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Un apasionante recorrido por la cultura popular de Japón

  • Japón para Otakus es una guía de museos, parques temáticos y otros centros del manga y el anime
  • Hablamos con sus autores, Manuel Hernández-Pérez y José Andrés Santiago

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Fragmento de la portada de 'Japón para otakus'
Fragmento de la portada de 'Japón para otakus'

En las últimas décadas la cultura popular de Japón ha conquistado el mundo entero, sobre todo entre los adolescentes que devoran los mangas (cómics) y los animes (dibujos animados) japoneses. Unos fans a los que se denomina “otakus” y a los que va dedicado el libro Japón para otakus (Diábolo ediciones), de dos académicos expertos en el tema, Manuel Hernández-Pérez y José Andrés Santiago. Pero no es solo un libro para “frikis”, sino que lo recomendamos para todos los públicos porque nos descubre lugares maravillosos.

Pero antes de comenzar nuestro recorrido por esos lugares pedimos a los autores que nos expliquen que significa exactamente “Otaku”. “Es una palabra que se originó en los 80 a través de un ensayo del periodista Akio Nakamori –nos comenta Manuel-. El término es bastante ambiguo, significando habitualmente “obsesionado” o “entusiasta”. En Japón, los otakus son los coleccionistas de productos de la ciencia-ficción, el anime (animación japonesa), los videojuegos, etc. Sin embargo, el término ha tenido siempre cierta mala fama en ese país, al estar asociado al estereotipo de lo que aquí llamaríamos “friki” o “geek”, alguien asocial o con pocas habilidades sociales. Paradójicamente, fuera de Japón el término empezó poco después a ser saludado como algo simpático, ya que conectábamos con el significado más positivo, el de apasionado, el de “fan” de la cultura popular japonesa. Este es el significado que se ha popularizado en épocas más recientes”.

Sin duda el origen de la palabra otaku es difuso –asegura José Andrés-. Se suele argumentar que su generalización se remonta a las primeras convenciones de manga, anime y –especialmente- dōjinshi (fanzine) en las últimas décadas del siglo pasado. Como bien ha dicho Manuel, esta voz ha tenido, tradicionalmente y en Japón, un significado peyorativo. Sin embargo, en los últimos años, su evolución dentro de Japón no dista tanto de la que ha tenido la voz “geek” de la que habla Manuel: del mismo modo que muchos geeks de antaño se ven hoy en día como empresarios de éxito en Estados Unidos, los otaku se están convirtiendo, progresivamente, en un colectivo a reivindicar dentro de su país. Fuera de Japón el término otaku es mucho más neutro, y los propios fans del manganime lo usan para referirse a sí mismos, así que es una etiqueta que, a menudo, se ‘luce’ con orgullo”.

Páginas de 'Japón para otakus'

El libro

Una vez que ya sabemos lo que es un otaku, vamos a ver de qué va el libro: “Recopila los principales destinos turísticos –asegura Manuel- relacionados con el mundo de la cultura visual japonesa contemporánea, con especial atención al manga (comic japonés), el anime (animación japonesa) y, en menor medida, los videojuegos. El libro quiere dar una visión completa del país, por lo que está distribuido por regiones y, dentro de cada una, museos, restaurantes, tiendas, parques temáticos y espacios. Además, incorporamos una sección con rutas guiadas por un producto específico, los escenarios reales que pueden verse en una película de animación o una serie”.

“La idea –añade José Andrés- es que de un sólo vistazo se pueda encontrar la información más importante de cada destino. Las regiones históricas se clasifican en diferentes colores, los espacios con abreviaturas, y dentro de cada espacio hay un recuadro con información práctica como horarios, precios, tiempo de visita o un código QR que enlace directamente con su ubicación en Google Maps. Además, esta clasificación invita a realizar una lectura no lineal, de modo que el lector pueda bucear en aquellos destinos que más le interesen sin tener que leer todo ‘por orden”.

Aunque pueda parecerlo, Manuel destaca que no es un una guía turística: “En realidad no somos expertos en turismo sino en cultura popular japonesa. El hecho de que esta publicación se haya presentado en algunos fórums como un libro de “viaje” obedece más a la estructura y la presentación del contenido, pero podría perfectamente disfrutarse sin haber estado en Japón o sin tener preparado ningún viaje. José Andrés ha escrito también una sección introductoria a cada región que considero muy interesante ya que ofrece un pequeño vistazo al color y el aroma de cada región, sin entrar necesariamente en un análisis pormenorizado de las actividades y puntos de interés de cada ciudad (que es lo que un libro de turismo seguro que va a proporcinarte). En realidad, este libro es para aquellos que quieren ver ese “Japon Otaku”, pero hay muchas más facetas del país por ver que complementarían la experiencia en caso de que puedas visitarlo”.

“De hecho –puntualiza José Andrés-, creo que dos ideas importantes de esta publicación son la ausencia de un recorrido forzoso, y la posibilidad abrirnos a destinos fascinantes fuera de los circuitos turísticos tradicionales. Es verdad que aquellos que viajan por primera vez a Japón probablemente concentren su visita en el eje Tokio- Kansai (y en esta última región, ciudades como Kioto, Osaka o Nara), pero para todos aquellos otakus que quieran visitar las localizaciones de sus series de manga y anime favoritas, o que viajen por segunda vez al país, este libro ofrece también destinos en regiones poco turísticas -pero igualmente fascinantes tanto por cultura como por paisaje- a menudo mucho menos masificadas (y más asequibles) que los destinos más populares”.

Páginas de 'Japón para otakus'

“Ningún país tiene el patrimonio cultural tan enraizado en la cultura pop”

En cuanto al tipo de lugares que nos proponen visitar, Manuel asegura que: “ Depende de la región, existen diferentes puntos de interés. En Japón, la cultura del autor es muy importante y existen muchos museos dedicados a la memoria o el patrimonio de escritores y dibujantes. Por tanto, los museos ocupan un lugar importante en el texto, pero también otros espacios como los parques temáticos, las tiendas oficiales de franquicias del manganime. Finalmente, la sección que hemos denominado “rutas otaku”, ofrece un listado de otros puntos de peregrinaje que no siempre son tan conocidos o fáciles de localizar”.

“Las pocas guías de este tipo que se han publicado hasta la fecha suelen centrarse en Tokio como epicentro de la cultura otaku –añade José Andrés-. Yo creo que Japón para Otakus proporciona una visión más amplia de todo el país.

Pero… ¿Qué podemos hacer en Japón que no se encuentre en otro lugar del mundo? “Ningún país del mundo tiene el patrimonio cultural tan enraizado en la cultura pop y de consumo -afirma Manuel-. Japon es un país muy complejo y su cultura popular refleja muchas de las contradicciones de su historia, su política, su sociedad…”

“Para mí –puntualiza José Andrés-, lo más fascinante de Japón es la increíble riqueza cultural y natural (por su variedad de biotopos) concentrada en una superficie tan pequeña, desde las tierras heladas del norte y los últimos vestigios de la cultura Ainu, a las playas tropicales de Okinawa y su increíble riqueza gastronómica”.

Los muñecos son muy preciados para los otakus

El “Seichi junrei” (turismo de cultura pop)

Uno de los términos más repetidos en el libro es el “Seichi junrei”. “La cultura Otaku –asegura Manuel- es un importante componente de la sociedad japonesa y refleja muchas de las contradicciones que la caracterizan. Las industrias creativas son importantes motores de la economía pero, durante muchos años, el ser “otaku” estaba mal visto. Algunos autores incluso recomendaban no seguir sus pasos o criticaban a los políticos como Shinzo Abe que han hecho gala de ser aficionados al manga. Actualmente, se habla mucho del peso de las industrias y el turismo y, lo cierto, es que el mercado para el Seichi Junrei (turismo de cultura pop) es muy importante, pero sobre todo a nivel local, con productos (películas, series y videojuegos) que apenas son conocidos en el mercado occidental”.

Para el libro, Manuel Hérnandez-Pérez y José Andrés Santiago han contado con la colaboración de varios expertos en cultura popular japonesas. “José Andrés conoce a la mayoría –asegura Manuel- ya que está muy relacionado con la esfera divulgativa a través de la ACDCómic (Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic). Otros contactos son de nuestra propia esfera del mundo académico. Marc Bernabe no necesita presentación. Es un profesional muy conocido y traductor (a través de su empresa DARUMA) de la mayoría de los mangas que has podido leer traducidos del japonés. Oriol Estrada es comisario del Salon del Comic de Barcelona. Antonio Loriguillo es recientemente doctor por la Universidad Jaume I y ha publicado acerca de muchos temas relacionados con el manganime, Carolina Plou es también investigadora y editora de la revista Ecos de Asia. Alberto Vilar Gómez es muy activo en términos de divulgación en redes sociales y Victor Sellés es un escritor de Fantasia y Ciencia Ficción que además, está muy versado en temas de cultura japonesa”.

“Para el equipo de colaboradores –añade José Andrés- buscamos a especialistas en este tema, que supiesen comunicar y sintiesen pasión por lo que hacen. Además, creo que hemos conseguido un equilibrio muy bueno entre la divulgación y la vertiente más académica de la que venimos Manuel y yo. La verdad es que ha sido un placer y un privilegio poder contar con todos ellos en este proyecto”.

Páginas de 'Japón para otakus'

El museo Ghibli ¿La meca para los otakus?

Sin duda uno de los destinos de Japón más especiales para los Otakus es el museo Ghibli. “Es un espacio muy interesante –afirma Manuel- y un experiencia única para aquellos que hayan disfrutado de cualquier película dirigida por Hayao Miyazaki. Deberia ser llamado, como se ha dicho ya en algún artículo “Miyazaki Land” ya que es, más que nada, un culto al autor. Merece la pena ya que Mitaka es una localidad muy cercana a Tokio por lo que resulta un punto casi obligado. Sin embargo, si existe una Meca para los Otakus es Akihabara, el barrio tecnológico, que viene a ser un espacio ya popular para muchos aficionados y, en muchas ocasiones, algo “idealizado”.

“Las películas del Estudio Ghibli y –sobretodo- de Hayao Miyazaki son uno de los principales exponentes de la cultura anime en todo el mundo –añade José Andrés-, y un punto de entrada para aquellos que quieren iniciarse en este mundillo. Miyazaki ha ganado un Oscar y ha sido nominado en más ocasiones, y sus películas -bellísimas en todos los sentidos- atraen a un público mucho más amplio que el otaku. Pero en muchos aspectos, las películas de Ghibli son poco representativas del TV anime, que constituye, en realidad, el pilar para el aficionado más hardcore. El museo Ghibli es un destino fantástico y un lugar de obligada visita…, pero creo que nunca lo consideraría la Meca de los Otakus”

Estatua, de cinco metros de altura, del robot de 'El castillo en el cielo' en el Museo Ghibli

Un recorrido por los lugares otakus imprescindibles

Pedimos a los autores que nos hagan un recorrido con los que creen que son llos lugares imprescindibles que ningún otaku debería perderse: “Cada uno tiene sus propios hitos –asegura Manuel-, relacionados con lo que más ha disfrutado en este mundillo: sus series y personajes preferidos. También tienen que ver con la edad de cada uno. Para muchos, ver el Museo Toei será obligado, con referencias a Dragon Ball, Sailor Moon... pero también a productos más antiguos (muchos de esos primeros animes como El Gato con Botas). Para los fans de Mazinger Z, tal vez merezca la pena trasladarse hasta Wajima, algo lejos de Tokio, para visitar el museo dedicado a su autor, Go Nagai. En cambio, aquellos que han disfrutado durante su infancia con las aventuras de Digimon, seguro que incluyen el edificio Fuji TV Tokio en Odaiba en su lista. Y así, un largo etc”.

“Creo que como sugiere Manuel, lo que es imprescindible para unos no lo es para otros aficionados –añade José Andrés-, y dependerá en buena medida de las series que marcaron su infancia o con las que más disfrutan hoy en día. Ahora bien, para aquellos que no lo tengan nada claro y vayan a hacer su primer viaje a Japón, puedo sugerir tres destino en las principales ciudades: El Museo Ghibli en Mitaka (Tokio), por su espectacularidad e increíble tienda de recuerdos; El Museo del Manga de Kioto, porque ver de primera mano los más de 300.000 volúmenes que se apilan en sus estanterías ofrece una perspectiva realista de lo que verdaderamente es el manga; y el Museo de Osamu Tezuka en Takarazuka (cerca de Osaka), para los nostálgicos con ganas de conocer más detalles sobre el «Dios del Manga»”.

Si reconoces todos estos muñecos erse un otaku

Sus proyectos

Tras este interesante estudio de la cultura otaku, preguntamos a los autores que si tienen algún otro proyecto del mismo estilo. “Tanto Jose Andrés como yo somos investigadores académicos –afirma Manuel-. Muchos de nuestros proyectos están destinados a la docencia y la investigación. En ese sentido, este libro, más divulgativo, es una excepción. En mi caso, yo también trabajo otros temas como la Psicología de los Medios, la Narrativa en Videojuegos y la tradición de los Estudios Culturales en relación al medio de la animación. Existen otros proyectos relacionados con el manga, el anime y el turismo que espero poder llevar a cabo en los próximos años. También José tiene sus propios proyectos, muy interesantes, en algunos de los cuales que me ha hecho participe. Espero que podamos seguir trabajando juntos!”

“Sin duda habrá más proyectos tanto académicos como divulgativos –añade José Andrés-. Sin ir más lejos, a finales del mes de marzo organizo un simposio internacional sobre anime en el Campus de Pontevedra (Universidad de Vigo), en el que van a participar una docena de ponentes internacionales y entre los que se encuentra el propio Manuel”.

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