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Ariel Castro, el "monstruo de Cleveland", encontrado muerto en su celda

  • Condenado a cadena perpetua por el secuestro y violación de tres jóvenes
  • La autopsia revela que el suicidio por ahorcamiento fue la causa de su muerte
  • Estaba bajo vigilancia pero no contaba con protección frente al suicidio
  • Su abogado pedirá una investigación "a fondo"

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Ariel Castro, "el monstruo de Cleveland", aparece ahorcado en su celda

Ariel Castro, condenado a cadena perpetua por el secuestro y violación de tres jóvenes de Cleveland (EE.UU.) durante una década, ha sido encontrado muerto en su celda, según ha informado este miércoles la CNN.

Los funcionarios de la cárcel de Orient, Ohio, han encontrado a Castro, de 52 años y origen puertorriqueño, ahorcado en su celda hacia las 21.20 hora local (01.20 GMT). Sus esfuerzos por reanimarle resultaron infructuosos. Trasladado al centro médico de la Universidad del estado de Ohio, su muerte fue confirmada a las 10.52 hora local (02.52 GMT).

El reo estaba bajo protección especial lo que significa que permanecía en una celda solo y era objeto de una vigilancia estrecha con rondas escalonadas cada 30 minutos, explica el comunicado.

Los resultados preliminares de la autopsia efectuada al cuerpo de Ariel Castro, concluyen que la causa de su muerte ha sido el suicidio por ahorcamiento, aunque su abogado ha advertido que su muerte se investigará a fondo. Aún están pendientes los resultados de las pruebas de toxicología.

Su abogado pide una investigación a fondo

El abogado de Castro, Craig Weintraub, ha declarado al programa Today de la cadena NBC que ha pedido una investigación a fondo de las circunstancias de la muerte de su cliente.

Ariel Castro, el "monstruo de Cleveland", encontrado muerto en su celda.

La familia de Castro "está devastada por la noticia", ha dicho Weintraub, quien ha confirmado que Castro había sido trasladado a la prisión hace unas dos semanas y sus familiares, desde entonces, lo visitaron un par de veces.

Weintraub reconoce que mucha gente celebrará la muerte de Castro, pero que él "irá hasta el fondo" para determinar las circunstancias. "Éste es un ser humano. No vamos a dejar que las cosas queden así".

Castro estaba bajo una estrecha vigilancia en prisión, pero no contaba con protección frente al suicidio. Su letrado también ha revelado que las autoridades penitenciarias rechazaron hace dos semanas una petición para que un psicólogo forense examinara las "tendencias suicidas" de su cliente.

Por su parte, John O'Brien, portavoz de la oficina del alguacil del condado de Cuyahoga, ha explicado que Castro fue puesto bajo vigilancia para evitar un posible suicidio cuando fue detenido en mayo, pero tras una evaluación psicológica se decidió eliminar esa protección.

Ante las numerosas peticiones de la prensa, la firma de abogados que representa a las tres víctimas de Castro, Michelle Knight, Amanda Berry y Gina DeJesús, ha señalado que ninguna de las tres ni sus familias prevén hacer declaraciones.

Condenado a perpetuidad

Castro aceptó en julio la condena a cadena perpetua, sin opción a libertad condicional, para evitar ser ejecutado. Se enfrentaba a 977 cargos en su contra, por el secuestro y violación de Gina DeJesus, Michelle Knight y Amanda Berry.

Las jóvenes desaparecieron entre 2002 y 2004 y lograron escapar de su captor el pasado 6 de mayo de este año. También la hija que una de ellas, Amanda Berry, tuvo con Castro durante su cautiverio y que hoy tiene seis años.

"No soy un monstruo. Estoy enfermo", dijo Castro durante el juicio posterior. "Creo que yo soy también una víctima", sostuvo vestido con el típico mono naranja de los presidiarios y una prominente barba.

Castro relató entonces que había sufrido abusos sexuales siendo joven y habló también de su adicción a la pornografía. "No estoy tratando de poner excusas. Sé que obré mal, pero no soy una persona violenta", indicó.

Castro relató que en la casa en la que mantuvo secuestradas a las tres mujeres había "armonía" y que las acusaciones de abusos sexuales eran "falsas", puesto que, según él, "muchas veces" ellas le pedían tener sexo.

Pero el juez Michael J. Russo, al leerle la condena, fue rotundo: "Usted separó a tres mujeres de sus familias y sus comunidades, las hizo esclavas y las trató como si no fueran personas".