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Un miembro de UGT dice al juez que pagó material sindical con su tarjeta B de Caja Madrid

  • Torres Posada señala que abonó octavillas y carteles de campañas sindicales
  • Gastó en una imprenta 30.000 de los 82.300 euros que cargó a su tarjeta B
  • A José Acosta le dijeron que las tarjetas "no eran para gastos eróticos"

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Los imputados por las tarjetas opacas dicen que eran un complemento salarial

El miembro de UGT Eduardo Torres Posada ha admitido este jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que utilizó la tarjeta opaca al fisco de Caja Madrid para comprar octavillas, carteles y circulares que formaban parte de campañas puestas en marcha por el sindicato, según han informado fuentes jurídicas presentes en su declaración.

Torres Posada ha declarado como imputado en la causa que investiga la concesión y uso de las tarjetas en Caja Madrid y Bankia, y dentro de la que el juez Andreu ha retomado este jueves los interrogatorios con la declaración de 13 imputados.

El sindicalista se gastó en una imprenta de la calle Jacometrezzo de Madrid casi 30.000 de los 82.300 euros que cargó a su tarjeta B. Ante el magistrado también ha admitido que utilizó la visa de la caja para pagar comidas con empleados del sindicato, camisas, zapatos, gasolina, viajes y gastos de telefonía.

Torres ha señalado que todas las dietas que recibió entre 2001 y 2006 como miembro de la comisión de control de la caja madrileña iban destinadas a una cuenta del sindicato, según marcaba el procedimiento interno de UGT. Así, ha indicado que esas aportaciones contaban con el visto bueno de la Sección Sindical de Gastos y de la Ejecutiva Federal, dirigida por Cándido Méndez.

"Estaba totalmente procedimentado", ha dicho en su declaración, donde ha explicado que, incluso, toda esta actividad debe estar justificada en el Informe Anual de la Comisión Ejecutiva Estatal del sindicato. Torres Posada ha reconocido que utilizó la tarjeta opaca meses después de dejar su cargo, ya que -según ha asegurado- desde la caja le dijeron que podía usarla "hasta que funcionara".

Declaran que era un complemento salarial

El expresidente de Renfe Miguel Corsini ha reconocido que en ninguna empresa le habían pagado así, ha dicho que entendía que la tarjeta opaca era un complemento de su sueldo, que era de libre disposición, y que tenía un límite de 25.000 euros anuales. Corsini ha recordado ante el juez que ya ha devuelto el dinero que gastó mediante un ingreso en el FROB.

El socialista Miguel Ángel Abejón, que fue vocal de la Comisión de Control de la entidad durante (2001 y 2011) y que gastó con su tarjeta 106.749 euros, ha dicho ante el juez que entendía que la tarjeta era un complemento a su retribución, de libre disposición, y aunque tenía límite mensual, la entidad le comunicó que no tenía que justificar los gastos.

De la misma manera, el exvocal del Tribunal Económico-Administrativo Municipal de Madrid Fernando Serrano Antón, que representaba a la Comunidad de Madrid, ha indicado también que la visa formaba parte de su "paquete retributivo" era de libre disposición, y tenía un límite de 25.000 euros al año. Serrano Antón, que gastó con 78.500 euros, ha dicho ante Andreu que la gente hablaba con total libertad de las tarjetas opacas en la Comisión de Control de Caja Madrid.

Las tarjetas se entregaban en la Comisión de Control

El exsecretario general de la patronal madrileña Alejandro Couceiro, que gastó más de 70.000 euros con la "black", ha asegurado, según las mismas fuentes, que la visa se entregaba en la primera reunión anual de la Comisión de Control.

La tarjeta no está para gastos eróticos

En la misma línea se ha expresado ante el juez Andreu el exdiputado socialista José Acosta (62.300 euros), que ha manifestado que, cuando la entidad le entregó la tarjeta opaca, le dijo que fuera prudente, no en la cantidad del gasto, sino en el objeto de la compra. "La tarjeta no está para gastos eróticos", le dijeron en la entidad, según las mismas fuentes.

El exconsejero de Red Eléctrica Juan Iranzo (46.800 euros) ha reconocido ante Andreu que pese a asistir a varios consejos de algunas compañías nunca había visto una retribución igual, pero no lo vio raro y entendió que era un complemento a su retribución.

El juez Andreu ha llamado a declarar mañana a otra docena de imputados, entre los que se encuentra el exjefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno (223.900 euros), uno de los hombres de confianza de Miguel Blesa, Matías Amat (431.000 euros); o el miembro propuesto por CC.OO. Gabriel María Moreno (20.400 euros).

También declararán el integrante de la Comisión del Control a instancias del PP Jorge Rábago (8.000); el exdirector de organización de Caja Madrid Ricardo Morado (448.300); el expresidente de NH Hoteles Mariano Pérez Claver (379.500); y el exdirector de comunicación de la caja Juan Manuel Astorqui (292.993).

Igualmente están llamados ante el juez el exconsejero ejecutivo Carlos María Martínez (276.000); la ex directora gerente de la Obra Social Carmen Contreras (266.800); el exresponsable de créditos a empresas Carlos Vela (249.200); el citado Spottorno; el exresponsable de Riesgos Ramón Martínez Vilches (91.200) y el expresidente de Inversis Luis Enrique Gabarda (139.700).

Andreu ha citado en total a 67 de los 82 usuarios de las tarjetas opacas con las que cargaron 15,5 millones de euros entre 1999 y 2012.