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70 países imponen algún tipo de castigo a quienes mantienen relaciones con personas del mismo sexo y entre ellos se encuentra Irán, de donde procede Ocean. Huyó de su país a Turquía donde pudo vivir legalmente con su pareja, Nilram, durante cinco años. Pero el rechazo social hacia el colectivo LGTBI les hizo pasar este tiempo sin apenas salir de casa.

Hace seis meses que Ocean fue reasentada en España, pero como no están oficialmente casadas, Nilram no ha podido recibir la conocida como "reagrupación familiar" y continúa viviendo en Turquía. Ahora están luchando para conseguirla, pero es un proceso lento que puede llegar a retrasarse hasta dos años.

Informa Minerva Oso.

En Estados Unidos, el fallo del Supremo que deroga el derecho al aborto divide a los estadounidenses. Miles de ciudadanos han salido a las calles a expresar su rechazo, bajo el grito de "Mi cuerpo, mi decisión". Mientras, el presidente Joe Biden ha pedido al Congreso una ley federal para poder asegurar el derecho de las mujeres a decidir, aunque carece de la mayoría que necesita para sacarla adelante.

La interrupción del embarazo se convierte así en baza electoral ante las elecciones legislativas de noviembre: "Este otoño la sentencia está en las urnas", pronostica Biden. Misuri y Texas han sido los primeros en prohibir totalmente el aborto, por lo que la única forma de que las mujeres puedan abortar es trasladándose a otros Estados, algo que no todas se pueden permitir.

Informan Ángeles Bazán y Gabriel Herrero

China juzga este viernes a un abogado de derechos humanos, detenido en 2019. Lo acusan de subversión contra el Estado en una sesión a puerta cerrada a la que sus familiares no pueden asistir. TVE ha hablado con su esposa y con la de otro abogado detenido ese mismo año.

A Sophie Luo no le tembló la voz al contar ante la ONU lo que ha sufrido su marido, el abogado de derechos humanos Ding Jiaxi. Lo detuvieron tras reunirse con varios colegas, a finales de 2019. "Le contó al abogado que cada día era una tortura. Después de semanas sin apenas comida ni agua, empezaron a endurecer el interrogatorio y lo ataron a una silla tigre de forma continuada durante siete días. Estuvo siete noches sin dormir", cuenta Sophie Luo desde Estados Unidos.

Foto: Luo Shengchun/Handout via REUTERS