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Un atentado suicida perpetrado contra un hospital de la ciudad de Quetta, en el oeste de Pakistánha matado este lunes al menos a 70 personas y ha herido a más de un centenar, en uno de los ataques más mortíferos cometidos este año en suelo paquistaní, que ha sido reivindicado por una facción de los talibanes denominada Jamaat-ur-Ahrar y por el Estado Islámico.

Al menos medio centenar de personas han muerto en un ataque de un suicida con bombas contra un hospital de Quetta, en el oeste de Pakistán, al que había sido llevado poco antes un prominente abogado tras ser tiroteado, ha informado a Efe fuentes policiales.

El portavoz de la Policía provincial, Ghulam Akbar, ha indicado que tienen constancia de 53 muertos en "una fuerte explosión" en el Hospital Civil de Quetta, adonde había sido llevado el presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistan, Bilal Anwar Kasi,  tras ser asesinado a tiros por un grupo de hombres sin identificar.

El jefe de Gobierno de Baluchistan, Sanaullah Zehri, declaró al canal de televisión Geo que se trata de un ataque suicida "planeado", que contaba con el atentado contra el abogado y la llegada de otros letrados al hospital.

Un comando talibán ha atacado este lunes con un camión-bomba, un hotel situado en el principal complejo occidental de Kabul, en Afganistán. El asalto ha durado varias horas. Han muerto un policía y los tres atacantes. La explosión, potente incluso para lo que es habitual en los atentados en Kabul, ha sacudido la capital de Afganistán. Los talibanes afganos ha reivindicado el ataque, cuyo objetivo ha sido un hotel usado por servicios militares y de logística extranjeros. Las imágenes de las agencias internacionales muestran un profundo cráter en el lugar de la explosión, que ha provocado también cortes de electricidad en varias áreas de la ciudad. En el recinto atacado, un gran complejo con residencias, se encontraban varios extranjeros, aunque ninguno de ellos ha resultado herido.

El domingo se conocieron otros detalles de la investigación de la masacre de Múnich, como que el atacante, Ali David Sonboly, estaba en tratamiento psiquiátrico por ansiedad, depresión y fobia social y preparó el ataque con un año de antelación. También que compró la pistola en la "deep web", o internet profunda. Dicen los expertos que nosotros podemos acceder a tan solo a un porcentaje muy pequeño de lo que esconde internet. Lo demás, permanece oculto.