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Obama y Castro: un saludo histórico que no entierra el desencuentro entre EE.UU. y Cuba

  • Los líderes de EE.UU. y Cuba se han saludado en un gesto sin precedentes
  • El funeral también ha dejado otros encuentros más o menos infrecuentes
  • Especial: Muere Nelson Mandela

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Obama saluda a Raúl Castro en el funeral de Mandela

La reconciliación de Nelson Mandela ha trascendido hasta casi después de su muerte. Su funeral  en el estadio de fútbol de Johannesburgo ha propiciado encuentros más o menos infrecuentes entre líderes internacionales y un saludo histórico: el del presidente de EE.UU. Barack Obama con el cubano Raúl Castro.

Antes de subir al estrado para rendir tributo al expresidente sudafricano, fallecido el pasado jueves a los 95 años, Obama se ha detenido unos segundos ante el líder cubano y ambos se han estrechado las manos y han intercambiado algunas palabras. Un gesto público inédito entre los presidentes de dos potencias enfrentadas desde hace más de medio siglo aunque hayan querido quitarle importancia.

"Es algo normal, somos civilizados", ha declarado Castro en una breve entrevista con la emisora La F.m de Colombia desde Johannesburgo. "No estaba planificado", ha asegurado, por su parte la Casa Blanca.

Sin embargo, pese al apretón, Obama no ha tendido la mano a rebajar tensiones con la isla caribeña. De hecho, en su discurso, además de elogiar la figura de Mandela, ha aprovechado para lanzar un mensaje político: "Hay líderes que muestran solidaridad con la lucha de Mandela pero no liberan a su propio pueblo”.

Obama: "No solo liberó a los presos sino también a los carceleros".

"Tenemos que seguir actuando en nombre de la paz (...) Aún hay líderes que se resisten a hacer reformas modestas que acaben con la pobreza y la desigualdad", ha subrayado entre aplausos ante el vicepresidente chino Li Yuanchao y el dictador de Zimbabue, Robert Mugabe.

Minutos después, en una intervención más institucional, Castro ha recordado la estrecha relación entre la "lucha de los pueblos cubanos y africanos" contra el colonialismo.

"Mandela fue un ejemplo de insuperable para América Latina y el Caribe" y un "símbolo supremo" de la "lucha revolucionaria", "un profeta e la unidad y de la reconciliación", que supo dirigir a su pueblo "en  la batalla contra el 'apartheid' y en el camino hacia una nueva nación", ha destacado. Según Castro,  "Cuba tiene sangre africana", porque también luchó "por la  libertad y por el fin de la esclavitud", por lo que "el pueblo cubano  ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África".

Bromas y polémicos invitados

El funeral de Mandela también ha reunido a los expresidentes norteamericanos Bill Clinton y George W. Bush, que han charlado animadamente, en compañía de sus familias.

Menos comunicativos han estado el presidente francés François Hollande y su predecesor Nicolas Sarkozy, que apenas se han dirigido a la palabra aunque estaban sentados al lado.

Tres generaciones de premiers británicos han acompañado a David Cameron hasta Johannesburgo: John Mayor, Tony Blair y Gordon Brown.

También ha habido momentos de distensión. Como el protagonizado por la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, con Cameron y Obama. La animada charla de los tres dirigentes ha terminado con un autorretrato -muy comentado en las redes sociales- y que, a juzgar por el gesto, no parece haber sentado demasiado bien a la primera dama de EE.UU.

asistencias polémicas, como la del dictador Mugabe, la del presidente sudanés, Omar al Bashir, sobre el que pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra.

Y si el apretón de manos entre Obama y Castro ha sido la nota política del funeral, el afectuoso abrazo entre Winnie, la segunda esposa de Mandela, y su viuda Graça Machel, ha marcado la 'reconciliación' familiar de una saga enfrentada por la herencia.  Menos mal que el legado político y humano de Madiba es para toda la Humanidad y no hay que repartirlo.