Un nuevo informe atribuye el accidente de Castuera al giro "repentino" de la excavadora

• Señalan que ante el giro "no cabía la posibilidad de reaccionar
• En el accidente del microbús de Castuera murieron cinco menores

El giro por sorpresa de la máquina excavadora, ante el que "no cabe la posibilidad de reaccionar", fue el factor causante del accidente ocurrido en el mes de mayo en las cercanías de Castuera y en el que murieron cinco niños de Monterrubio de la Serena.

Así se desprende del informe pericial 12/14 elaborado por el departamento de Investigación y Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil, al que ha tenido acceso EFE.

El informe incluye cuatro supuestos y toma como referencia en todos ellos la invasión del carril izquierdo "de manera brusca y repentina" por parte de la máquina retroexcavadora.

Se trata de cuatro supuestos en los que se altera la velocidad del autobús cuando va adelantando a la máquina y solamente en uno de ellos se podría haber evitado el accidente, concretamente si el autocar hubiese ido todavía a velocidad muy superior a la que ejecutaba dicho adelantamiento, si hubiese sido a cien kilómetros por hora o más.

En los otros tres supuestos, que hablan de 70 km/h, 80 km/h y 84 km/h, se produce la colisión porque el autocar no puede evitar el impacto contra la excavadora ante la maniobra repentina del conductor.

Sin espacio para frenada de emergencia

Además, el estudio concluye que el autobús no hubiese evitado el impacto con frenada de emergencia a menor velocidad porque no hay espacio suficiente para que esa reacción sea eficaz para evitar la colisión.

Este nuevo informe abunda en los argumentos del anterior emitido por la Guardia Civil, que trascendió en el mes de julio y que concluía que cuando el autobús desarrollaba el adelantamiento de la excavadora y ocupaba el carril izquierdo de la carretera se encontró "sorpresivamente" con su trayectoria irrumpida por la maniobra de la excavadora, que "no respetó la prioridad del autobús".

Aquel informe determinaba que el conductor de la excavadora no alertó del propósito para iniciar su cambio de dirección, como tampoco pudo comprobar su viabilidad, aunque comenzó dicha maniobra de giro hacia la izquierda, con lo que ocupó el carril opuesto y obstruyó con la pala cargadora el paso del autobús.