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Angelina Jolie, embajadora de ACNUR, ya alertaba antes del verano de la situación dramática de los refugiados sirios, tras visitar un campo de acogida en Turquía. Cuatro años de guerra han expulsado al exilio a más de 4 millones de sirios. La mayoría en países limítrofes. Casi dos millones en Turquía. En el Líbano, suponen un tercio de su población. Las ayudas prometidas no llegan y esto está provocando el éxodo masivo a Europa. En lo que va de año han llegado más de 350.000. 

Unos 500 refugiados que se niegan a ser trasladados a un centro de acogida en Bickse, a 40 kilómetros de Budapest, en Hungría, continúan encerrados en los trenes en los que viajan.

El tren partió el jueves de la estación de Keleti, en la capital húngara, con destino a la localidad de Sopron, junto a la frontera con Austria, pero fue detenido en Bickse. Allí las autoridades habían preparado un dispositivo policial y autobuses para trasladar a los refugiados a un centro de acogida cercano, pero la gran mayoría se ha negado.

La Policía ha informado de que los refugiados, en su mayoría sirios pero también afganos e iraquíes, ofrecen "resistencia pasiva" y se niegan a bajar del tren.

Mientras, en la estación de Keleti la Policía ha impedido que otros refugiados aborden los trenes que se dirigen a otras ciudades húngaras cercanas a la frontera.

La Policía húngara que montaba guardia a las puertas de la principal estación de tren de Budapest se ha retirado, permitiendo a los refugiados acceder a la estación.

Según ha informado la enviada especial de TVE en la ciudad, Ana Jiménez, se han producido momentos de caos y desconcierto cuando los refugiados han intentado acceder a la estación de Keleti de manera atropellada para tomar algún tren que les conduzca hacia Alemania y el norte de Europa, sus destinos finales.

Sin embargo, aún no se sabe si las autoridades permitirán que los refugiados, muchos de los cuales adquirieron su billete hace dos días, abordar los trenes.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad propone a las comunidades que ofrezcan atención sanitaria a los inmigrantes "sin papeles" siempre que lleven al menos 6 meses empadronados y se encuentren en "situación de vulnerabilidad o exclusión", y ha asegurado que el Ministerio del Interior no conocerá los datos de los ciudadanos que soliciten esta atención y queden registrados en la base de datos del Sistema Nacional de Salud (SNS).