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Stephen King y su hijo resucitan 'El Diablo sobre ruedas' de Matheson

  • Enfrentan a unos motoristas con el camión en el cómic 'Road Rage'
  • Además, el español Rafa Garrés adapta la película de Spielberg
  • Richard Matheson acaba de fallecer a los 87 años

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Fragmento de una portada de 'Road Rage' que muestra a Stephen King y a su hijo Joe Hill manejando el famoso camión y un fotograma de la película 'El diablo sobre ruedas', de Steven Spielbreg
Fragmento de una portada de 'Road Rage' que muestra a Stephen King y a su hijo Joe Hill manejando el famoso camión y un fotograma de la película 'El diablo sobre ruedas', de Steven Spielbreg

"Esto podría pasarle a cualquiera, un día cualquiera. Hay gente loca ahí fuera, y a veces no les vemos la cara" (Stephen King)

El diablo sobre ruedas (1971) fue la película que dio a conocer a Steven Spielberg y cuyo éxito le permitiría realizar Tiburón. Realizada para la televisión americana, fue tal su repercusión que se estrenó en cines en numerosos países (incluido España).

Se basaba en Duelo, un relato corto de Richard Matheson (20 de febrero de 1926 - 23 de junio de 2013) uno de los mejores escritores y guionistas de Ciencia ficción (Soy leyenda, El increíble hombre menguante) y narraba la historia de un hombre (interpretado por Dennis Weaber, el inolvidable McCloud de la televisión) que era acosado por un camión en una carretera del desierto americano.

Stephen King asegura que "Richard Matheson es el escritor que más me ha influído". Y junto a su hijo, el también novelista y guionista de cómics, Joe Hill, escribieron el relato Throttle para una recopilación de historias cortas en homenaje a Matheson, que ahora se lleva al cómic con el título de Road Rage (Panini), un volumen que también incluye una estupenda adaptación de la película de Spielberg dibujada por el genial artista catalán Rafa Garrés (Lobo).

Stephen King y Joe Hill, "de tal palo tal astilla"

Esta fue la primera colaboración de Stephen King con su hijo (el también novelista y guionista de cómics) Joe Hill (La Capa, Locke & Key), que en 2011 ganó el Premio Eisner como mejor guionista de cómics.

"En 1971 -asegura King en el prólogo- leí una de las mejores historias de Matheson: Duelo. Estaba inspirada en un camionero que le había perseguido tocando la bocina a él y a su amigo, el escritor de ciencia ficción Jerry Sohl, mientras volvían de un partido de golf en una fecha que acabaría teniendo su propia resonancia siniestra: el 22 de noviembre de 1963 (el asesinato de Kennedy). Pensé entonces (y lo pienso ahora) que es una de las mejores historias cortas que he leído jamás".

Por su parte, Hill afirma que de niño vio la película junto a su padre, en numerosas ocasiones y que: "Mi padre y yo no podíamos ir en coche a ningún sitio sin fingir que nos perseguía EL CAMIÓN"

"Escribimos sobre un padre y un hijo que huían de un caminero amenazador que los perseguía por sus propias y enigmáticas razones -asegura Joe Hill-.El padre y el hijo de la historia no eramos nosotros, ni de lejos, porque lo pasamos bien juntos y nunca hemos perdido dinero con un negocio de anfetas, pero sabemos como escribir sobre padres e hijos. Como en el caso de El diablo sobre ruedas es una historia muy visual".

Ambos idearon una historia sobre una panda de moteros que tienen problemas con una partida de drogas y que, al igual que en la película de Spielberg, son acosados por un camión sin saber por qué.

Adaptando el original

El tomo se completa con la adaptación de la película de Spielberg a cargo del guionista Chris Ryall y el genial dibujante catalán Rafa Garrés, que sabe reproducir la tensión y el terror de la película de Spielberg y adornarlo con el polvo del desierto, consiguiendo una atmósfera sucia, agobiante, que nos mete de lleno en la historia.

Un excepcional trabajo gráfico que también imita los movimientos de cámara y el comentado montaje de la película de Spielberg gracias a su trabajada composición de viñetas y el estupendo color. Sin duda una de las mejores adaptaciones al cómic que hemos visto jamás.

En fin, dos historias para disfrutar de uno de los relatos más angustiosos y fascinantes que se han escrito nunca. Y que sirven de homenaje al gran Richard Matheson.