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Teodor Currentzis promete una interpretación fiel del Requiem de Verdi en el Teatro Real

  • Dirige dos funciones los días 1 y 3 de julio
  • Currentzis dirigirá producciones en la próxima temporada del TR
  • Mortier, satisfecho de la temporada que acaba

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El director de la orquesta, el griego Teodor Currentzis (Atenas, 1971), ha presentado hoy junto al tenor Jorge de León (Tenerife, 1970) y al intendente del teatro, Gerard Mortier, la versión de Verdi que se estrena el lunes.
El director de la orquesta, el griego Teodor Currentzis (Atenas, 1971), ha presentado hoy junto al tenor Jorge de León (Tenerife, 1970) y al intendente del teatro, Gerard Mortier, la versión de Verdi que se estrena el lunes.

El director de Orquesta griego Teodor Currentzis promete un interpretación fiel de la Misa de Requiem de Guiseppe Verdi que tendrá lugar los días 1 y 3 de julio en Teatro Real, aunque eso suponga un escándalo.

Currentzis ha asegurado -este jueves en un encuentro con la prensa- que el público conoce el Requiem de Verdi a partir de las grabaciones que se hicieron en el siglo pasado, pero "si vieran las partituras comprobarían que indican algo muy diferente". "La gran mayoría de las obras de Verdi están escritas de forma muy distinta a cómo están interpretadas en esas grabaciones", asevera con rotundidad.

"Nuestra obligación como directores de orquesta no es recrear una grabación, sino interpretar lo que el compositor quiso realmente decir a partir de la partitura", añade. Así, explica que hay autores a los que no les 'importa' que se les hagan pequeños cambios, sobre todo si mejoran la obra, pero en el caso de Verdi no es así. El compositor italiano fue "muy preciso" y supo lo que quería decir en cada partitura.

Como ejemplo de esta precisión, recuerda que Verdi hizo que el dueto de Macbeth se ensayara 103 veces (con una duración de 3 horas cada ensayo) hasta que consideró que estaba bien conseguido.

Fascinación por el "deporte de la ópera"

Y avisa que "si se interpretaran obras como La Traviata o Otelo con todas las marcas del compositor, como realmente fueron escritas, se consideraría una provocación o un escándalo".

En concreto, afirma que Verdi compuso Don Carlo, Requiem, Aida y Otelo para que terminaran en pianissimo, de forma muy suave. Pese a ello, cree que la gente que acude a ver Don Carlo quiere y espera que termine con fuerza y éxito, de modo que provoque un fortísimo aplauso. "Pero Verdi quiso deliberadamente acabar con una nota de meditación. El pensó: 'ya he transmitido el mensaje, ahora silencio'".

Esta tendencia a complacer al público y buscar la espectacularidad en las interpretaciones viene del siglo XIX, cuando los músicos trataban de dar gusto a un público burgués sin grandes aspiraciones culturales que acudía a la ópera, indica Currentzis.

"La gente está más fascinada por el deporte de la ópera que por la ópera en sí. Y eso es lo que se nota en las grabaciones. Es casi como un partido de fútbol entre el Milán y el Inter: cuando se mete un gol el público aplaude y cuando falla la gente grita uuuuuuu".

A su juicio, esta situación se debe no solo a que el público no tenga bien educado el oído, sino a que en ocasiones "se busca el escándalo por el escándalo porque parece que viste o es cool o da publicidad, pero lo que realmente hay que buscar es interpretar la belleza de la partitura".

Más aún, Currentzis ha precisado que esta demanda solo la solicita el público de ópera y no el público que acude a escuchar música contemporánea, ni música barroca ni música sinfónica. Y ha invitado a preguntarse por qué.

Jorge de León, tenor con cerebro y voz

En el elenco, Lianna Haroutounian, Violeta Urmana e Ildebrando D'Arcangelo.

Sobre el tenor de esta obra, Jorge de León, el director de orquesta ha dicho que en su carrera se ha encontrado con "tenores con una bellísima voz pero con poco cerebro y al revés", pero Jorge "tiene los dos atributos".

"Canta tal como está escrito. Puede ser la primera vez en la historia que un tenor interprete correctamente esta obra", apunta, para a continuación asegurar que Jorge de León es "el sucesor de los grandes tenores románticos españoles del pasado".

Por su parte, De León ha indicado que el Requiem de Verdi es un trabajo de relojería, donde el maestro relojero va engrando todos los elementos sin que pueda fallar nada, y ha añadido que han conseguido "una versión fantástica" basada en las muchas indicaciones que Verdi dejó escritas en la partitura.

Mortier, orgulloso de la temporada que acaba

El intendente del Real, Gerard Mortier, está "muy orgulloso" de la temporada que está a punto de acabar y aunque es consciente de que "una parte del público" del teatro se opone "cada vez más" a sus ideas y recibe "cartas con insultos" siente que ha sido una sesión "redonda".

En la presentación del Requiem de Verdi, el director artístico ha señalado que a él lo que le gusta es lograr "la mayor calidad posible" y que no entiende las críticas que ha recibido la producción de "Don Giovanni" ni las que tuvo Christine Shäfer en el papel de doña Ana.

El público del Real, ha subrayado, es "muy diverso", y hay tres turnos del abono que es "muy conservador" y otros cinco "más abiertos": "una parte se opone cada vez más y recibo cartas con insultos pero estoy fuerte", ha revelado.

"Hemos hecho una temporada de gran calidad, redonda", ha presumido Mortier, que se sintió ayer -primero de los tres conciertos de la Filarmónica de Berlín con Simon Rattle en la Novena de Beethoven- especialmente orgulloso del coro del teatro, "uno de los mejores de Europa".

"Cuando me vaya del Real quiero dejar un aparato musical a nivel europeo. Esa es mi misión", ha afirmado, convencido de que la temporada que viene, en la que Theodor Currentzis dirigirá producciones durante cinco meses, "será una de las más grandes".

Lo único a lo que le tiene "miedo", ha precisado, es a que siga bajando la aportación del Estado, que ya ha pasado de 28 millones de euros a 12.

"El Gobierno debe reconocer que con 12 millones hemos hecho el máximo posible. Necesitamos reconocimiento. Hay que rediseñar el 'jardín', sí, con menos 'agua' y 'flores'. Ese es el trabajo del señor Lasalle -secretario de Estado de Cultura-", ha sugerido.