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Santos ordena la militarización de Bogotá y retira a sus ministros de la negociación con agricultores

  • Durante cuatro días han buscado soluciones para el fin de la huelga
  • El presidente colombiano ordena la militarización de Bogotá tras los disturbios
  • Los negociadores de los agricultores anuncian el desbloqueo de carreteras

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Soldados del Ejército colombiano patrullan en una calle de Bogotá
Soldados del Ejército colombiano patrullan en las calles de Bogotá tras los disturbios en las marchas de apoyo a los agricultores.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha ordenado la militarización de Bogotá para garantizar la seguridad tras los disturbios de este jueves en las marchas de apoyo a la huelga de los agricultores y ha ordenado la retirada de los ministros que negociaban con líderes campesinos el fin de la huelga del sector.

"La paciencia se agota", ha advertido el presidente en una alocución al país desde la Casa de Nariño (sede gubernamental) Después de cuatro días de negociaciones infructuosas en la ciudad de Tunja le ha pedido a sus ministros "que regresen a Bogotá" y dejen las propuestas "sobre la mesa a los campesinos".

Los campesinos colombianos, en huelga desde hace doce días, han anunciado que levantarán los bloqueos de las carreteras, pero seguirán con su protesta mientras no haya un acuerdo con el Gobierno. Así lo han anunciado los negociadores tras el último encuentro, después de que el presidente de Colombia ordenara la retirada de sus delegados de las reuniones.

El presidente colombiano considera que "a pesar de todo el esfuerzo realizado, a pesar de las propuestas concretas y el tiempo dedicado, la única respuesta ha sido la constante dilatación de un acuerdo. Porque no quieren acordar, o tal vez porque no los dejan", ha señalado el presidente. Sin embargo, insiste en que su Gobierno tiene "toda la disposición para el diálogo con los verdaderos campesinos".

Santos también ha asegurado que aquellos que provocaron los graves disturbios registrados el jueves en Bogotá y otras ciudades del país en la jornada de marchas solidarias con los campesinos en huelga, que dejaron al menos dos muertos en la capital del país, no quedarán impunes.

"Ayer mismo ordené la militarización de Bogotá y así lo haré hoy en cualquier zona donde sea necesaria al presencia de nuestros soldados", ha manifestado desde la sede del Ejecutivo.

Grupos "interesados" en que no haya acuerdo

Los ministros del Interior, Fernando Carrillo; de Agricultura, Francisco Estupiñán, y el secretario general de la Presidencia, Aurelio Iragorri, han presentado desde el martes varias "soluciones concretas" para levantar la huelga y los bloqueos de carreteras que hoy cumplen doce días, pero los campesinos no aceptan ninguna salida, ha explicado Santos.

"Cuando están a punto de cerrarse los acuerdos, alguien sorpresivamente llama, alguien extrañamente aparece" y todo vuelve al punto cero, dijo el jefe de Estado.

Según el presidente colombiano, la intransigencia de los negociadores del campo se debe a que hay personas o grupos "que están interesadas en que no se llegue a ningún acuerdo" o "que solo quieren desestabilizar" y culpó directamente al movimiento de izquierdas Marcha Patriótica de estar detrás de la situación.

Además, el mandatario ha denunciado que en muchos lugares del país personas y grupos "están obligando a los campesinos a participar en los paros", y lo mismo ocurre con transportistas y comerciantes que son víctimas de "la intimidación".

El Ejército apoyará a la Policía tras los disturbios

Tras los disturbios de este jueves en las marchas de apoyo a la huelga de campesinos, el mandatario colombiano ha ordenado que 50.000 hombres de las Fuerzas Militares se encarguen de ayudar a la Policía a mantener abiertas las carreteras del país, bloqueadas por los campesinos desde que comenzó la huelga agropecuaria, el pasado 19 de agosto.

También ha ordenado que "todos los aviones de transporte de la Fuerza Aérea" se utilicen en puentes aéreos "que garanticen el abastecimiento de alimentos en ciudades", y que se organicen caravanas encabezadas por la fuerza pública para asegurar la entrada de productos del campo en los centros urbanos.

Sobre los disturbios de ayer en Bogotá y otras ciudades, que dejaron dos muertos y más de un centenar de heridos en la capital, además de cuantiosos daños en comercios, empresas y bienes públicos, el presidente aseguró que habrá mano dura con los promotores de los desórdenes. "Con los vándalos no habrá ninguna contemplación", manifestó el mandatario.

Según Santos, la Policía tiene imágenes de muchos de los instigadores de los desórdenes, pero ha pedido a la ciudadanía que aporte todo el material gráfico o audiovisual que tenga de los disturbios.