¿Nuestro lenguaje es sexista?
- Carme Riera, Puebla y Juan Duyos dan su opinión
- Y recomiendan dos libros y una obra de teatro para profundizar en la cuestión
La académica Carme Riera dice que es evidente que a lo largo de la historia el lenguaje ha discriminado a la mujer. "El ejemplo es muy fácil, algo cojonudo es maravilloso, y un coñazo es un horror, un aburrimiento". O por poner otro ejemplo: "Una mujer parece más elegante si la viste un modisto que una modista y una cocinera es menos importante que un cocinero, es decir, ciertos masculinos enfatizan los oficios y los llevan a una categoría superior".
Pero Riera también ha afirmado que la lengua o el diccionario recoge el uso "y primero es el uso: acabar con la violencia de género, que los salarios de hombres y mujeres sean iguales, que el paternalismo se vaya a dormir para siempre, que el sexismo no exista... y entonces la lengua recogerá todo eso".
En este sentido, la escritora propone leer Mujeres y poder, un ensayo de Mary Beard, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales en 2016, que se acaba de publicar. "Habla de la voz pública de las mujeres y de las mujeres en el ejercicio de la autoridad y propone algo muy interesante, dice que la sociedad se está perdiendo el talento de las mujeres. Y creo que eso es verdad, muchas veces las mujeres tienen mucho que aportar en el término de la autoridad, no del poder, que es distinto".
El humorista gráfico Puebla opina en el mismo sentido "que el lenguaje no es sexista por sí mismo, es cómo se usa" y recomienda el ensayo Hombres por la igualdad, de Nuria Coronado.
Un trabajo que recoge 16 entrevistas a personalidades masculinas diferentes y en el que se diagnostican las desigualdades que se dan en diferentes ámbitos. "Y anima a los lectores a descubrir las que se pueden dar en su entorno y a intervenir en el día a día para que no se den. Porque sin la complicidad y la implicación de los hombres es imposible avanzar", añade.
Juan Duyos recomienda ver Playoff una obra de teatro de la Joven Compañía. Se trata de una propuesta moderna y rompedora que se puede ver hasta el 24 de febrero en el Conde Duque de Madrid y que sitúa a siete mujeres en un vestuario mientras esperan para el que será un partido de fútbol decisivo en el Campeonato de España.
"Mientras esperan, esas mujeres debaten sobre cosas muy interesantes, al parecer la directora eligió el fútbol porque es el deporte más machista y se habla de jugadores de fútbol, pero también de mujeres que juegan al fútbol".