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El presidente de EE.UU. saca pecho por el acuerdo de Israel y Hamás. En la reunión con su gabinete, Trump ha dicho que quiere ir a firmarlo en persona a Egipto y ha asegurado que los rehenes estarán libres el lunes o el martes.

"Anoche logramos un avance trascendental en Oriente Próximo, algo que la gente decía que nunca se lograría. Hemos puesto fin a la guerra en Gaza y, en realidad, a un nivel mucho más amplio, hemos logrado la paz. Creo que será una paz duradera, ojalá una paz para siempre", ha dicho Trump.

En Palestina, tanto en Gaza como en Cisjordania, hay una enorme sensación de alivio por el primer paso hacia la paz que representa la aceptación del acuerdo por parte de Hamás e Israel. Sin embargo, la Autoridad Palestina, aunque ha dado la bienvenida a la tregua que está en camino, ha querido reafirmar el deseo de unidad de sus territorios y su existencia como Estado.

Foto: Belal Abu Amer/APA Images via ZU / DPA

Que los presidentes estadounidenses vivan pegados a cámaras de televisión permite que algunos acontecimientos mundiales se anticipen por escena: el secretario de Estado, Marco Rubio, se acercaba a Trump y le susurraba al oído que el acuerdo en entre Israel y Hamás estaba muy cerca. La pericia de los fotógrafos presentes en la sala permitió también leer la nota que le pasaba Rubio, donde le metía prisa para que lo publicara en su red social y así ser el primero en anunciarlo.

El acuerdo se conoció el miércoles por la tarde, pero estamos pendientes de que el Gobierno israelí lo apruebe y empiece la retirada efectiva de tropas de Gaza. En Tel Aviv, miles de personas continúan celebrándolo y esperando el regreso de los rehenes.

Foto: AP Photo/Evan Vucci

El alto el fuego en la Franja de Gaza, acordado entre Israel y Hamás este jueves tras días de conversaciones en Egipto, entrará definitivamente en vigor una vez el Gobierno de Israel lo apruebe. Este detalla cómo las tropas israelíes tienen que ir retirándose paulatinamente de la Franja de Gaza.

En estos momentos se debate en el seno del Gobierno de Israel, liderado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu. Una vez se apruebe, el ejército israelí tendría 24 horas un día para replegarse. Con este primer retroceso, el país pasará de controlar el 80% de la Franja a solo el 53%.

Más adelante habría un segundo repliegue cuando haya sobre el terreno fuerzas de paz internacionales. En una tercera fase las fuerzas israelíes se establecerían en un perímetro de seguridad.

Los críticos del plan creen que en este caso Israel no se irá totalmente de la Franja y de hecho podría mantener el bloqueo de la misma.

Con el alto al fuego acordado entre Israel y Hamás, hoy la Franja de Gaza sonaba diferente, las sirenas de las ambulancias han sido un llamamiento a la esperanza y no a la muerte: "Sinceramente, los sentimientos son indescriptibles. No nos lo podemos creer, pero gracias a Dios estamos vivos. Esperemos que la guerra no vuelva", ha expresado un trabajador de los servicios sanitarios.

La misma euforia ha inundado espacios como la plaza de los rehenes de Tel Aviv, donde la gente agradecía al presidente estadounidense, Donald Trump, y no al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la vuelta de los secuestrados. El lunes o el martes está previsto que vuelvan los 48 rehenes. Se estima que unos 20 están todavía vivos. A cambio, Israel liberará alrededor de 2000 presos palestinos, entre los que no estará el líder palestino Marwan Barghouti a pesar de que era una de las exigencias de Hamás.

Estas medidas son el inicio del plan de paz, la parte fácil de los 20 puntos de Trump. El miedo de los palestinos es que en cuanto los rehenes sean liberados, Israel reanude la ofensiva. Incluso si no fuese así, lo difícil vendrá cuando se sienten a negociar el desarme de Hamás, la retirada total del ejército israelí o la gobernanza y la reconstrucción de Gaza. La paz está lejos.

Imagen: AP Photo/Abdel Kareem Hana

Israel y Hamás han firmado el alto el fuego en Gaza como primera fase del plan de paz propuesto por Trump. Este entrará definitivamente en vigor una vez el Gobierno de Netanyahu lo apruebe. El exministro de Asuntos Exteriores de Israel, Shlomo Ben Ami, lo ha celebrado en el informativo 24 horas de RNE asegurando que es el fin de un calvario y ha reconocido que "el hecho de que Trump, a su manera, haya conseguido ponerle fin es un gran logro. Las partes tienen interés en abrir un nuevo capítulo." Ben Ami ha aclarado que ahora mismo "no se están tocando las cuestiones más profundas o complicadas de lo que es un acuerdo en general" y que incluso solo se está hablando de Gaza o el intercambio de rehenes, pero que considera que ahora lo importante es estabilizar la situación de la Franja para que puedan venir etapas posteriores: "El tema del Estado palestino no viene al caso en estos momentos."

Trump ha reiterado en numerosas ocasiones que uno de sus objetivos es ganar el Premio Nobel de la Paz. El director del Instituto de la Paz y de los Conflictos de la Universidad de Granda, José Ángel Ruiz, explica que Alfred Nobel lo dejó "muy claro en su testamento". El director explica en el Canal 24 Horas que había tres criterios: "Contribuir a la concordia entre naciones, la reducción o eliminación de ejércitos y terminar con conflictos armados".

El ganador del premio es elegido por un comité formado por "cinco miembros del Parlamento noruego, normalmente ya jubilados, ayudados de unos asesores", explica Ruiz y sentencia "que técnicamente Donald Trump podría ganarlo".

Respecto a las posibilidades del mandatario estadounidense de llevárselo, el director afirma que "cumple uno de los tres" requisitos, pero "su candidatura es débil". Argumenta que, en las negociaciones para la paz en Gaza, "es un claro aliado de una de las partes" y no un mero "facilitador".

Por otra parte, el apoyo del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no sirve para la candidatura de Trump al ser una figura internacional "acusada de crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio por el Tribunal Penal Internacional".

Sin embargo, ya han existido galardonados del premio polémicos. Este fue el caso de Henry Kissinger en 1973, a pesar de que "ordenara bombardeos sobre Camboya y apoyar un golpe de Estado en Chile". Consiguió el Nobel por su papel en "el alto el fuego en Vietnam".

Imagen: EFE / EPA / SAMUEL CORUM / POOL