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Rubio gana la partida a Cruz en el último debate antes de las primarias y sin Trump

  • Rubio se mostró muy crítico con los demócratas y el acuerdo con Irán
  • Trump no asistió al debate por un supuesto enfrentamiento con la cadena Fox
  • Cruz sufrió ante el acoso de Rubio y reprendió la ausencia de Trump

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Rubio gana la partida en Cruz en un debate republicano sin Trump

El senador de Florida Marco Rubio ha sido el protagonista del séptimo debate republicano, último antes de los caucus de Iowa, por delante del senador por Texas Ted Cruz. A este vital evento no ha asistido finalmente Donald Trump, claro favorito según las encuestas a liderar el Partido Republicano en las próximas elecciones a la Presidencia de Estados Unidos.

La ausencia del magnate ha sido la primera cuestión sobre la mesa, recibiendo 'dardos' por parte del resto de conservadores. "Trump es un tipo genial, el mejor entertainer del planeta, pero eso no es lo importante", ha comenzado diciendo Marco Rubio. El que fuera gobernador de Florida Jeb Bush ha sido más 'cariñoso' con el candidato ausente, calificándolo como un "osito de peluche".

Ted Cruz ha ido algo más lejos, agradeciendo que Trump no acudiera al debate, ya que según él, si lo hubiera hecho, el magnate le habría llamado "maniaco" así como "estúpidos, gordos y feos" a todos los asistentes. Por último, el presentador Bret Baier ha dejado una buena reflexión para los candidatos. Según Baier, el voto republicano más extremista irá a Trump, mientras que el más moderado será más dividido, lo que favorecerá al primero.

Los Clinton y la política exterior, protagonistas

El terrorismo e ISIS han vuelto a tener su protagonismo, aunque los candidatos no han querido extenderse mucho en sus argumentos. El más cómodo en este tema ha vuelto a ser, como siempre, Marco Rubio. La postura del hijo de inmigrantes cubanos es clara y concisa. "Cuando yo sea presidente mantendremos nuestro país seguro. Vamos a reconstruir el ejército, porque sino será imposible vencer a ISIS", ha expuesto.

Gran parte de los ataques, a difrencia de otros debates, ha ido dirigido a sus contrincantes republicanos, dejando a un lado a Barack Obama. Rubio ha declarado que "Hillary Clinton no puede gobernar, porque tendría que indultarse a sí misma nada más llegar al poder. Además, quiere poner a Obama en la Corte Suprema y eso sería un absoluto desastre". En cuanto a Bernie Sanders, Rubio cree que siendo socialista "sería un excelente candidato a ser presidente, pero de Suecia".

El gobernador de Nueva Jersey Chris Christie y el senador de Kentucky Rand Paul también han tenido palabras para Hillary y Bill Clinton. Christie ha dicho que "se acabaron los tiempos de los Clinton en viviendas de protección oficial", mientras que Paul les ha acusado de llevarse "millones y millones de dólares de regímenes de Oriente Medio en donde se trata a las mujeres como ganado".

Los siete candidatos republicanos participantes en el debate

Los siete candidatos republicanos participantes en el debate AFP

Ben Carson, neurocirujano de profesión, ha querido responder a los ataques por su inexperiencia en la política. "He recibido más llamadas a las 2 de la mañana que todos los presentes para tomar decisiones de vida o muerte", ha indicado.

El protagonismo de Rubio ha quedado claro con dos afirmaciones tajantes. Por un lado ha acusado a su rival Ted Cruz de no hacer nada, ni proponer nada, sino "únicamente decir que es el candidato más conservador". Además, en la cuestión relacionada con la lucha contra el cambio climático, el senador ha sido claro: " No creo que haya que destruir nuestra economía para proteger el medio ambiente".

La política exterior ha sido la temática de cierre del séptimo debate, con Irán y Rusia como puntos clave. Rand Paul ha calificado a Putin como un "oportunista y un 'matón'", y es necesario "enfrentarse a él". Por su parte, el reciente acuerdo con Irán por el que se anulaban las sanciones impuestas por su plan nuclear, ha sido criticado duramente por Rubio, que ha declarado que lo "anulará en cuanto sea presidente".

Trump se ausentó del debate para recaudar fondos para los veteranos

El magnate inmobiliario y favorito en las encuestas para ser el nominado del Partido Republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha logrado este jueves su particular cuota de espacio televisivo pese a su decisión de no asistir al debate entre los aspirantes conservadores.

La polémica decisión del magnate neoyorquino de no participar en el último debate antes de que empiece formalmente el proceso de primarias el próximo lunes con los caucus (asambleas populares) de Iowa no ha significado que Trump perdiese proyección mediática, ya que otros canales televisaron su evento simultáneo.

Donald Trump, durante el acto paralelo

Donald Trump, durante el acto paralelo AFP

"Hemos organizado esto en unas 24 horas. Quería ir al debate, pero tienes que defenderte cuando te tratan mal. Hace unos minutos, Fox me ha llamado y me han preguntado si quería ir", dijo Trump nada más empezar el discurso, para inmediatamente hacer notar la gran presencia de cámaras en el evento, "más que en los premios de la Academia", ha bromeado.

El favorito en los sondeos tanto a nivel nacional como en Iowa se ha preguntado abiertamente por las posibles consecuencias de su ausencia del debate, que ha justificado por su enfrentamiento con la cadena Fox y una de sus presentadoras estrella, Megyn Kelly.

"¿Es (no haber asistido al debate) algo bueno para mí? ¿malo para mí? ¿me dará votos? ¿me los quitará? Nadie lo sabe. Pero ha valido la pena. Ha valido la pena porque hemos recaudado más de cinco millones de dólares en un día", ha asegurado el magnate. Los fondos recaudados estarán dirigidos a la ayuda a los veteranos de guerra.

Según el Washington Post, la ausencia de Trump se ha debido que la Fox se negó a pagarle 5 millones de dólares por aparecer en el debate.