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El juez prorroga 7 meses la fase de preconcurso de Abengoa para que concrete su plan de reestructuración

  • Había concluido el pasado día 28, pero la empresa logró un pacto de financiación
  • Ahora debe cerrar un acuerdo detallado con sus acreedores antes de octubre

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Una torre y decenas de paneles solares de la planta que Abengoa posee en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor
Una torre y decenas de paneles solares de la planta que Abengoa posee en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor.

El juez del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla ha aceptado homologar el principio de acuerdo de refinanciación presentado por Abengoa la pasada semana y, de esta forma, prorrogar de siete meses -hasta el próximo 28 de octubre- la fase de preconcurso en la que se encuentra la compañía desde diciembre pasado.

Así lo ha notificado este miércoles el juez en un auto que homologa el llamado contrato de espera o standstill, apoyado por el 75,04% de los acreedores financieros, para evitar que la compañía entre en concurso de acreedores mientras cierra los detalles de su plan de reestructuración, lo presenta a todos sus acreedores y logra el respaldo suficiente de éstos para eludir la quiebra de forma definitiva.

A la espera de los detalles

Mediante ese contrato de espera, dos tercios de los acreedores se comprometen a dejar en suspenso durante esos 7 meses la ejecución de determinados derechos de resolución y vencimiento de los préstamos, a la espera de recibir todos los detalles del acuerdo de reestructuración financiera cerrado el 10 de marzo con los tenedores del 40% de la deuda de la energética.

Ahora, con la homologación del contrato de espera, sus efectos se extienden a todos los acreedores financieros de la sociedad, incluyendo aquellos que no lo han suscrito.

Según el pacto para la reestructuración financiera, se ejecutará una quita del 70% a los 9.000 millones de euros de deuda de la empresa y una inyección de entre 1.500 y 1.800 millones de euros en 5 años para sanear la compañía, por la cual, los prestamistas de ese dinero pasarán a controlar el 55% del capital social de la empresa.

De esta forma, la participación de los actuales accionistas mayoritarios caerá al 5%, ya que los actuales acreedores de la compañía tendrán un 35% en la Nueva Abengoa, después de sufrir la quita del 70%. En este grupo figura el grupo de los bancos implicados en las negociaciones, inicialmente conocido como G-7, además de los bonistas.

Según el grupo andaluz, la prórroga es "un paso clave en el proceso de reestructuración de Abengoa y permite a la compañía llevar a cabo el Plan de Viabilidad ya aceptado por los acreedores financieros, retomar el negocio con estabilidad y proteger su posición de liderazgo en los sectores de energía y medioambiente".