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Una treintena de inmigrantes se encarama a la valla de Melilla pero la mayoría vuelve a Marruecos

  • Unos 200 inmigrantes subsaharianos han tratado de entrar en Melilla
  • Los últimos subsaharianos de los 27 encaramados bajan tras 10 horas

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Dos inmigrantes aguantan diez horas subidos a la valla de Melilla

Después de pasar más de diez horas subidos a una altura de seis metros, los dos últimos de los 27 inmigrantes que permanecían encaramados a la valla de Melilla desde la mañana de este jueves han retornado a Marruecos, según han informado fuentes policiales a Efe. Eran los últimos protagonistas de los 150 subsaharianos que han intentado de forma masiva entrar en Melilla.

Cerca de una treintena de inmigrantes se ha quedado en la parte alta de la valla tras el salto masivo que han protagonizado entre 150 y 200  subsaharianos a las 9.00 horas por la zona de Rostrogordo, en la parte  norte del perímetro

Según han informado fuentes policiales, sobre las 15.00 horas, alrededor de una veintena de subsaharianos ha descendido del lugar en el que habían permanecido.

Los inmigrantes han bajado desde una altura de seis metros, algunos de ellos descendiendo por la propia verja y otros ayudados por una escalera que han colocado las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Visiblemente cansados, con los músculos entumecidos, los subsaharianos  ponían fin a una aventura de muchas horas, que comenzaron con fuerza,  coreando gritos de "Libertad, libertad" y "España, España".

Un grupo de siete permanece encaramado

Tras descender, las autoridades marroquíes se han hecho cargo de estos subsaharianos, mientras que un grupo de unos siete continúa aún encaramado, uno de ellos en lo alto de una farola.

Los periodistas que se encontraban en la zona han sido desalojados del lugar por la Guardia Civil.

Uno de los inmigrantes ha tenido que ser auxiliado por sus propios compañeros y por agentes de la Guardia Civil, tras sufrir una lipotimia por la que tuvo que ser trasladado hasta el Hospital Comarcal de Melilla, tras un gran esfuerzo para bajarle.

El cansancio hacía mella entre los inmigrantes y uno de ellos, sobre las 14.00 horas, decidió bajarse y abandonar su intento de acceder a territorio español. Una hora más tarde, la mayoría hacía lo mismo y descendían del vallado, quedando alrededor de siete todavía subidos.

Presión migratoria

Melilla está viviendo una extrema presión migratoria que no cesa desde hace semanas, lo que mantiene en alerta constante a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Ya el viernes pasado, cuando se produjo la última entrada consumada a la ciudad autónoma, un inmigrante que se encontraba subido a una  farola situada junto a la valla que separa Melilla de Marruecos, a  diez metros de altura, se tuvo que bajar voluntariamente después de  más de cuatro horas en lo más alto.

Este joven finalmente logró pasar  a suelo español. Sin embargo, otros 15 inmigrantes que se encontraban  encaramados a la valla exterior de Melilla desde primeras horas de la  mañana tuvieron que descender, unos de forma voluntaria y otros  obligados por las fuerzas policiales porque aún no habían logrado  pasar a territorio español. Todos ellos quedaron en territorio  marroquí.

Estos hechos ocurrieron después de que una decena de inmigrantes  sí consiguiera entrar en Melilla tras un intento de salto masivo a la  valla en el que participaron unas 800 personas de origen  subsahariano.