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Rusia detiene a un estadounidense bajo sospechas de espionaje

  • Los servicios de seguridad detuvieron el 28 de diciembre a un estadounidense en Moscú contra el que han abierto cargos

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El presidente ruso, Vladimir Putin
El presidente ruso, Vladimir Putin.

El Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) ha anunciado este lunes la detención en la capital rusa de un ciudadano estadounidense, Paul Whelan, cuando realizaba supuestamente actividades de espionaje.

"El 28 de diciembre agentes del FSB detuvieron en Moscú a un ciudadano norteamericano, Paul Whelan, mientras realizaba actividades de espionaje", señala el comunicado oficial. El FSB añadió que ha incoado un proceso penal contra Whelan en virtud del artículo 276 del código penal, es decir, por espionaje, y ha notificado formalmente a Washington de la detención, según Reuters.

Además, la nota oficial añade que continúa la investigación sobre el caso de inteligencia, delito que en este país se castiga con hasta 20 años de cárcel.

Acusaciones mutuas de espionaje

En los últimos meses el FSB ha denunciado un incremento de las actividades de espionaje de otros países en territorio ruso en respuesta a acusaciones similares vertidas por las Cancillerías occidentales.

Moscú denunció numerosos intentos de interferir en las elecciones presidenciales de marzo en las que el presidente ruso, Vladímir Putin, fue reelegido para un último mandato.

A mediados de diciembre, en su rueda de prensa anual Putin negó que Moscú vaya a tomar represalias contra Washington según el principio de "ojo por ojo, diente por diente" por la detención de ciudadanos rusos en EE.UU. bajo acusaciones de espionaje.

Canjes que se niegan, investigaciones que se rechazan

A principios de diciembre, la ciudadana rusa María Butina fue declarada culpable por un tribunal estadounidense de cargos de conspiración y reconoció haber colaborado con un alto cargo ruso para infiltrarse en grupos de activistas y políticos conservadores.

En febrero, el fiscal especial Robert Mueller acusó en Estados Unidos a 13 personas y a tres empresas rusos como parte de una conspiración para facilitar la victoria de Donald Trump en las elecciones de 2016 y la desacreditación de su oponente, Hillary Clinton, actividades que tanto Trump como Moscú niegan. No obstante, Mueller señaló cargos contra 12 oficales de inteligencia rusos por infiltración y hackeo de las redes del Partido Demócrata en 2016.

Putin, quien aseguró que en dicho terreno hay que ser "muy cuidadosos", negó que Rusia vaya a "apresar a gente inocente sólo para canjearlos por alguien". Además, criticó el proceso abierto en Estados Unidos contra la ciudadana rusa María Bútina por conspirar contra el Estado y desmintió su confesión de que trabajó para el Kremlin.