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Edward Snowden, el genio de la informática desencantado con su gobierno

  • Trabajó como ayudante para la CIA y para empresas de subcontrata con la NSA
  • Su genialidad para la informática le permitió ascender en los servicios secretos

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Edward Snowden protagoniza otra gran filtración en EE.UU.

“Tranquilo, tolerante, inteligente y humilde. Y, sobre todo, un genio de la informática”. Así es como han descrito los periodistas que entrevistaron a Esward Snowden, el hombre que ha saltado a la fama por filtrar información confidencial sobre el programa de vigilancia de Estados Unidos.

"Es importante enviar el mensaje al Gobierno de que la gente no se  amedrentará", ha afirmado Snowden” al diario estadounidense The Washington Post. El joven trabajó como ayudante técnico para la CIA y  posteriormente a través de empresas de subcontrata para la NSA.   Actualmente trabaja para la empresa de seguridad Booz Allen Hamilton,  que realiza también labores para la NSA, según ha revelado el diario The Guardian.

Snowden ha reconocido que con sus revelaciones renuncia a una vida  muy cómoda, con un salario de unos 200.000 dólares al año, una novia con la que vivía en Hawai y una familia a la que quiere.

Los primeros años de su vida los pasó en Elizabeth City, Carolina del Norte, para después mudarse a Maryland, cerca de una sede de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Tras un fugaz paso por el Ejército, su primer trabajo con la NSA fue como guardia de seguridad y, de allí, a la CIA.

Pronto, su facilidad y destreza con los ordenadores le permitieron pronto ascender en los servicios de inteligencia.  En 2007 la CIA lo envió con estatus diplomático a Ginebra donde, dijo  a The Guardian, encontraría “muchas cosas que le desilusionaron”.

Vida cómoda y un sueldo de 200.000 dólares

Snowden comenzó a trabajar para la NSA tras salir de la CIA en 2009. Pero esta vez lo hizo como asesor de contratistas externos con la consultoría Booz Allen Hamilton, donde fue asignado a un equipo de Hawai desde el que tuvo acceso a la información secreta. Al parecer tenía un sueldo de 200.000 dólares anuales.

Hace unas tres semanas Snowden preparó el último grupo de  documentos que revelaría y le dijo a su jefe de la oficina de NSA en Hawai que se tomaría "varias semanas" libres para iniciar un tratamiento para la epilepsia, una enfermedad que se había manifestado el último año con varios ataques.

El 1 de mayo, Snowden abandonó su casa de Waipahu, en Hawai, donde residía con su novia.  A su novia también le dijo que se marchaba durante unas semanas, pero no le quiso concretar la razón. "No es raro para alguien que ha  pasado la última década trabajando en el mundo de los servicios  secretos", ha argumentado. El 20 de mayo tomó un vuelo hacia Hong  Kong.

Visado temporal en Rusia

Al llegar a Moscú, pidió asilo a varios países, entre ellos,  Ecuador, Venezuela y Rusia. Su estancia generó nuemerosos conflictos diplomáticos y enturbió las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. Tras permanecer varias semanas en el aeropuerto por miedo a ser deportado, el ex analista recibió el asilo temporal con vigencia de un año por parte del gobierno de Vladimir Putin.

El 1 de agosto de 2013, Edward Snowden abandonó el aeropuerto de Sheremetyevo en Moscú y entró formalmente en territorio ruso tras recibir el asilo pudiendo desplazarse libremente por todo el país, donde reside actualmente. Meses después, en octubre de 2013 reapareció en Moscú para ser galardonado con el Sam Adams Award por haber defendido la integridad y las buenas prácticas de los servicios de inteligencia.

Desde el primer momento, Snowden se ha mostrado consciente de las consecuencias para su vida que tendría su intención de revelar los datos. "Quiero  sacrificar todo esto porque no puedo tener la conciencia tranquila y  permitir que el Gobierno de Estados Unidos destruya la privacidad, la  libertad de Internet y las libertades más básicas de la gente de todo  el mundo con esta gigantesca máquina de vigilancia que están  construyendo en secreto", dijo a The Guardian.

Ahora, ha asegurado al diario, su “principal temor es que vayan a por mi familia, mis amigos, mi pareja, cualquier persona con la que pueda tener relación”. Y añade: “Las autoridades actuarán contra cualquier persona que me conoce. Eso sí me quita el sueño”.