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El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha presentado este miércoles la propuesta de que los Veintiocho distribuyan obligatoriamente a 120.000 demandantes de asilo llegados a Hungría, Grecia e Italia. Esta cifra se sumará a los 40.000 de la propuesta de mayo, con lo que la UE acogera a 160.000 personas en dos años, aunque Juncker no ha precisado el porcentaje que deberá acoger cada estado.

"Tenemos los medios de acoger a los que huyen de la guerra, el terror y la opresión. Hoy muchos dicen que Europa no puede dar cabida a todos. Es cierto, Europa no puede albergar toda la desdicha del mundo pero situemos las cosas en perspectiva - ha justificado Juncker - Esta cifra de refugiados [120.000] es enorme y sin precedentes pero supone el 0,11% de la población total de la UE. En Líbano, para comparar, los refugiados son el 25% de la población, en un país que sólo tiene un quinto de la riqueza de que disfrutamos en la UE".

"Seamos claros: mientras siga habiendo guerra en Siria y terror en Irak esto no va a acabar", ha advertido el luxemburgués. "Podemos construir fronteras, vallas, pero imaginemos por un segundo si fueran ustedes, con su hijo en los brazos, el que ve como el mundo se hunde a su alrededor. No hay precio que no vaya a pagar, muro que no vaya a subir ni mar que no atraviese ni frontera que no cruce".

La Comisión Europea (CE) propondrá este miércoles distribuir 120.000 demandantes de asilo llegados a Hungría, Grecia e Italia entre los 28 Estados miembros y pedirá a España que, de ese total, acepte a 14.931 refugiados, un 12,4%, más del triple de lo que le solicitó en mayo.

La cifra reclamada a España es la tercera más alta de la UE, detrás de Alemania (31.443 refugiados, un 26,2% del total) y Francia (24.031, un 20%) y es el resultado de un cálculo basado en cuatro criterios de distribución: la población, el PIB, el nivel de desempleo y el esfuerzo previo de acogida de cada país.

El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, presentará ésta y otras propuestas en el tradicional discurso sobre el "estado de la Unión" en el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo.

Más allá de la frontera austríaca, en territorio húngaro, ni las vallas ni la Policía pueden continuar a los miles de refugiados que siguen llegando y esperan alcanzar Alemania. Para el primer ministro Víktor Orban, el problema es que Europa no puede controlar sus fronteras. La gestión de la crisis ya ha provocado la dimisión de su ministro de Defensa. Mientras, en Macedonia y Grecia, los que llegan protestan porque quieren iniciar su tránsito hacia una vida mejor. 

Sesenta inmigrantes intentan fugarse del Centro de Internamiento de Zapadores, en Valencia. Según fuentes policiales, los internos han protagonizado un motín esta noche, rociando el contenido de los extintores dentro del recinto. Los agentes han evacuado a los internos al patio y ahí ha empezado el motín. Entre diez y quince se han subido al tejado y han iniciado un motín que ha durado al menos dos horas.

Alemania va a dedicar en total 6.000 millones de euros para la atención a los refugiados. El anuncio llega tras una semana en la que han entrado en Alemania 18.000 refugiados. Los socios de Merkel en Baviera han criticado a la canciller por enviar un mensaje equivocado.

El primer ministro bávaro, Horst Seehofer, ha subrayado que "a largo plazo no podemos recibir en Alemania a todos los refugiados, que deberían repartirse entre los 28 países miembros de la UE".

El drama que viven los inmigrantes en las carreteras europeas o en el mar mediterráneo se repite en otros países. En el mundo hay 60 millones de refugiados que han huido de sus casas para salvar su vida y la de sus familias.

El Gobierno de Austria ha anunciado que va a volver a controlar a los refugiados de Oriente Medio que quieran pasar la frontera con Hungría, lo que supone que se termina la vía libre hacia Alemania. Pero hoy todavía han continuado llegando trenes a Viena.

Después de vivir agotadoras jornadas, miles de refugiados ya están en Alemania, el objetivo final de un duro y largo viaje. Muchos ciudadanos están actuando como voluntarios y ofrecen a los recién llegados comida, ropa y juguetes para los más pequeños.

Una multitud de refugiados procedentes de Oriente Medio continúan llegando a Austria y Alemania este domingo después de que ambos países abriesen sus fronteras de forma excepcional ante la crisis migratoria que vive Europa. Voluntarios, autoridades y vecinos les han recibido con comida, juguetes para los niños, ropa de abrigo y atención sanitaria.