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El conflicto de Siria ha provocado ya al menos un millón de refugiados, según la ONU

  • Casi la mitad son niños, la mayoría de ellos, menores de 11 años
  • Son las cifras oficiales de las personas huidas del país y registradas por ACNUR
  • Guterres denuncia que Siria ha entrado en "la espiral de una catástrofe absoluta"

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El conflicto en Siria ya ha ocasionado al menos un millón de refugiados, según ha confirmado este miércoles el Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Este nivel se ha alcanzado mucho antes de lo que todos los observadores humanitarios habían previsto.

Según los últimos datos enviados por las oficinas del ACNUR en la  región, cerca de la mitad de refugiados son niños y de éstos, la mayoría  tiene menos de 11 años. Además, casi la mitad -400.000 personas- han salido de Siria después del 1 de enero.

"Siria ha entrado en la espiral de una catástrofe absoluta"

Este cálculo oficial incluye las personas que han huido del país por la guerra abierta entre el régimen de Bachar al Asad y los distintos grupos opositores y que han sido registradas por el organismo internacional.

"Con un millón de personas huidas, millones de desplazados en el interior del país y miles de personas cruzando las fronteras a diario, Siria ha entrado en la espiral de una catástrofe absoluta", ha declarado en un comunicado Antonio Guterrres, el alto comisario para los refugiados. "Siria está dirigiéndose hacia un desastre de gran escala", ha advertido.

La próxima semana se cumplirán dos años desde que el régimen de Bachar Al Asad optó por reprimir violentamente manifestaciones populares pacíficas, una decisión que ha desembocado en la formación de diversos grupos rebeldes, que luchan contra las fuerzas gubernamentales y su milicia afín. Según la ONU, en esta guerra civil han muerto más de 70.000 personas en un país con 21 millones de habitantes.

La escalada de violencia -con ciertas áreas controladas por los rebeldes, que también dominan la franja norte que hace frontera con Turquía-, así como el deterioro de los servicios básicos y el colapso de la economía, han acelerado fuertemente el éxodo en los últimos dos meses.

Guterres ha indicado que, tanto su organismo como otros que actúan en favor de las víctimas de la violencia en Siria, "hacen todo lo que pueden", pero que la capacidad de respuesta humanitaria tiene sus límites, sobre todo si se considera que solo se han recibido contribuciones por el 25% de la financiación que se requiere.

Los países de acogida, bajo presión

Además, el ACNUR ha reconocido la "generosidad" de los países que están soportando, con sus fronteras abiertas, la entrada masiva de ciudadanos sirios: Líbano, Jordania, Turquía, Irak y, en menor medida, Egipto y otros países del norte de África.

Los refugiados llegan -a un ritmo de 10.000 por día en total y a distintos países- exhaustos, traumatizados y, en general, con lo que llevan puesto, pues han tenido que dejar atrás sus pertenencias.

En esas circunstancias son acogidos de distintas formas según el país al que cruzan, bien en las comunidades -donde en ocasiones, son los residentes quienes les dan alojamiento y hospitalidad-, o bien en campamentos de tiendas de campañas o contenedores.

A este respecto, Guterres ha enfatizado el fuerte impacto que está situación está teniendo en los países más afectados, como Líbano, donde la llegada de refugiados sirios -un total de 330.000- ha supuesto un aumento del 10% de la población del país.

En Jordania, con casi 317.000 sirios acogidos, todos los servicios básicos -agua, salud y educación- están bajo presión por el aumento de usuarios, a los que las autoridades nacionales han decidido proveerles de lo esencial.

Turquía ya ha gastado 600 millones de dólares en la construcción y mantenimiento de 17 campamentos de refugiados, que ya albergan a 185.000 refugiados, en tanto que se preparan varias instalaciones más.

En Irak, esta tragedia de 105.000 refugiados se suma a la propia, con más de un millón de desplazados internos debido a la violencia interna.

En Egipto se cuentan unos 43.500 refugiados, y en otros países del norte de África ya se superan los 8.000, indicó la agencia de la ONU.