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La huella de un imperio musulmán, desde Andalucía a Egipto

  • Una exposición ilustra sobre los imperios musulmanes en Andalucía y África
  • Podrá visitarse en el museo del Louvre entre el 17 de octubre y el 19 de enero
  • Casi 300 obras de arte islámico producidas entre los siglos XI y XV

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Capitel, Ceuta
Capitel, Ceuta

En el año 711 el general magrebí Tariq atraviesa el Estrecho de Gibraltar y vence en la batalla de Guadalete al rey visigodo Don Rodrigo dando inicio a la dominación musulmana en España. La memoria colectiva cristiana contempla la reconquista de la península como una apasionante epopeya, pero los ocho siglos transcurridos hasta que los Reyes Católicos firmaran las capitulaciones de Santa Fe en la Granada de 1492, fueron testigos de mucho más que eso.

Entre el 17 de octubre y el 19 de enero, el Museo del Louvre en París ofrece en la exposición Marruecos medieval, un imperio de África en España, un recorrido por casi 300 obras que ilustran la realidad histórica y artística de este apogeo, considerado clave para entender el Marruecos moderno.

Mientras el occidente cristiano se convertía en la tumba de la vieja Roma y en la cuna de la nueva Europa, en esos casi 800 años el occidente islámico experimentó sus propias dinámicas políticas y culturales, estrechamente relacionadas con la motivación religiosa.

Entre los siglos XI y XV, tras el declive de Al Andalus, nuevas y pujantes dinastías musulmanas procedentes del norte de África irrumpieron en la península ibérica. Almorávides, almohades y meriníes unificaron un espacio político y cultural que, centrado en el territorio ocupado por el actual Marruecos, se extendía hasta Andalucía. Sus conquistas abarcaron desde el sur del desierto del Sáhara hasta el norte de Argelia y Túnez, uniéndolos en un vasto imperio con los viejos dominios en España.

En orden cronológico, la muestra arranca con el nacimiento del reino Idrisida, establecido por Idris I tras ocupar en 789 la antigua colonia romana de Volubilis. A pesar de la escasez de piezas pertenecientes a esta etapa, podrán contemplarse una colección de monedas de plata y un minbar (púlpito) de una mezquita andalusí, considerado una de las obras maestras dentro de la exposición.

Tesoros de un dominio cambiante

Los almorávides, de tendencia religiosa fundamentalista suní, crecieron tras una fusión de tribus nómadas bereberes. Sus conquistas militares unificaron entre 1049 y 1147 un imperio islámico desde el norte de España hasta el Sahara situando la capital en Marrakech. Una estela tallada en Almería y descubierta en Gao, Mauritania, es testimonio del desarrollo propiciado por estas dinastías.

Numerosos objetos elaborados en los talleres de la España musulmana nutrirían las caravanas comerciales y reaparecerían después en los tesoros de algunos templos católicos, como la casulla de San Exupère de la basílica de San Sernin de Toulouse, expuesta en la colección.

En la segunda mitad del siglo XII, una reforma espiritual responde a la desintegración del poder central. Bajo la guía del proclamado mahdi Ibn Tumart las tribus bereberes del sur de Marruecos se unen para conquistar el imperio almorávide y adoptaran el nombre que les darían sus correligionarios de la parte ibérica: almohades -los que proclaman la unidad de Dios-. Entre116 y 1269 extenderían sus dominios hasta Libia.

Los almohades practicarán una particular difusión de su código religioso y espiritual a partir del desarrollo de una cultura visual basada en la caligrafía. Como pieza de gran valor, la exposición parisina incluye un manuscrito del filósofo judío Maimónides, nacido en Córdoba en 1138 y testigo privilegiado de este tiempo.

Actividades complementarias

La conquista de Marrakech en 1269 por la tribu bereber de los meriníes señala el inicio de la última etapa analizada en esta exposición. La capital del imperio se traslada a Fez donde se construirían importantes madrasas, escuelas coránicas, embellecidas con las más ricas ornamentaciones, de las que podrán admirarse ejemplos en la muestra.

Como complemento a la exposición ofrecida en las instalaciones del museo, se celebrarán además actividades en torno las temáticas relacionadas con este período histórico. Los iteresados podrán asistir a una mesa redonda sobre restauración y conservación así como a sesiones de lectura, proyecciones audiovisuales, conciertos y espectáculos.

La muestra ilustra un tiempo apasionante situado entre siglos de conquista, civilizaciones viejas que desaparecían y el germen de la Europa futura. Un evento que el Louvre organiza en colaboración con la Fundación Nacional de Museos Marroquíes.