Lo que se ha logrado con las vacunas ante la pandemia es sin duda una revolución científica. En menos de un año un matrimonio de investigadores, en Alemania, desarrolló la primera que se puso en el mercado. La de Pfizer/BioNTech es la más utilizada en España. Ese matrimonio compuesto por Uğur Şahin y Özlem Türeci ha estado en el Telediario de TVE tras ser dos de los galardonados por el Premio Princesa de Asturias, para hablar sobre comousaron la tecnología de ARN mensajero que aplican al cáncer emplearon en la vacuna contra la COVID.
La pandemia ha impulsado la técnica de ARN mensajero, ambos aseguran que "esta tecnología puede ser tan revolucionaria como los antibióticos" y apuntan a que el ARN mensajero puede ayudar a la cura de muchas enfermedades, como el cáncer o la esclerosis.
Por otro lado consideran que el virus "convivirá con la sociedad" y señalan que"las vacunas pasado un tiempo pierden el nivel de anticuerpos". "Por ello en muchos países se está recurriendo a una dosis de refuerzo, pasados los seis meses el número de anticuerpos disminuye, pero con la dosis de refuerzo vuelven a los niveles previos". "Se espera que los anticuerpos con esta tercera dosis puedan durar entre 15 y 18 meses más".
En algunos países desarrollados hay problemas para que avance la vacunación. Uğur Şahin y Özlem Türeci aseguran que "hay que explicar muy bien a la gente el impacto que tiene la vacuna y hay que hacerlo desde la comunicación". Ambos, además, han puesto el ejemplo de España: "En España se ha explicado bien los beneficios de las vacunas y por eso la gente no se ha negado a la vacunación".
Este matrimonio alemánespera poder seguir desarrollando inmunoterapias con ARN mensajero para otras enfermedades como el cáncer: "Esperamos que esta técnica pueda llegar a ser buena para curar otras enfermedades".
¿Influye el clima en la transmisión del COVID? Unos investigadores han buscado la respuesta y han determinado que es una enfermedad estacional y su transmisión está asociada a temperaturas y humedad bajas, similar a la gripe y otros resfriados causados por coronavirus, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
El resultado lo publica la revista Nature Computational Science y también destaca la "considerable" contribución de la transmisión por aerosoles y la necesidad de adoptar medidas que promuevan la "higiene del aire".
Inicialmente, los científicos descartaron que el SARS-CoV-2 se comportara como un virus estacional similar al virus de la gripe porque parecía que se transmitía con la misma intensidad a lo largo de todo el año. Un primer estudio con modelos teóricos sugirió que el clima no era un factor importante, dado el gran número de personas susceptibles sin inmunidad previa contra el virus.
Sin embargo, algunas observaciones sugerían que la propagación inicial del virus en China ocurrió en una latitud entre 30 y 50ºN, con bajos niveles de humedad y temperaturas (entre 5ºC y 11ºC).
Foto: personas, algunas con mascarillas, caminan por Oxford Street en medio de la propagación de la pandemia de la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en Londres, Reino Unido. REUTERS / Toby Melville.
Este año con la vacunación y la baja transmisión, el COVID-19 dejará espacio para que entren otros virus e infecciones respiratorias. El sistema inmune de los adultos sigue preparado para hacerles frente, pero el de los niños todavía está en desarrollo. Para ellos, los expertos recomiendan evitar el exceso de higiene, ya que puede ser contraproducente.
Italia es desde este viernes el primer país europeo que exige el pasaporte COVID para ir a trabajar: 23 millones de italianos tienen que estar vacunados o presentar una prueba negativa. Una medida que se ha estrenado con controles policiales y protestas en algunas ciudades.
Italia aplica desde hoy la obligación de presentar el pase sanitario para poder entrar en el lugar de trabajo. El llamaod Green Pass ("pase verde") se obtiene con en el certificado de vacunación anti-COVID o una prueba negativa, lo que les costaría unos 180 euros al mes. El gobierno de Mario Draghi se niega a costear las pruebas a quienes no han querido vacunarse.
Mientras mayoría de las empresas han aceptado y se han organizado sin problemas, en algunos sectores como los transportistas o los estibadores se han anunciado huelgas y protestas. Es el caso de los estibadores de Trieste.
El objetivo del Gobierno es llegar a un 90% de vacunados. Actualmente es del 80 %, pero cerca del 10 % de los trabajadores no se han vacunado.