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Materiales y tecnología para imprimir en 3D baterías recargables

  • El grafeno es la base para la impresión 3D de piezas electrónicas
  • Gracias a este nanomaterial se pueden fabricar baterías a medida

De momento existen prototipos que funcionan como las pilas AA convencionales

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Una batería de nueva generación a partir de un filamento de grafeno.
Una batería de nueva generación a partir de un filamento de grafeno.

La impresión 3D ha experimentado un importante avance en los últimos años, con todo tipo de dispositivos cada vez más baratos al alcance de la gente corriente y con posibilidades que han dejado volar la imaginación de los ingenieros.

Entre otras cosas permiten crear fácilmente prototipos y gadgets a medida en unas pocas horas. Algo que demás va a poder hacerse combinando diversos materiales para que sean completamente funcionales.

Y es que las impresoras 3D no solo pueden imprimir en plástico: diversos compuestos químicos permiten imprimir en materiales conductores de la electricidad, con productos químicos como el azúcar o incluso con la posibilidad de imprimir con materiales orgánicos.

Grafeno para imprimir

Ahora una empresa llamada Graphene 3D Lab ha realizado una demostración que va más allá todavía: utilizando grafeno, un nanomaterial ligero y flexible -creado con capas de carbono de tan solo un átomo de grosor- se puede crear la materia prima con la que "imprimir" diversos circuitos electrónicos e incluso pequeños componentes.

Mediante esta técnica han podido crear en laboratorio una batería recargable, con capacidad equivalente a la de las pilas AA: la batería se carga, pone su voltaje a trabajar junto con otros circuitos y cuando se gasta puede volver a recargarse.

Lo importante es que esta batería puede tener cualquier forma y, aún más, integrarse en cualquier recoveco durante el proceso de fabricación: de este modo puede adaptarse a la forma de los diferentes dispositivos modernos, cada vez más pequeños y complejos, desde gafas a relojes o cámaras de todo tipo.

El negocio detrás de todo esto está, por una parte, en la fabricación del filamento de grafeno que se utiliza para la impresión electrónica, y por otra en los dispositivos a medida ya integrados.

Dependiendo además del tipo de proyectos de que se trate, la propia empresa vende incluso las impresoras 3D ya preparadas para comenzar a fabricar: una forma de conseguir la electrónica completamente a medida.