obispos, agradece el legado que deja el papa Francisco para la Iglesia, especialmente en cuanto a la presencia de las mujeres. "Un punto que me parece importante destacar es que en el aula sinodal se abrió el aula no solo para obispos, sino para todo tipo de personas", asegura. Berzosa considera que el pontífice ha dejado puertas abiertas que ya no se van a cerrar y considera que, como mujeres, "necesitamos seguir empujando, nos toca seguir manteniéndolas abiertas".
El Gobierno ha decidido declarar tres días de luto oficial, desde este lunes y hasta el miércoles, por la muerte del papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años de edad. Así lo ha anunciado en una declaración institucional desde la Moncloa el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que ha sostenido que el pontificado de Francisco "ha supuesto un impulso renovador y reformista" para la Iglesia Católica que "dejará un legado para la historia".
En un mensaje en el que las banderas de España y la Unión Europea han aparecido con crespones negros en recuerdo del Papa, Bolaños ha asegurado que Francisco se ha caracterizado "por su lucha contra la desigualdad, las injusticias" y por "su combate" contra el cambio climático y su preocupación "por todos los que están en las periferias".
Juan Antonio Guerrero, sacerdote jesuita español y hombre de confianza de Bergoglio, ha entrado en directo en RNE para hablar de la figura del papa Francisco: "Se saltaba muchas normas. No siempre escuchaba los consejos prudentes, clericales, que le hacían. Creo que estaba muy orientado por el Evangelio", explica. El sacerdote opina que ha abierto mucho la Iglesia: "Ha hecho una Iglesia en la que quepamos todos, quería que no hubiera exclusiones...Creo que ha sido un papa muy en la línea de Jesús", expresa. "Era un hombre de espíritu, porque era un creyente, tenía corazón, y luego también tenía un gran sentido práctico", añade Guerrero.
Con el fallecimiento del papa Francisco, la Iglesia Católica inicia un período denominado "sede vacante", que se extiende hasta la elección de un nuevo pontífice. Durante esta etapa, la administración temporal del Vaticano queda en manos del cardenal camarlengo, cargo que actualmente ocupa el estadounidense de origen irlandés Kevin Joseph Farrell. Este fue designado por el papa Francisco el 14 de febrero de 2019, en reemplazo del cardenal Jean-Louis Tauran, quien falleció el 5 de julio de 2018.
El papa Francisco nació y creció en una familia humilde de Buenos Aires. Era un gran aficionado del fútbol y trabajó de profesor y portero de discoteca, entre otras profesiones. A los 20 años, sufrió el primer susto de salud, cuando le extirparon parte de un pulmón. Un año después, fue ordenado sacerdote y comenzó una larga carrera dentro de los jesuitas. En 1998, llegó a arzobispo de Buenos Aíres. En 2001, Juan Pablo II le nombró cardenal y en 2013 comenzó su papado.
Nunca olvidó sus orígenes humildes y defendió una Iglesia pobre y para los pobres, por eso residió en la Casa Santa Marta y cambió el trono papal de oro por un sillón blanco. Miró especialmente por los migrantes. Uno de sus momentos más recordados es su viaje a Lampedusa, tras la muerte de cientos de personas que trataban de alcanzar la costa. Su trayectoria ha estado marcada por un discurso más aperturista, aunque tuvo que pedir perdón en alguna ocasión. Visitó más de 60 países y gozó de una gran influencia política.
Tras la noticia del fallecimiento del papa Francisco este lunes por la mañana, las campanas de la Catedral de Sevilla han sonado en señal de duelo. El Cabildo, el Consejo de Hermandades y el alcalde de la ciudad han expresado sus condolencias a toda la comunidad cristiana. En concreto, a las 9.00 horas, en la Plaza del Triunfo, se escuchó un toque de gloria que marcaba el inicio de la Pascua cristiana. Sin embargo, más tarde, a las 10.11, resonó el toque de difuntos, anunciando a toda Sevilla la muerte del pontífice.
El mundo se despide este Lunes de Pascua del papa Francisco, que ha muerto a sus 88 años a primera hora de la mañana en el Vaticano. Francisco, primer jesuita y primer pontífice latinoamericano en llegar a la Santa Sede, deja un legado de transformación de la Iglesia católica.
Francisco quería que su funeral fuera como "el de un pastor y no el de un hombre con poder", por eso simplificó el rito. Ya no habrá tres ataúdes, sino uno de madera y zinc. Tampoco se velará el cuerpo en privado y se instalará una capilla ardiente en la Basílica de San Pedro. El féretro no estará elevado, permanecerá abierto hasta la víspera de la misa y no contará con el báculo papal a su lado. Además, los textos de la misma serán los mismos que en el funeral de cualquier obispo. El papa ha seguido los pasos de Juan Pablo II, el primero en simplificar estos rituales. Su anillo del pescador, con el que sellaba los documentos oficiales, se conservará en los museos vaticanos.