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España, Italia, Grecia y Malta piden a la UE más solidaridad y que se repartan los migrantes entre los países miembros

  • Los cuatro países envían a Bruselas un documento conjunto

Piden mantener la relocalización de migrantes en la UE y se oponen a los campamentos en la frontera

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Migrantes en el muelle de Arguineguín, Gran Canaria. EFE/ Elvira Urquijo
Migrantes en el muelle de Arguineguín, Gran Canaria.

España, Italia, Grecia y Malta han hecho frente común ante la propuesta de la Comisión Europea para un Nuevo Pacto de Migración y Asilo. En un documento enviado a Bruselas, aseguran que el proyecto adolece de falta de solidaridad y piden que se establezca un mecanismo para el reparto permanente de los migrantes entre todos los países miembros, para no hacer recaer toda la carga de la presión migratoria sobre aquellos que son la principal vía de entrada de migrantes.

El documento, enviado junto con una carta firmada por los presidentes y primeros ministros de los países citados (Pedro Sánchez, Giuseppe Conte, Kyriakos Mitsotakis y Robert Abela, repectivamente) asegura que el plan es un "punto de partida constructivo". Sin embargo, perciben un "desequilibrio" entre solidaridad y responsabilidad y piden que la carga se reparta de manera equitativa. "Los estados miembros en primera línea no pueden afrontar la presión migratoria sobre toda la UE", advierten.

La Comisión Europea presentó en septiembre una propuesta para reformar la política de asilo y migración que renuncia a las cuotas obligatorias para el reparto de la acogida de refugiados. En su lugar, plantea un sistema voluntario y "flexible", con varios niveles de solidaridad con los países con mayor presión migratoria y apuesta por reforzar la frontera exterior de la Unión Europea y agilizar las expulsiones de los migrantes que no logren estatus de refugiado.

Relocalización permanente

Mientras la responsabilidad de los estados de entrada es detallada y estricta, "el mecanismo de solidaridad es complejo y vago", denuncia el documento. Por eso piden que permanezca el mecanismo de la "relocalización", esto es, el traslado a otros países de la UE de los migrantes que hayan entrado a los países del sur. La CE ya acordó un mecanismo de reubicación en 2015, como respuesta a la crisis de los refugiados sirios.

Igualmente, piden establecer un "mecanismo estructural permanente" que gestione todos los componentes de los flujos migratorios y garantizar la solidaridad en la atención a los migrantes rescatados en el mar.

En cambio, consideran que aplicar procedimientos y filtros en las fronteras, para seleccionar quién puede ser susceptible de recibir asilo, debe quedar al criterio de cada estado, dada su complejidad y el peligro de que desemboque en aglomeraciones. "Establecer grandes centros cerrados en las fronteras exteriores no es aceptable", añaden, ya que no respetaría los derechos humanos.

Controlar la migración en origen y establecer vías seguras

Promover acuerdos con terceros países "sin demora" e invertir en las "relaciones políticas" con los socios en materia de inmigración, particularmente los vecinos el sur, es otra de las propuestas de España, Italia, Grecia y Malta. A esos países terceros se les debe facilitar equipo y fondos para que controlen la migración.

Igualmente importantes son estas relaciones externas para garantizar las deportaciones o "retornos" de migrantes a sus países de origen.

Por último, los cuatro gobiernos reprochan que la propuesta de la Comisión no aborda la migración legal, "que está muy interrelacionada con los flujos irregulares". "La coordinación de canales de migración y asilo seguros, regulares y ordenados hará posible reducir los flujos irregulares", asegura el documento, y tendrá un efecto positivo tanto en los lugares de origen como de destino.

Países como Hungría, Polonia o HungríaPolonia Austria rechazan de plano un mecanismo de cuotas obligatorias de acogida. Las grandes diferencias entre los Estados miembros respecto a cómo gestionar la llegada de refugiados a la Unión Europea sigue enfrentando a las capitales, por lo que Bruselas se ha tomado más de un año de contactos bilaterales para tratar de superar las tensiones entre los bloques.