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Las bacterias intestinales permiten clasificar el efecto del lupus, la diarrea y la obesidad

  • Es la primera vez que cuantifican su efecto en base a estas bacterias
  • Han analizado las especies químicas producidas por las bacterias
  • La composición y diversidad de bacterias es diferente en personas sanas y enfermas

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Ilustración de la bacteria E.coli en el colon.
Ilustración de la bacteria E.coli en el colon.

Por primera vez se ha podido cuantificar y clasificar el efecto de enfermedades como el lupus, la diarrea infecciosa y la obesidad en el cuerpo humano basándose en la composición de las bacterias que componen el tracto gastrointestinal.

Ha sido a través de dos estudios coliderados por investigadores de la Universidad de Valencia y lde a Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (FISABIO) que publican las revistas Scientific Reports y ISME Journal, ha informado la UV.

Incidencia de las enfermedades en las bacterias

Los investigadores han analizado por primera vez la composición y diversidad de especies químicas producidas por las bacterias intestinales, que se conoce como metaboloma, en varios grupos de pacientes.

Un primer grupo estaba formado por pacientes con lupus, una enfermedad reumática sistémica y crónica. Un segundo grupo lo formaban pacientes con diarrea infecciosa causada por la bacteria patógena Clostridium difficile.

Finalmente, un tercer grupo estaba integrado por individuos sanos. Para ello, los investigadores separaron las bacterias del material fecal y extrajeron y analizaron por espectrometría de masas de última generación los metabolitos bacterianos.

El estudio sugiere que "una persona sana delgada tiene una composición y diversidad de especies químicas bacterianas muy diferente a la de una persona obesa", apuntan los investigadores, quienes afirman que eso no ocurre con los pacientes que tienen lupus.

Así, todos tienen un perfil metabólico gastrointestinal diferenciado al de los individuos sanos, independientemente de su índice de masa corporal e historial clínico.

Un análisis de pacientes con diarrea infecciosa reveló posteriormente que tener diarrea infecciosa también se asocia con un perfil metabólico gastrointestinal definido.

"Pudimos demostrar que los cambios inducidos por este patógeno (C. Difficile) son diferentes a los que son causados ​​por otros patógenos, por ejemplo Escherichia coli", comenta la investigadora María José Gosalbes.

Además, los cambios, cuando 'C. Difficile 'produce o no toxinas, causantes de daños graves en la salud, también son visibles y marcadamente diferentes.

La flora intestal, otro 'órgano'

La flora intestinal humana, conocida como microbiota, se puede considerar como un órgano adicional al cuerpo. Está formada por millones de bacterias que interaccionan entre sí y con el organismo, por lo que afectan su funcionamiento y salud.

Se sabe que múltiples trastornos intestinales, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, y enfermedades como la obesidad, el cáncer y enfermedades autoinmunes, pueden causar cambios en la composición de las bacterias intestinales.

Estos cambios, sin embargo, se han encontrado también en examinar individuos sanos de diferente edad, localización geográfica, dietas o tratamientos con antibióticos.

Hasta la fecha no se había aclarado qué enfermedades producen o no las mismas o diferentes alteraciones en la microbiota alterada y si sobre esta base es posible clasificar diferentes enfermedades.

Tampoco se sabía si en presencia de múltiples enfermedades o fisiopatologías hay alguna que domina a la hora de inducir cambios gastrointestinales.

"Definir estos cambios es importante, ya que puede depender no solo la progresión de la enfermedad sino también de nuestra salud", explica el catedrático de Genética de la Universidad de Valencia, Andrés Moya.

Este estudio conduce a nuevas oportunidades para investigar cómo las diferencias que aparecen por debajo de la jerarquía funcional, por ejemplo a nivel de poblaciones bacterianas, acaban finalmente en el mismo patrón químico específico para diferentes enfermedades.