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Tecnología para evitar los 'agujeros negros' de las redes de telefonía móvil

  • Todavía existen lugares con poca o mala cobertura, una incomodidad para los usuarios
  • Con nuevas células de comunicación pequeñas y baratas se pueden cubrir esos 'agujeros negros'

Operadoras y fabricantes quieren reducir al mínimo esas ubicaciones problemáticas

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Una modelo utilizando su teléfono móvil en París.
Una modelo utilizando su teléfono móvil en París.

Un grupo de empresas y organizaciones internacionales trabaja en el proyecto BeFemto con el objetivo de acabar con los 'agujeros negros de cobertura' que los usuarios sufren en sus teléfonos móviles en algunos puntos del mapa. Esto incluye tanto lugares concretos de las ciudades como el interior de algunas casas, autobuses o trenes en movimiento.

El problema es que por sus características o ubicación, en ocasiones las señales de las células de las redes de telefonía simplemente no pueden cubrir al 100% todos los lugares donde pueden estar situadas las personas.

A veces es debido a que no penetran en los edificios, a veces simplemente no llegan por la lejanía o por un exceso de personas en la zona. Quien más quien menos habrá experimentado esta situación en algún edificio, en viajes en tren o por carretera.

Una solución son las femtoceldas: estaciones base de pequeño tamaño que se ubican en lugares concretos donde es importante que lleguen las señales pero donde no sea rentable instalar una gran torre de telefonía. Pero el problema de estas instalaciones es que no siempre funcionan con fluidez, ya que pueden interferir unas con otras y también con señales de todo tipo. Además, no todas las operadoras móviles pueden aprovecharlas y la forma en que se enrutan las comunicaciones desde ellas a veces dista de ser perfecta.

El proyecto BeFemto persigue precisamente mejorar el funcionamiento de estas células de corto alcance para que esos 'agujeros negros' queden borrados del mapa de una vez por todas.

Mediante un diseño y un software inteligente, las celdas aprovecharían mejor sus capacidades, por ejemplo haciéndose cargo de comunicaciones y pasándolas a líneas fijas (ADSL, fibra) que de otro modo viajarían por rutas inalámbricas no tan apropiadas. Las femtoceldas de este proyecto se autoconfigurarían y programarían para atender a los diversos tipos de tráficos de datos que circulen en cada momento.

Mayor duración de la batería del móvil

Una de las ventajas de tener redes más tupidas y con menos zonas de mala cobertura es también que los dispositivos móviles ahorran batería: necesitan menos energía para localizar las estaciones base y transmitir las señales, aumentando así su tiempo de funcionamiento.

Las operadoras que comercializan comunicaciones de banda ancha LTE o 4G consideran esto una prioridad dado que lo que venden es mayor calidad de servicio: ausencia de cortes, más velocidad y mayor duración de la batería de los terminales.

Hasta ahora se han realizado varios proyectos piloto en los que se ha comprobado el funcionamiento del software, de sus capacidades 'inteligentes' para optimizar la transmisión de información y la reducción de los requerimientos de energía. Tan pronto como se confirme en la práctica que económicamente es una solución viable podría comenzarse con el despliegue de estos sistemas para ir tapando poco a poco los 'baches' de los agujeros negros de las redes celulares que todavía resultan molestos en calles, carreteras y vías de tren.