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La nostalgia de la generaciLa nostalgia de la generación EGB triunfa en la Feria del Libro

  • Yo fui a EGB dispara las ventas en papel tras su éxito en internet
  • La vuelta a los 80 impulsa la industria editorial
  • Un libro nacido en las redes sociales

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Este año en la feria del libro ha triunfado la nostalgia

Hablar de los 80 remite a un universo vinculado a la vida cultural de una época, a la música y a una actitud renovadora frente a lo establecido. Pero los 80 no fueron igual para todos. España aún era un país que despertaba y para grandes segmentos de población la experiencia del día a día fue mucho menos trepidante.

Lo que sí compartieron las generaciones que crecieron entre los años 70 y 90 fue el sistema de escolarización impuesto en todo el territorio por la Ley de Educación de 1970. Sobre todo la primera fase, llamada “Educación General Básica”. Muchos no pasaron al “instituto”, pero los ocho cursos de la EGB marcaron la vida de casi todos.

El sistema de enseñanza nos llevó a equipar la "cartera del cole" con "compases", "rotrings", "cartabones y escuadras" y "rotuladores Carioca". Los legendarios "cuadernos Rubio" domaron la caligrafía de miles de escolares en interminables tardes de "deberes", compaginados con una programación televisiva que aún vive en la memoria nostálgica de muchos.

Yo fui a EGB, de Javier Ikaz y Jorge Díaz compone un retrato de los detalles cotidianos de ese tiempo. Han triunfado en la Feria del Libro de Madrid y no solo lo han hecho desde el simple relato impreso en un libro de papel.

Experiencia "digital" y sensaciones "analógicas"

Aquellos niños que estudiaron hasta "octavo" son ahora gente normal que cruza los cuarenta y que ha vivido en primera fila la irrupción de internet. Un par de generaciones que se han "digitalizado" sin perder de vista el encanto de un pasado "analógico".

Y esta ha sido la clave del éxito de Yo fui a EGB, un libro cuya idea nació en internet para rememorar los "buenos tiempos". Así lo reconoce Jorge Díaz: "Nosotros surgimos en lo digital y se ha creado una comunidad muy fuerte. En Facebook somos 770.000 seguidores y mantenemos un feedback constante. Publicamos una entrada cada hora, hay muchísimos comentarios, la gente participa muchísimo".

Además, los autores mantienen un blog activo que ha cosechado la misma respuesta. "En el blog tenemos más de dos millones de visitas al mes", reconoce Díaz. Pero ninguno de los dos pierde de vista las motivaciones de su éxito editorial. Sus lectores “buscan parte de sus recuerdos y encuentran sensaciones. Hay gente que nos ha dicho sobre muchas de las fotos que ven, que están oliendo en ese momento lo que representa esa imagen, esa leche quemada, un chicle o las ceras (…) El libro está lleno de esas cosas, de sensaciones y de momentos que tienes que haber vivido en aquella época para saber de qué hablas", explica Jorge Díaz.

Y asiente su compañero: “El libro podría ser la vida de cualquier persona que haya vivido en esos años”.

Éxito comercial

La década de los 80 sigue manteniendo su atractivo y este año ha pesado el centenario de la I Guerra Mundial. Sin embargo, los públicos consolidados en internet de El Rubius y de Yo fui a EGB han disparado las ventas de las obras en papel de sus autores.

El pasado y el futuro se postulan como los ganadores en las preferencias de los lectores en una Feria del Libro "con resultados moderadamente optimistas" según su director Teodoro Sacristán a falta de los balances definitivos.

“Hay una especie de querencia por mirar hacia atrás” comenta Javier Ikaz. “Hay muchos libros en los que se ha hablado de este tema y creo que el acierto del nuestro ha sido emplear el término EGB para hablar de los años 70, 80 y 90 (...) Se usa 'eso es muy EGB' para decir que algo es muy setentero, muy ochentero”.

Óscar del Castillo, del departamento comercial de Penguin Random House, certifica el éxito de la obra de Ikaz y Díez:"Entre 2013 y lo que llevamos de este año hemos vendido 150.000 ejemplares, superando a autores de la casa con gran renombre y ventas muy fijas (...) Desde un primer momento a nivel editorial, cuando vimos el concepto del libro y vimos definitivamente el libro físico, dijimos: esto es un caballo ganador".