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EE.UU. "se volvió más libre y justo" con la marcha por la libertad y el discurso de Luther King

  • Lo afirma el presidente de EE.UU., Barack Obama, en el 50 aniversario
  • Obama alerta de que la brecha racial persiste en la distribución de riqueza

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Obama recuerda a Luther King en el mismo escenario donde pronunció su discurso

La marcha por la libertad de Martin Luther King y su célebre discurso "I have a dream" hicieron de Estados Unidos un país "más libre y justo", ha asegurado el presidente de EE.UU., Barack Obama en el día que se cumple el 50 aniversario.

"Gracias a aquella marcha, EE.UU. se volvió más libre y más justo. No solo para los afroamericanos, también para las mujeres y los latinos,  asiáticos e indígenas, católicos, judíos y musulmanes, homosexuales y  discapacitados", ha enfatizado el presidente Obama.

Ese día "Estados Unidos cambió para tí y para mí",  ha asegurado Obama ante la multitud congregada frente a las escalinatas del monumento a Lincoln, en Washington, el mismo lugar donde hace cinco décadas se reclamó la igualdad de derechos civiles, el 28 de agosto de 1963.

Con sus palabras Luther King "dio una voz poderosa a las tranquilas esperanzas de millones" de personas, ha señalado el presidente. "El mundo entero sacó fuerzas de ese ejemplo", ha añadido.

Obama ha alertado de que el "sueño" de Martin Luther King "parece aún más difícil de alcanzar" que hace 50 años, al advertir de que la brecha racial persiste en cuanto a la distribución de la riqueza.

"Sé que el camino será largo, pero sé que podemos llegar", ha dicho el  presidente, convencido de que la misma "imaginación" que impulsó hace 50  años a Luther King y a todos los que marcharon junto a él está presente  en los jóvenes de hoy. Pero "deshonraríamos a aquellos héroes si sugiriéramos que el trabajo  está completo", ha advertido.

Un "sueño aún más difícil"

"Durante más de una década los trabajadores estadounidenses de todas las razas han visto estancarse sus salarios e ingresos. A pesar de que los beneficios empresariales se han disparado, así como los pagos a unos pocos afortunados, la desigualdad ha aumentado de manera constante", ha continuado el presidente estadounidense.

"La sombra de la pobreza arroja una sombra sobre nuestra juventud"  en muchas comunidades del país, ha ejemplificado Obama durante un  discurso. Además, según el presidente, "la posición de todos los  estadounidenses que trabajan, independientemente de su color, se ha  erosionado".

De hecho, ha recordado Obama, las tasas de desempleo en el caso de latinos y afroamericanos son muy superiores a las de los blancos.   

Por tanto, a juicio de Obama, la "gran asignatura pendiente" es asegurarse de que el sistema económico estadounidense ofrece "una oportunidad justa para la mayoría" y esa tarea "no será fácil".

La marcha en Washington de hace medio siglo "nos enseña que no estamos atrapados por los errores de la historia, que somos dueños de nuestro destino", ha enfatizado Obama, que ha instado a sus compatriotas a trabajar juntos y a "reavivar las brasas de la empatía".

Clinton: "Es hora de dejar de quejarse, y cooperar"

Miles de personas han acudid al evento en el que, además de Obama, han intervenido actores como Jamie Foxx y Forest Whitaker, la estrella de la televisión Oprah Winfrey, el reverendo Al Sharpton y Caroline Kennedy, la hija del asesinado presidente John F. Kennedy, así como los exmandatarios Jimmy Carter y Bill Clinton.

"Es altamente improbable que alguno de nosotros tres (Carter, Clinton y Obama) hubiésemos pasado por la Casa Blanca o estuviésemos en esta plataforma si no hubiera sido por Martin Luther King y su cruzada por los derechos civiles", ha asegurado Carter.

Clinton, por su parte, ha animado a la sociedad a "dejar de quejarse" y a cooperar para terminar con el "terrible estancamiento político" que afecta en estos momentos a Washington.

El expresidente también ha aludido a la reciente decisión del Tribunal Supremo de anular una parte central de la Ley del Derecho al Voto de 1965, que protege el derecho al sufragio de las minorías.

"Una gran democracia no puede hacer más difícil votar que comprar un arma de asalto", ha advertido Clinton al respecto