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EE.UU. va a ampliar el polémico muro fronterizo con México que impulsó el anterior presidente, Donald Trump, en plena crisis migratoria. México se opone y el presidente de Estados Undos, Joe Biden también, pero lo justifica porque el Congreso lo aprobó antes de que llegara a la presidencia. "No tenía elección", aseguraba Biden la pasada noche y mantiene que el muro no sirve para nada. El alcalde de Nueva York se ha desplazado a Centroamérica para advertir que están al máximo de capacidad. Esta es la única gran ciudad de Estados Unidos obligada legalmente a dar refugio. Foto: Migrantes de Honduras tratan de pasar a una niña por un punto de entrada del alambre después de cruzar el río Grande hacia los Estados Unidos desde México, en Eagle Pass, Texas. REUTERS/Adrees Latif.

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha señalado este jueves que no cree que el muro levantado por Donald Trump en la frontera con México sea efectivo, pero ha afirmado que no puede evitar que se refuerce. En una reunión en la Casa Blanca con sus asesores de Seguridad Nacional, Biden ha apuntado que el dinero asignado para el muro fronterizo no puede redirigirse a otras labores.

De esta manera, se reforzará unos 32 kilómetros del muro en la zona del Valle de Río Grande, donde los intentos de entrar ilegalmente al país aumentaron un 36% en agosto de este año. En esta zona, desde el mes de octubre de 2022, las autoridades estadounidenses han detenido a más de 245.000 personas intentando cruzar la frontera con México en esta zona.

La administración Biden asegura que sus políticas migratorias no han cambiado, pero el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha defendido que “la escala de este desafío exige que redoblemos nuestros esfuerzos, que hagamos más para mejorar y modernizar la seguridad fronteriza”. Por su parte, el gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador ha pedido que se aborde del problema de la migración ilegal desde una perspectiva social y hacerlo desde las causas estructurales que la generan, como la desigualdad, la pobreza y la violencia.

Nueva York siempre ha sido una ciudad de migrantes, uno de cada tres habitantes lo es, pero últimamente el número de personas venidas desde Venezuela, Ecuador, Colombia, Rusia o desde los países africanos se ha multiplicado. En sólo un año han llegado más de cien mil, con una novedad sobre sus predecesores: ahora muchos vienen sin familia ni amigos, sin nadie que les reciba ni ayude en un primer momento. Algunos han llegado en autobús, enviados desde el estado de Texas, pero la mayoría lo ha hecho voluntariamente, atraídos por las altas tasas de empleo. Además Nueva York está obligada por ley a dar cobijo a cualquier persona que no tenga un lugar donde pasar la noche. El primer destino de estos migrantes es el Roosevelt, un antiguo hotel próximo a la Quinta Avenida, reconvertido ahora en centro de recepción de migrantes. Es un reportaje de la corresponsal en Estados Unidos María Carou.

Cada vez más ciudades intentan poner límite a los pisos turísticos, a los que culpan de disparar los precios de la vivienda o de expulsar a los residentes. Florencia se acaba de sumar a una lista en la que están Barcelona, Berlín o Nueva York. Además, se cumple un mes desde que la ciudad más turística de Estados Unidos limitó estos alquileres. El precio del alquiler en Manhattan nunca ha sido tan alto: 4.400 dóalres al mes.

Foto: GETTY