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Muere con 13 años 'Esperanza', la primera lince criada por humanos

  • Fue encontrada hace 12 años en el Parque Nacional de Doñana
  • Dio a luz tres camadas y ayudó a preservar el lince ibérico
  • Esperanza ha pasado los dos últimos años en el Zoo de Jerez

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Fotografía de archivo de la hembra de lince ibérico Esperanza en el Centro experimental de cría en cautividad del Línce Ibérico de Doñana.
Fotografía de archivo de la hembra de lince ibérico Esperanza en el Centro experimental de cría en cautividad del Línce Ibérico de Doñana.

Esperanza es el primer ejemplar de lince ibérico criado por humanos desde que fue encontrada en 2002 en Coto del Rey (Huelva). Esta hembra de lince ha muerto a los 13 años, después de haber hecho una larga contribución al Programa de Cría en Cautividad de la especie.

Durante doce años fue huésped del centro de cría El Acebuche en Doñana, después de que, cuando aún era casi recién nacida, la encontraran investigadores de la Estación Biológica de Doñana en pleno corazón del Espacio Natural de Doñana, según ha informado en un comunicado el Programa de Conservación Life+Iberlince.

Los cuidados de los técnicos, con alimentación a biberón, le permitieron recuperarse y desde entonces se convirtió en un símbolo para la recuperación de la especie.

Contribución a la preservación del lince ibérico

Desde entonces, han indicado,  esta hembra se convirtió en "parte del futuro de la especie", ya que "delgadita y a punto de morir consiguió despertar a todos aquellos que preocupados por la conservación no encontraban un espacio para compartir, entre ellos Ministerio de Medio Ambiente, investigadores, administraciones locales y autonómicas".

Durante esos, años en el programa de cría en cautividad, Esperanza dio a luz tres camadas de cachorros que "compartió generosamente" para, precisamente, contribuir a la recuperación de esta especie amenazada de la que hace 13 años ella era uno de los pocos ejemplares que quedaban.

Hace dos años 'Esperanza' fue trasladada desde Doñana al Zoobotánico de Jerez, donde "enseñó a los visitantes toda la fuerza y la belleza de un lince ibérico y que no existe mayor patrimonio que proteger que aquel que puede ser irrecuperable"..

El proyecto Life+Iberlince ha publicado una despedida en su web: "Gracias Esperanza, por recordarnos hoy la ilusión primera de aquellos días y por las tres camadas que generosamente compartiste (...) y gracias por terminar tus días enseñándole a los niños en el Zoo de Jerez toda la fuerza y la belleza de un lince ibérico y que no existe mayor patrimonio que proteger que  aquel que puede ser irrecuperable".