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El sur de Filipinas, ¿nuevo refugio del Estado Islámico?

  • Varios grupos terroristas islamistas filipinos se unen para adherirse al EI
  • El país lucha desde hace décadas contra la guerrilla separatista islámica

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Miembros del grupo cristiano armado llamado "Defensores del Dios Rojo" queman una réplica de la bandera del EI en las montañas del centro de Mindalao (Filipinas)
Miembros del grupo cristiano armado llamado "Defensores del Dios Rojo" queman una réplica de la bandera del EI en las montañas del centro de Mindalao (Filipinas)

En los últimos meses, distintos testimonios e informes de terrorismo a los que ha tenido acceso EFE indican que la región sur de Filipinas se ha convertido en el nuevo refugio del Estado Islámico (EI). Aunque en esta zona varios grupos radicales islamistas permanecen activos desde hace décadas, el Gobierno filipino se niega a confirmar que existan vínculos entre estos y el EI.

Uno de los indicios más claros y recientes es un vídeo que comenzó a circular por internet a principios de año en el que una treintena de hombres fuertemente armados se declaran seguidores de la organización yihadista.

Entre los protagonistas de las imágenes se encuentran varios conocidos líderes islamistas de la meridional isla de Mindanao, como Isnilon Hapilon, uno de los cabecillas de Abu Sayyaf, Abu Anas al-Muhajir, del grupo radical Ansar al-Shariah, y Abu Sharifa, de Ansar al-Khilafa.

Caldo de cultivo islamista y desafío al Gobierno

Ya son varios los mensajes que emiten formaciones rebeldes filipinas en apoyo del EI, pero este es el primero en el que varios grupos terroristas se unen para lanzar un mensaje conjunto.

"La fusión impulsada por EI de las formaciones rebeldes (de Filipinas) y la unificación de sus líderes va a suponer un desafío sin precedentes para el Gobierno de Manila", ha asegurado a los medios el experto en terrorismo Rohan Gunaratna, jefe del Centro Internacional para la Violencia Política y el Terrorismo de Singapur.

"Con la proclamación de esta filial del EI en el sur de Filipinas, su influencia y su ideología probablemente aumentará en la zona", añade Gunaratna. El analista apunta que el próximo paso del EI en el sur de Filipinas será establecer su propia provincia en Mindanao.

La prudencia de Manila

El Gobierno filipino niega esta posibilidad, y asegura que, pese a los mensajes publicados, la situación no es tan grave. "Hasta el momento, no hay ninguna conexión creíble, verificada ni directa (entre el EI y Abu Sayyaf)", dijo recientemente el portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Restituto Padilla.

"Las recientes declaraciones de Isnilon Hapilon son parte de su propaganda y no son necesariamente un reflejo de la existencia de una operación terrorista dirigida por el EI en nuestro país", ha concretado el militar filipino.

Sin embargo, el pasado mes de diciembre, otro vídeo sobre los campos de entrenamiento en Filipinas fue publicado desde una de las cuentas en las redes sociales del EI.

Las imágenes coinciden con declaraciones hechas en los últimos meses por las autoridades locales de las zonas más afectadas por las guerrillas radicales islámicas del sur de Filipinas.

Situación alarmante

Según cifras que hizo públicas el alcalde de la ciudad de Cotabato, Japal Guiani, para el pasado mes de diciembre el Estado Islámico ya había conseguido reclutar a unos 1.000 jóvenes filipinos en la zona sur del país. "Es alarmante y nuestras fuerzas de seguridad deberían investigar el asunto seriamente", subrayó.

Además, las Fuerzas Armadas de Filipinas, tras varios enfrentamientos con grupos rebeldes, han encontrado numerosas banderas del EI, aparte de artefactos explosivos improvisados, radios de comunicación, rifles de asalto, pistolas y diversos documentos.

De los grupos islamistas de Filipinas seguidores del EI, Abu Sayyaf es uno de los más violentos y se le atribuyen algunos de los atentados más sangrientos de los últimos años, además de numerosos secuestros con los que se financia.

Creado en 1991 por un puñado de excombatientes de la guerra de Afganistán contra la antigua Unión Soviética, Abu Sayyaf es uno de los numerosos grupos rebeldes del sur de Filipinas que permanecen activos, puesto que no participan en el proceso de paz iniciado pro el Gobierno de Manila en marzo de 2014.

Los "Defensores rojos de Dios"

Al margen de la acción gubernamental, un grupo insurgente cristiano del sur de Filipinas formado por unos 300 hombres, ha anunciado una lucha armada contra las formaciones islamistas de la región que se han declarado seguidoras del grupo terrorista Estado Islámico (EI), informan este medios locales.

El grupo, que se hace llamar los "Defensores Rojos de Dios" (Red God Defenders), ha explicado a los medios que su principal objetivo es proteger sus tierras, a sus familias y al pueblo de los ataques de los rebeldes islamistas, y quemaron una bandera del EI ante un grupo de periodistas, apunta hoy el portal de información Rappler.

"Siempre nos están atacando, incluso cuando lo único que hacemos es trabajar en nuestras granjas", dijo a los medios el portavoz de la nueva formación, Brother Asiong.

"Nos hemos visto forzados a armarnos. No queremos morir sin hacer nada", agregó Asiong, indica el diario Inquirer.

Cuatro décadas de conflicto separatista

Según los Defensores Rojos de Dios, el principal grupo contra el que lucha es el de los Luchadores por la Libertad Islámica del Bangsamoro (BIFF, por sus siglas en inglés), que llevó a cabo varios atentados en las localidades meridionales de Maguindanao y Sultan Kudarat el pasado diciembre, en los que murieron 11 personas.

Asiong aseguró asimismo que desde la década de los 70, unas 60 personas de sus comunidades han fallecido en ataques de los grupos islamistas. Según las autoridades, los miembros de esta nueva formación provienen del grupo indígena "Ilaga", una temida comunidad de granjeros cristianos.

Varios grupos radicales islámicos permanecen activos en el sur de Filipinas, donde más de cuatro décadas de conflicto separatista ha dejado entre 100.000 y 150.000 víctimas, ha paralizado el desarrollo de una región rica en recursos naturales y ha empobrecido a la población.