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Miles de estudiantes de Hong Kong llaman a la huelga y el boicot para pedir más democracia

  • Inician una protesta de cinco días por las restricciones al sufragio universal
  • Pekín teme que estas movilizaciones se extiendan a otras ciudades

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Estudiantes de varias universidades desafían en Hong Kong el poder del Partido Comunista chino.
Estudiantes de varias universidades desafían en Hong Kong el poder del Partido Comunista chino.

Miles de estudiantes han iniciado una huelga de cinco días sin precedentes en Hong Kong para pedir más democracia. En concreto, protestan por las restricciones al sufragio universal en las elecciones generales de 2017, impuestas por el Gobierno chino a finales de agosto.

Unos 10.000 estudiantes, según los organizadores, vestidos de blanco y con lazos amarillos, han desafiado el sofocante calor y se han congregado en la explanada de la Universidad de China en Hong Kong para secundar el parón universitario e iniciar la masiva protesta, lo que subraya la determinación de una generación en desafiar el poder del Partido Comunista chino.

"Tenemos la responsabilidad de estar aquí y de luchar por una democracia plena para Hong Kong", ha dicho a la agencia Efe Leanne Lo, estudiante de trabajo social de la Universidad de Hong Kong, mientras colocaba en una pared mensajes prodemocráticos escritos por estudiantes en el recinto universitario, a 25 kilómetros de la frontera con China.

"El boicot debe suceder. Desobece y cumple tu destino", rezan los carteles.

'No' al sufragio universal con restricciones

La huelga forma parte de los primeros actos llevados a cabo en respuesta a la campaña de "desobediencia civil", lanzada por grupos prodemocráticos el pasado 31 de agosto a favor de una mayor apertura democrática para Hong Kong por parte de China.

Esta iniciativa surgió horas después de que el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China anunciara la instauración del sufragio universal para las elecciones al jefe del Gobierno en Hong Kong en 2017, pero con restricciones. El sufragio universal ofrecido por las autoridades de Pekín permitirá a los ciudadanos de Hong Kong poder ir a las urnas por primera vez para elegir a uno de los dos o tres candidatos, previamente seleccionados por una comisión especial formada por 1.200 miembros como forma de asegurarse candidatos afines.

El anuncio de esta preselección, que estará dirigida por el Gobierno de Pekín, fue la mecha que ha llevado este lunes a los miles de estudiantes a iniciar la huelga.

"No descartamos huelgas de trabajadores o boicots fiscales", ha señalado Nathan Leung, miembro de la organización Acción Socialista, que intenta persuadir a los estudiantes de sumarse a su causa.

Una generación joven desafía a Pekín

De momento, los jóvenes, pertenecientes a 25 instituciones universitarias y de estudios superiores, organizados a través de la Federación de Estudiantes de Hong Kong y la asociación Scholarism, protagonizan esta campaña de desobediencia civil, con el beneplácito de unos 400 profesores y personal no académico.

Que la población pueda presentar a sus candidatos políticos para las elecciones de 2017 y que Pekín rectifique su reforma política propuesta para Hong Kong o que, en caso de que eso no ocurra, que el jefe de Gobierno presente su dimisión, son las demandas principales de la huelga, ha explicado ante la masa estudiantil el secretario de la organización, Alex Chow Yong Kang. "La huelga de estudiantes puede durar sólo una semana, pero habrá más movilizaciones más adelante", ha anunciado.

A partir de este martes, los manifestantes trasladarán sus protestas a las proximidades de las oficinas del Gobierno de Hong Kong, donde permanecerán los próximos cuatro días, en los que ofrecerán cerca de un centenar de charlas con la asistencia de académicos y activistas prodemocráticos.

Preocupación en los círculos empresariales

El jefe del Gobierno de Hong Kong, Cy Leung, ya advirtió hace unos días de que estas acciones podrían poner en riesgo el sufragio universal propuesto por Pekín para elegir a su sucesor.

Además, líderes empresariales también han condenado los planes del movimiento Ocuppy Central, que aboga por paralizar el centro financiero de Hong Kong en cualquier momento a través de una sentada con carácter indefinido.

La gestión de la ex colonia británica es todo un desafío para Pekín, que está preocupado por si las movilizaciones en Hong Kong y Macao pueden extenderse a otras ciudades y amenazar el poder del partido comunista.

Hong Kong volvió a dominio chino en 1997 con un alto grado de autonomía y libertades que no disfrutan en el resto del continente.