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Los cadáveres de los dos espeleólogos españoles han sido recuperados en Marruecos

  • El mal tiempo retrasa el traslado de los montañeros fallecidos a Uarzazate
  • El rescate de los cuerpos ha sido complicado debido a la orografía del lugar
  • El superviviente, Juan Bolívar Bueno, necesitará "varios días" de reposo

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Los cadáveres de los dos espeleólogos españoles han sido recuperados en Marruecos

Los cadáveres de los dos montañeros españoles accidentados hace varios días en el fondo de un barranco en el Atlas marroquí ya han sido recuperados. Se trata del inspector jefe de la Policía Nacional José Antonio Martínez, granadino de 41 años destinado en Almería, y del abogado Gustavo Virués, un gaditano de la misma edad, ambos espeleólogos experimentados. Mientras, el único superviviente del accidente, el policía Juan Bolívar Bueno, se recupera en una clínica.

Según explicó a Efe Zubeir Bouhout, director del Consejo Provincial de Turismo de Uarzazate, la provincia donde se produjo el accidente, los cuerpos de Virués y Martínez fueron sacados del fondo del barranco al filo del mediodía, si bien no podrán ser trasladados aún a causa del mal tiempo.

Los dos cadáveres van a ser trasladados lo antes posible al Hospital de Uarzazate, desde el cual serán luego repatriados a España, según ha explicado Bouhout. El traslado deberá esperar a que mejoren las condiciones meteorológicas, ha precisado un responsable del ministerio de Sanidad.

Bouhout ha añadido que se ocuparon de las operaciones de rescate efectivos de Protección Civil y de la Gendarmería Real (policía rural) de Marruecos, en colaboración con agentes españoles especializados, miembros del Servicio de Montaña de la Guardia Civil y de los Grupos Especiales de Operaciones de la Policía Nacional.

Un lugar de muy difícil acceso

La operación ha sido muy complicada debido a la orografía del barranco donde habían caído, de una profundidad de 400 metros y con paredes muy estrechas, pues en algunos tramos la separación es de apenas 40 centímetros.

En algunos lugares el barranco se estrecha en pasillos de solo 40 centímetros de ancho, por el que tuvieron que ser sacados los dos cuerpos para llevarlos a la superficie, ha precisado la cadena local 2M.

Según el canal, Bolívar, estaba consciente y pudo subir sin tener que ser llevado en brazos tras una complicada operación de rescate que duró seis horas en total.

El lugar donde se encontraban los dos espeleólogos conserva aún numerosos restos de nieve y hielo del invierno, lo que ha complicado las tareas de rescate este domingo y este lunes.

Un rescate de 6 horas

En su informativo de nocturno, M2 ha confirmado que fue un equipo marroquí de gendarmes y agentes de la Protección Civil los que sacaron del fondo del barranco al único superviviente.

Cuando los especialistas españoles de rescate llegaron a la zona, en la tarde de este domingo, ya los marroquíes estaban a punto de salir con Bolívar a la superficie, mientras que sus dos compañeros yacían en el fondo del barranco, a unos 400 metros de profundidad.

La televisión oficial no ha hecho ninguna alusión a las críticas aparecidas en España sobre la tardanza de Marruecos para autorizar la entrada de los especialistas españoles (que estaban listos desde 48 horas antes), sino que ha resaltado los "elogios" del gobierno español a Marruecos, probablemente en alusión a las palabras del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El regreso del superviviente, pendiente de su evolución

El único superviviente del grupo es el agente de la escala básica de la Policía Juan Bolívar Bueno, de 27 años, granadino destinado en Madrid, que ya ha sido rescatado y permanece hospitalizado en Marruecos.

En principio, el joven no tiene ninguna contusión ni presenta heridas, pero ha sufrido de hipotermia durante los varios días que ha estado en el fondo del barranco, además de estrés postraumático.

Se desconoce en qué momento regresará Bolívar a España, pues tras seis horas de rescate ha pasado el día sedado y necesitará "varios días" de reposo en Uarzazate, según han dicho a la prensa sus allegados.

Los tres españoles habían viajado al sur de Marruecos en un grupo organizado procedente de Sevilla, compuesto por nueve personas. Se separaron del grupo el lunes 30 y quedaron en encontrarse esa misma tarde o el martes pero, tras no saber nada de ellos, el jefe de la expedición presentó una denuncia el 1 de abril ante la Gendarmería marroquí y avisó al Consulado.