Enlaces accesibilidad

Rediseñaremos a los seres humanos

  • Entrevista de Punset con Gregory Stock, biofísico y empresario de biotecnología
  • Para el científico "la primera persona que vivirá 150 años ya ha nacido"

Por
Redes - Rediseñaremos a los seres humanos

Redes

Eduardo Punset y su equipo han logrado demostrar que ciencia y entretenimiento se pueden unir para que en este tercer milenio la ciencia, por fin, irrumpa en la cultura popular.

El programa se emite en La 2, todos los domingos, a las 21:30 horas; y se repite los domingos, a las 3:15 horas, y los jueves, a las 13:00 horas.

y en el Canal 24 horas, según el siguiente horario:

  • Los jueves, a las 15:00 horas
  • Los viernes, a las 21:00 horas
  • Los sábados, a las 10:30 horas

La primera persona que vivirá 150 añosprobablemente ya ha nacido.

Gregory Stock

Eduard Punset

Es cierto que algunos de los grandes cambios de los que hemos hablado otras veces están todavía muy lejos.

Pero creo que si buscamos un precedente a lo que está ocurriendo ahora gracias a la genética, habría que remontarse efectivamente a un momento hace 600-700 millones de años, cuando las células, los organismos unicelulares, se agruparon poco a poco para dar como resultado lo que hoy llamamos nuestra comunidad andante de células; no ha habido otro cambio parecido.

Y Gregory Stock, el científico Gregory Stock, es uno de los grandes paladines de esta transformación vital que estamos dirigiendo, que estamos perfilando, nosotros mismos.

no solamente es un momento de transición en la historia de la humanidad; es un momento de transición en la historia de la vida

Gregory Stock

Es importante que comprendamos la enormidad de los cambios que están ocurriendo hoy en día para darnos cuenta del tipo de transformación que vamos a presenciar, porque realmente estamos en un momento de transición, y no solamente es un momento de transición en la historia de la humanidad; es un momento de transición en la historia de la vida.

Estamos empezando a comprendernos a un nivel tan íntimo que empezamos a controlar los procesos de la vida y empezamos a controlar nuestro propio futuro evolutivo.

El proceso evolutivo también cambia

Eduardo Punset:

Dices que estamos constante y conscientemente modificando y ajustando el proceso de vida, nuestro proceso de vida, y que esto solamente sucedió una vez antes, hace millones de años. También dices que ahora deberíamos ser optimistas sobre lo que nos depara el futuro. A ver si logramos entenderlo… ¿por qué?

empezamos a controlar los procesos de la vida y empezamos a controlar nuestro propio futuro evolutivo

Gregory Stock:

Pues bien, creo que, en realidad, la evolución es un proceso vivo real que avanza sin cesar, y que no solamente actúa en las especies y en la biología, sino que el propio proceso también evoluciona y avanza.

Me parece que lo que está sucediendo ahora es que estamos en un momento de transición evolutiva, cuya importancia es equiparable a cuando las células se unieron para formar organismos multicelulares (hace seiscientos millones de años) y surgieron todas las posibilidades que ahora nos rodean.

¡Ahora nos estamos uniendo como organismos, como entidades, impulsados por la tecnología y por nuestras mentes, para formar una estructura mayor, de escala planetaria, que tiene un potencial enorme y fabuloso!

Y no solamente se abren todo tipo de posibilidades y oportunidades que nunca antes habían existido, sino que se trata de un avance muy sólido.

Por tanto, creo que es un error pensar que nos precipitamos hacia un abismo; más bien estamos inmersos en una transición llena de retos y dificultades, pero de la que resulta interesantísimo formar parte.

estamos inmersos en una transición llena de retos y dificultades

Eduardo Punset:

¿Y por qué crees que hay tanto pesimismo a nuestro alrededor? Cuando hablo con la gente lo noto… un científico británico amigo mío me dijo una vez: «Eduard, ayúdame a encontrar alguien que sea realmente pesimista».

Pero creo que era el único que pensaba así porque, por lo general, es muy fácil encontrar pesimistas. Te diré un motivo por el que creo que las personas son tan pesimistas: en general lo son porque creen que la «tecnología de selección germinal» (así lo llamáis, supongo que germinal viene de germinar, de células…)

Gregory Stock:

Viene de germinación, de la primera célula en un organismo.

Eduardo Punset:

Pues creen que la tecnología de selección germinal dividirá a las personas (eso temen) entre los que han sido mejorados y los que no. ¿A qué os referís en realidad?

estas tecnologías serán accesibles a mucha gente, como ha sucedido con cualquier otra tecnología

Gregory Stock:

La idea es que, si realmente empezamos a comprender cómo contribuye la biología a nuestra personalidad, a nuestro temperamento, a nuestro potencial, a nuestras vulnerabilidades… ¡querremos poder elegir para nuestros hijos! Parece algo natural.

Y muchos se imaginan cómo será y dicen: «vaya, solamente los ricos podrán hacerlo; los pobres carecerán de un acceso adecuado y no podrán permitírselo, por lo que es una posibilidad muy, muy elitista». ¡Pero yo creo que es justo lo contrario!

En realidad, estas tecnologías serán accesibles a mucha gente, como ha sucedido con cualquier otra tecnología. Ahora mismo, ¡cualquiera puede disponer de una tecnología informática que supere con creces la que podía comprar la persona más rica del mundo hace veinte años! Y pasará lo mismo con el acceso a los diversos tipos de tecnologías biológicas.

En conclusión, creo que las consecuencias de aplicar nuestra comprensión de la biología a nosotros mismos y a nuestros futuros hijos beneficiarán al ser humano, porque mitigarán y reducirán las enfermedades, mejorarán el rendimiento de las personas… y también disminuirán las desigualdades.

La brecha digital

Eduardo Punset:

Así que no existirá, como algunos dicen, una brecha motivada únicamente por el capital entre las personas mejoradas y las que no.

Para mí ahí estará la brecha, entre los que aprovechen las muchísimas posibilidades de la tecnología y los que no

Gregory Stock:

En mi opinión, no tendrá que ver con la renta, sino con la cultura, la religión y la política, porque habrá quien se cierre a lo que suceda tanto en el ámbito tecnológico como en los campos biológicos y médicos y pretenda aislarse; mientras que otros lo adoptarán sin más.

Para mí ahí estará la brecha, entre los que aprovechen las muchísimas posibilidades de la tecnología y los que no. Si analizamos las encuestas internacionales, el porcentaje de padres que afirman que querrían mejorar a sus hijos intelectual o físicamente varía de una cultura a otra.

En algunas culturas, como la India o China, supera el 90%.En cambio, en otras culturas europeas con una fuerte tradición católica no llega al 30%. En todas las culturas cambia, pero ciertamente habrá quien empiece a probar este tipo de cosas.

Ya han empezado a desdibujarse las fronteras entre la prevención y el tratamiento, entre la terapia y la mejora, entre lo innato y lo adquirido

Gregory Stock:

Hablamos de la transformación de la medicina en una ciencia de la información. Y esa convergencia entre la tecnología de la información y la biología nos proporcionará información sobre nuestro estado de salud para fines preventivos además de curativos.

Ya han empezado a desdibujarse las fronteras entre la prevención y el tratamiento, entre la terapia y la mejora, entre lo innato y lo adquirido. Y el proceso seguirá, se acelerará y se volverá más profundo.

Está el anuncio sobre la creación de vida sintética que hizo Craig Venter hace apenas un año… está también este hombre,

Oscar Pistorius que, como veis, tiene amputada la parte inferior de las dos piernas, pero puede correr 100 metros en menos de 11 segundos, algo que sospecho que a la mayoría nos costaría… y también está Claudia Mitchell, que es capaz de hacer funcionar una prótesis simplemente pensando en lo que quiere hacer, mediante unos nervios que le han reconectado en el pecho.

La amistad como medicina

Eduardo Punset:

Seguimos estando en una fase en la que los fármacos son lo más importante… estoy pensando en fármacos como Prozac para combatir la tristeza y conseguir un poco de optimismo… pero vamos hacia una situación en la que otras cosas además de los fármacos (como los genes o la manera de vivir) serán más importantes, ¿no?

Por ejemplo, un científico amigo mío siempre me dice: «Eduard, es mejor tener un amigo que tomar un fármaco». Y se refiere a que, si tienes un amigo que te sonría y te dé confianza, tal vez te esté dando algo que el Prozac no puede darte.

Pensando en ciertos tipos de intervenciones farmacológicas, sin duda es mejor tener un buen amigo

Gregory Stock:

Sí. ¡Sin duda! Pensando en ciertos tipos de intervenciones farmacológicas, sin duda es mejor tener un buen amigo.

¡Así que es un buen consejo! Pero también es verdad que las intervenciones actuales son bastante rudimentarias: provocan muchos efectos secundarios y no acabamos de entender todavía nuestro funcionamiento, el funcionamiento del cerebro humano, de la mente humana… pero conforme vayamos adquiriendo esos conocimientos todo cambiará; creo que lograremos crear cócteles de fármacos que recrearán ciertos estados emocionales deseables.

¡Y eso sí que será un reto enorme! Ahora decimos que es mejor tener un amigo, ¿pero qué pasaría si pudiéramos tomar una pastillita que nos lo diera todo, todas las sensaciones beneficiosas que nos da un amigo… y fuera facilísima de tomar, sin las molestias de forjar una amistad o lo que sea? ¿Sería la gente capaz de resistirse a este tipo de cosas?

De hecho, creo que probablemente será el mayor reto al que debamos enfrentarnos: saber cómo hacerlo de un modo responsable.

cambiará grandes parcelas de la economía, cambiará nuestra manera de tener hijos, cambiará nuestra gestión de las emociones y probablemente cambiará la esperanza de vida del ser humano

Gregory Stock:

Empezaremos a utilizar estas tecnologías para modificarnos y, antes incluso de acabar el proceso, no sólo habremos revolucionado la medicina y la atención sanitaria, sino que eso cambiará grandes parcelas de la economía, cambiará nuestra manera de tener hijos, cambiará nuestra gestión de las emociones y probablemente cambiará la esperanza de vida del ser humano.

Eduardo Punset:

Analicemos detalladamente algunas de las intervenciones en la biología, que ahora mismo son mínimas.

Estoy pensando, por ejemplo, en la biología reproductiva, en cosas como la fecundación in vitro, que no supone más del 1% en Estados Unidos, en la población estadounidense. ¿Pero qué hay de la selección de embriones?

Gregory Stock:

Sí, cosas así…

Eduardo Punset:

¿O qué hay de la clonación?

La clonación

Gregory Stock:

Muchos de estos temas han sido muy controvertidos y han dado lugar a debates encendidísimos. En mi opinión, todos estos debates tienen que ver con lo desconocido.

Has mencionado la fecundación in vitro. Y es cierto que el porcentaje de niños concebidos así es pequeño, pero mi hija fue concebida en una placa de Petri, fue producto de la fecundación in vitro, ¡y ha sido como un regalo para mí! Sin embargo… ¡el tema ha dejado de ser controvertido!

Los mismos argumentos que se esgrimieron contra la fecundación in vitro (que es algo ajeno, que supone el final del ser humano… este tipo de cosas) ahora se han trasladado, en masa, a otras cosas como la clonación, que no es más que la creación retardada de un gemelo idéntico. ¡Y no hay que exagerar tanto!

Creo que muy poca gente lo acabará haciendo. Sin embargo, nos inquieta profundamente, porque representa el poder de la posibilidad.

Pero no podemos seguir siendo tan infantiles; en algún momento deberemos percatarnos de que estamos pasando (la humanidad entera está pasando) a la edad adulta, y básicamente tenemos mucho poder que deberemos usar con responsabilidad. Quedarnos parados sin avanzar no puede seguir siendo una manera de protegernos.

tenemos mucho poder que deberemos usar con responsabilidad. Quedarnos parados sin avanzar no puede seguir siendo una manera de protegernos

Gregory Stock:

A medida que entendamos la complejidad de los genes y cómo contribuyen a quiénes somos, a nuestras vulnerabilidades, a nuestros potenciales, a nuestra naturaleza como individuos, a nuestras personalidades, a nuestros temperamentos… ¡querremos elegir!

Y puede que incluso lleguemos a la conclusión de que, cuando solamente se tienen uno o dos hijos, ¡son demasiado importantes como para dejarlos en manos del encuentro fortuito de un espermatozoide y un óvulo! Tal vez eso se convierta en una opinión más común.

Eduardo Punset:

¿Y podríamos decir que lo que está por venir (aunque esté lejos) será puramente el resultado de la intervención en la biología, como dices?

¿Y que dicho resultado (si lo entiendo bien, eso es lo que sugieres a tus lectores y a tu público) será un resultado mejor que el que se obtiene de las relaciones sexuales?

Gregory Stock:

Si hablamos de qué es mejor o peor, no lo sé. En realidad, ¿sabes? Nuestra existencia como seres humanos nos lleva a ser amados, a prestarnos atención unos a otros, y no quiero realizar un juicio de valor en ese sentido.

No obstante, plantéate lo siguiente: ¿prefieres tener una enfermedad genética o no tenerla? Las personas que tomen decisiones sobre ellas mismas o sobre sus hijos intentarán sufrir menos dolor y tener menos dificultades en la vida.

Y a veces resulta extraño, porque algunas de las cosas más valiosas y más profundas, que más nos importan, proceden del dolor. Sin duda, si analizo mi propia vida, me percato de que hay cosas que preferiría haber evitado, pero que de algún modo me han marcado y me han vuelto más profundo como persona, así que las valoro, ya sea una relación que acabó mal, o algunas dificultades a las que me he enfrentado…

De modo que tenemos tendencia a querer protegernos (a nosotros y a nuestros hijos) del dolor, pero si lo lográramos del todo, probablemente nos convertiríamos en personas con las que no nos gustaría relacionarnos. ¡Y lo mismo ocurre en la sociedad!

Gran parte del arte se crea y surge del dolor, de los retos, de las dificultades… así que… ¿es beneficioso o no? No lo sé, pero sí que sé que todos preferiríamos vivir más tiempo y tener una salud mejor. Además, creo que, en cualquier caso, siempre habrá un componente de tragedia en la experiencia humana, suficiente como para prender la mecha de la creatividad, el poder del arte, etcétera.

Gregory Stock:

Empezaremos a aplicar nuestros conocimientos en las próximas décadas (creo que todos nosotros estaremos ahí para verlo) para modificar sustancialmente la biología humana, de un modo que pondrá a prueba nuestro concepto de lo que significa ser un ser humano.

Eduardo Punset:

Hay alguna experiencia con el deporte, por ejemplo, con el dopaje. Al parecer (según me dicen los científicos y farmacólogos) el dopaje será cada vez más seguro y tendrá menos efectos secundarios, será casi divino. ¿Recurrirá la gente más al dopaje o menos?

Gregory Stock:

Es evidente que lo utilizarán; de hecho, ya lo hacen. La era de los atletas aficionados prácticamente ha terminado, y la razón se esconde en los ingentes beneficios que se generan: se mueve una fortuna en el deporte profesional ahora mismo.

En el deporte hay un número reducido de personas a las que se puede obligar a hacerse pruebas siempre que queramos, contra las que se puede tomar todo tipo de medidas, como expulsarlos del deporte si vulneran las normas, como vemos en el ciclismo, por supuesto, de un modo rutinario… ¡pero ni siquiera así se puede detener el dopaje! Hay todo tipo de triquiñuelas… en realidad, es una batalla entre los que intentan detectarlo y los que intentan evadir los controles.

De hecho, si hablas con franqueza con los organizadores deportivos, te dirán que no les importa el dopaje: lo que quieren es rendimiento, ¡porque eso es lo que realmente atrae a los espectadores!

Si se celebraran unos juegos olímpicos normales donde nadie se dopara ni hubiera intervención alguna, sino que todo se basara en el atletismo amateur sin más, y si esas Olimpiadas tuvieran que competir con otros juegos olímpicos extremos, donde los participantes pudieran hacer lo que quisieran para aumentar el rendimiento… la audiencia sería muy superior en las Olimpiadas extremas.

En mi opinión, sólo es cuestión de tiempo antes de que estas intervenciones sean mucho más habituales, ¡porque responden a los gustos de la gente!

Gregory Stock:

Ahora tenemos la complejidad de lo biológico (representada por nuestra corteza cerebral) y la complejidad de lo no biológico (todos los descubrimientos de la revolución tecnológica) que se unen y convergen de una manera compleja para crear un superorganismo planetario.

Por eso no tenemos ni idea de dónde estaremos de aquí a cien años, y mucho menos de aquí a mil años o a un millón de años, aunque no sean más que instantes en una escala de tiempo evolutiva normal.

Eduardo Punset:

¿Y qué sucede con una intervención que todo el mundo acepta pero que, curiosamente, tengo la impresión de que en los últimos años no ha avanzado demasiado? Me refiero a la mezcla entre la biología y las máquinas. ¿Sabes?

Hace unos años nos dijeron que en cuestión de 10 o 5 años seríamos capaces de mezclar la biología con las máquinas.

Gregory Stock:

Sí, la llegada del ciborg, que tanto se ha descrito en la ciencia ficción.

Eduardo Punset:

¡Exacto!

en el futuro seremos muy proactivos con nuestra salud, nos involucraremos y adelantaremos al desarrollo de la enfermedad en lugar de simplemente reaccionar cuando sucede algo malo

Gregory Stock:

¡Es muchísimo más difícil! Resulta que los ingenieros suelen subestimar la complejidad del cuerpo humano y de la biología, por lo que imaginan que las interfaces serán mucho más simples de lo que en realidad son. Eso por un lado.

Por otro, nos embarga este deseo formidable de trascender nuestra propia mortalidad.

Y si nos fijamos en el ámbito no biológico, en lo tecnológico, observamos todas estas fantásticas aplicaciones y efectos especiales que nos abocan a creer que, si pudiéramos incorporarlas a nuestro cuerpo, la inmortalidad sería nuestra. Y queremos que sea así cuanto antes.

Además, muchos de los que están en la primera línea de los desarrollos en inteligencia artificial, los expertos en procesos tecnológicos… ¡se están haciendo mayores! ¡Y les gustaría que todo sucediera pronto!

Por ejemplo, hay quien cree que quizá podamos volcar nuestro cerebro en un soporte tecnológico, cargarlo en un ordenador, o trascender de algún modo los límites de la vida y muerte humanas, romper el ciclo.

O que quizá podamos ampliar la esperanza de vida humana. Sospecho que esto último será así, ¡pero también sospecho que yo ya no llegaré a tiempo! ¡Quizá mi hija sí! Seguramente ella logrará cumplir más de cien años, pero dudo que yo pueda… irónicamente, yo que contemplo todas estas posibilidades, que soy un apasionado de la tecnología y de lo que puede aportarnos…. Probablemente formaré parte de una de las últimas generaciones que no experimente esos beneficios.

En cualquier caso, me parece que el calendario poco realista de las predicciones del futuro se debe a eso.

¡Es lo que hacemos, lo que hacéis todos vosotros, lo que provoca que todo pase!

Gregory Stock:

Yo creo que en el futuro seremos muy proactivos con nuestra salud, nos involucraremos y adelantaremos al desarrollo de la enfermedad en lugar de simplemente reaccionar cuando sucede algo malo, porque tendremos señales de advertencia mucho antes, y eso repercutirá en la economía de la atención sanitaria, donde habrá un dominio de la tecnología de la información, que se situará en el centro de la medicina en el futuro, igual que ocurre en muchas, muchas otras áreas.

Es para mí un auténtico privilegio estar aquí para observar lo que ocurre hoy. Si lo contemplamos con un poco de perspectiva, resulta absolutamente fabuloso ver lo que está ocurriendo.

Pero, ¿sabéis? ¡No somos meros observadores, sino los arquitectos! ¡Somos nosotros! ¡Es lo que hacemos, lo que hacéis todos vosotros, lo que provoca que todo pase! Creo que hay razones para estar muy orgullosos.