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Pau Pujolàs es profesor de la Universidad McMaster en Canadá y en su artículo 'Déficits comerciales con guerras comerciales' aborda el tema arancelario, pero de una forma alejada al enfoque que ha adoptado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Para Pujolàs, poner aranceles "es muy mala idea" y considera que el actual Gobierno estadounidense ha interpretado su texto de otra manera a la suya. "Ellos entienden que en nuestro artículo descubrimos que un déficit comercial puede hacer que a un país le salga a cuenta empezar una guerra comercial; nosotros lo hacemos para decir que esto no debería ocurrir y tendríamos que ser vigilantes, y ellos lo utilizan como justificación para empezar una guerra comercial", explica el profesor en el Canal 24 horas. Pujolàs desconoce cómo ha llegado su artículo a la Casa Blanca.

¿Y qué se descubre en su texto? Como indica el profesor, lo que revela es que si existe un déficit comercial, un país puede, dependiendo de los parámetros y la magnitud de dicho déficit, salir ganando yendo a una guerra comercial, todo ello a pesar de que los países vecinos también impongan aranceles. "Lo hemos descubierto por primera vez porque nadie se había dedicado a mirar qué pasaba cuando había un déficit en el caso de una guerra comercial", señala.

Para llegar a esta conclusión, ha empleado un ordenador que permite generar los aranceles óptimos que Estados Unidos debería imponer a China en un escenario de 2018, donde los números que consiguieron son "muy distintos" a los que emplea Trump. "Por lo tanto, seguro que esta guerra comercial no la están ganando ni ellos, ni los chinos ni nadie, todo el mundo está perdiendo", indica.

De este modo, Pujolàs incide en que los aranceles anunciados por Trump a China son "un disparate" y que, si los impone finalmente, "va a perjudicar muchísimo el comercio internacional, toda nuestra riqueza, la suya… todo el mundo va a salir perdiendo", explica.

Con todo, el profesor señala que la fórmula de Trump no se asemeja a su estudio. "No tiene justificación alguna en nuestro artículo ni en ningún artículo serio, no hay un economista serio del mundo a quien le parezca que esta fórmula tiene sentido", remata.

Con respecto a la petición de Trump a la Fed de bajar los tipos de interés, Pujolàs considera que Estados Unidos debería aplicar más impuestos al consumo o a los ingresos. "En mi opinión, la mejor solución sería meterle una especie de IVA a Estados Unidos, y así se solucionarían muchos problemas de golpe", cuenta.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha viajado a París para impulsar las negociaciones de paz en Ucrania. Este jueves por la mañana, se ha reunido en el Elíseo con Emmanuel Macron, presidente de Francia.

Rubio ha viajado acompañado por Steve Witkoff, el enviado especial que el viernes pasado se reunió con Putin para presionarle y acepte el plan de paz propuesto por Donald Trump.

El objetivo de la Casa Blanca es detener el derramamiento de sangre que, según ha asegurado Trump, fue iniciado por la incapacidad de Biden y Zelenski.

Por su parte, el presidente de Ucrania ha confirmado que hay progresos en las negociaciones sobre el acuerdo de minerales y ha mostrado ante el secretario de la OTAN su interés en la compra de sistemas Patriot para protegerse mientras dure la guerra.

Fay Taylor, presidenta de SpainDMCs, nos cuenta en '24 Horas' las consecuencias que pueden tener las medidas de Trump para el sector turístico. "El permiso ESTA preocupa porque ahora solo se reconocen dos géneros: mujer y hombre. Pero, en general, no hay grandes problemas", asegura. Taylor explica que ahora es un momento de espera e incertidumbre, pero apunta que el cambio del dólar al euro tiene pros y contras: "Hace que Europa sea más caro para el americano que viene, pero, de cara a España, nuestra oferta es extraordinaria y muy interesante por la diferencia de precios en gastronomía". La presidenta de SpainDMCs sí que aprecia que hay una disminución generalizada de las peticiones para eventos corporativos futuros, ya que las empresas "prefieren esperar".

En la guerra comercial y arancelaría declarada por Trump a China, el mandatario estadounidense ha tenido que dar marcha atrás con una serie de productos tecnológicos. Entre estos, móviles, ordenadores o discos duros. Este paso atrás se debe a que muchos de estos bienes, o sus componentes, se fabrican en China.

Uno de los ejemplos más destacados es Apple, que fabrica sus iPhone en este país. Este es uno de los productos estrella la empresa estadounidenses.

En China, según muchos consumidores, comprar productos o servicios estadounidenses es símbolo de estatus, ya sea un móvil o un café. Otra de las grandes empresas de EE.UU. que producen en China es Tesla, que fabrica ahí la mitad de sus coches.

Mientras, el gigante asiático se prepara para hacer frente a la guerra comercial. Este miércoles ha nombrado a un nuevo jefe negociador comercial, Li Chenggang. Este hasta ahora representaba a China en la Organización Mundial del Comercio.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se ha reunido este martes en Washington con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y otras autoridades empresariales e institucionales del país. Según Cuerpo, Bessent ha trasladado un "mensaje claro", y es que "ellos quieren llegar a un acuerdo con los principales socios comerciales, entre ellos la UE". Esto, según el ministro, "confirma esa puerta abierta a la negociación que ya se abrió la semana pasada con la moratoria de 90 días" establecida por Washington. No obstante, Cuerpo ha recordado que la competencia de negociar le corresponde a Bruselas "como bloque".