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Una empresa alemana ha querido aprovechar el espectacular robo en el Louvre para hacer caja. Los ladrones usaron una de sus escaleras para salir de forma silenciosa y la compañía lo ha convertido en una campaña de marketing al destacar, en tono de humor, lo silenciosas y efectivas que son.

"El humor siempre es mucho más memorable en publicidad, y en el caso de la viralidad, es más fácil que reproduzcas un contenido que te haya hecho gracia o que te ha parecido ingenioso o simpático", explica a TVE la profesora en la EAE Business School. Además, los impactos publicitarios que se generan son poco intrusivos, ya que no pretenden vender, sino fijar la imagen de marca.

También lo usó el exfutbolista y empresario Gerard Piqué cuando se dejó ver con el coche al que hacía alusión su expareja Shakira. Lo mismo ocurrió con una aerolínea cuando Brad Pitt y Angelina Jolie se separaron, que lanzó ofertas de vuelos a Los Ángeles, lugar de residencia de la pareja. Y lo hizo bajo el reclamo: "Brad está soltero".

Amistad y arte, a partes iguales. La amistad de Picasso con su barbero, Eugenio Arias, se fraguó durante su exilio en Francia. Dos vidas que recorrieron caminos similares a causa de la guerra civil. De vuelta en España y ya en su localidad natal, la madrileña Buitrago de Lozoya, Arias decide donar todo lo que Picasso le había regalado durante sus años de amistad, tiempo en el que nunca intercambiaron una moneda. De la mano del cuento ‘El Barbero de Picasso’ nos acercamos a un museo en el que hay tanto arte como amistad, con unos ayudantes muy especiales.

Dos hombres han sido detenidos como sospechosos del robo de joyas perpetrado en el Louvre el 19 de octubre, según ha anunciado la Fiscalía de Francia, confirmando la información avanzada previamente por los medios del país. Para su arresto, el ADN fue determinante, ya que en la escena del crimen se había encontrado un rastro. Durante el robo, se sustrajeron nueve piezas de la colección de joyas de Napoleón y de la de los reyes franceses. Foto: AP Photo/Thomas Padilla

Restaurar, un arte invisible. Cuando contemplamos un cuadro muchos nos preguntamos cómo llegan a nuestros días en perfectas condiciones. Sería prodigioso que siglos más tarde las obras permanezcan impolutas, tal como sus creadores las hicieron, pero detrás de ese misterio están los restauradores. Nos hemos acercado al Departamento de Restauración del Museo Thyssen para conocer mejor y poner en valor el trabajo de estas personas, de cuya minuciosidad y respeto depende el resultado.

Los ladrones sustrajeron del Museo del Louvre ocho piezas de la dinastía napoleónica del siglo XIX, de un valor histórico "incalculable" e irrepetible, según las autoridades francesas.

Son la diadema de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; un collar del conjunto de zafiro de las mismas reinas; un pendiente de ese mismo conjunto; un collar de esmeraldas de la reina María Luisa; un par de pendientes de esmeralda de María Luisa; un broche; una diadema y un broche de la emperatriz Eugenia de Montijo, la esposa española del emperador Napoleón III.

También estaba la corona de la misma emperatriz —valorada en decenas de millones de euros—, pero se les cayó. Se cree que este conjunto de joyas ya podría tener compradores.

Museo y accesibilidad. Un museo accesible no sólo se limita a eliminar barreras físicas ni adaptar su infraestructura para la inclusión social y cultural de sus visitantes con discapacidad. El Museo Lázaro Galdiano, en colaboración con la Fundación ONCE, ha renovado por completo su forma de comunicar, educar e interpretar sus contenidos artísticos. El nuevo Plan de Accesibilidad cuenta con dispositivos MoviLens, una señalización comprensible, pictogramas y múltiples recursos interactivos y multisensoriales.

Museo Helga de Alvear. Desde 2021, Cáceres cuenta con un nuevo museo con el que completa su oferta cultural. Se trata del Museo Helga de Alvear, un icónico espacio que acoge la colección personal de la marchante de arte homónima, que encontró en la ciudad extremeña un lugar donde legar más de cinco décadas dedicadas al arte contemporáneo. El museo es relevante por su extraordinario archivo de arte actual. Viajamos a su interior en el año en el que Helga de Alvear ha fallecido.

Se hace raro ver el museo más visitado del mundo sin un alma, cerrado a cal y canto. Los investigadores recopilan pruebas y revisan las cámaras tras un robo que todos califican como sacado de una película. El guion empezaría así: París, Museo del Louvre, exterior, día, 9:30 de la mañana.

Poco después de abrir sus puertas, según la investigación, los ladrones han llegado al lateral junto al río Sena. Una zona en obras, donde han utilizado un montacargas para subir hasta la primera planta. Han roto la ventana y han accedida a la Galería de Apolo, repleta de joyas de la era napoleónica.

Se han llevado nueve piezas de un gran valor patrimonial. Una de ellas, la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo se les ha caído en su fuga. Y todo en tan solo unos pocos minutos. Tras activarse las alarmas han desalojado el museo y los alrededores se han llenado de policías que sigues buscando a los delincuentes. Hablan de una banda organizada.

El Ministro del Interior reconoce que el sistema de seguridad es vulnerable. De hecho, el pasado junio hubo largas colas por la huelga de los trabajadores del museo ante la falta de personal. Antes, a principios de año, Macron había prometido una renovación integral para este templo del arte al que cada día entran casi 30.000 personas.

Foto: Thibault Camus/AP Photo

Museo del Louvre, París, 9.30 de la mañana. La parte junto al río Sena está en obras y hay un montacargas. Los ladrones, al parecer equipados con pequeñas motosierras, llegan en motocicleta, suben por la escalera hasta la primera planta, rompen la ventana y acceden al interior de la galería de Apolo.

Se llevan joyas de un valor incalculable: diademas, broches de la era napoleónica. Habrían sustraído una decena de piezas. La ministra de Cultura habla de robo en tiempo récord: unos cuatro minutos.

Foto: EFE/EPA/Mohammed Badra