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Los Nobel premian a un Mo Yan "mordaz" con "cincuenta años de propaganda"

  • Los reyes de Suecia presiden la ceremonia de entrega de los Premios Nobel
  • El Comité del Nobel de Literatura alaba la crítica de la obra de Mo Yan a China
  • Los premiados en Física, Química, Medicina, Economía y Literatura recogen su medalla

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Winner of the 2012 Nobel Prize for Literature Mo Yan of China smiles as he receives his prize from Sweden's King Carl XVI Gustaf during the Nobel Prize award ceremony at the Stockholm Concert Hall in Stockholm
Mo Yan (Nobel Literatura 2012) sonríe al recibir de manos del rey Carlos Gustavo de Suecia su galardón.

El chino Mo Yan, que ha recibido este lunes en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura, describe en su obra un pasado de China que "es una revisión convincente y mordaz de cincuenta años de propaganda", según ha dicho el presidente del Comité Nobel de Literatura, Per Wästberg, durante la alocución con la que le ha presentado antes de que recogiera del manos de rey Carlos Gustavo de Suecia la medalla y el diploma que acreditan el premio.

El Konserthuset (Sala de Conciertos) de Estocolmo ha acogido un año más la entrega de los Premios Nobel, en una ceremonia presidida por los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, y a la que asistieron la princesa heredera Victoria, su marido el príncipe Daniel y los príncipes Carlos Felipe y Madeleine.

De todos los Nobel entregados, el que más expectación había suscitado fue el de Mo Yan, quien desde que se conoció la atribución del premio ha recibido críticas, entre otros, de disidentes chinos por considerarle un intelectual del régimen.

En su presentación, Wästberg no ha ahorrado elogios a la literatura de Mo Yan, de 57 años, y su retrato de la sociedad china, del que dijo que "describe un pasado que, con sus exageraciones, parodias y derivaciones de mitos y cuentos populares, es un revisión convincente y mordaz de cincuenta años de propaganda".

Mo Yan conoce "prácticamente todo lo que hay que conocer sobre el hambre y, probablemente, la brutalidad del siglo XX en China nunca ha sido descrita de una manera tan desnuda", ha asegurado.

Ataques a China

En su literatura, el autor chino "ataca la historia y sus falsificaciones, así como las penurias y la hipocresía política", ha dicho Wastberg, quien ha citado algunas de sus obras en las que se "mofa" de la "pseudociencia revolucionaria" o dirige su "ironía a la política familiar china" del hijo único.

En las historias de Mo Yan "nunca encontramos el ciudadano ideal que fue una característica estándar en la China de Mao" sino que son capaces de adoptar "los pasos y medidas más amorales para satisfacer sus vidas y reventar las jaulas en las que han sido confinados por el destino y la política".

"En la obra de Mo Yan, la literatura mundial habla con una voz que ahoga a la mayoría de los contemporáneos", ha concluido el académico.

En este consideración de que la obra de Mo Yan es una crítica al régimen comunista chino coincide también el escritor y catedrático de Literatura Eugenio Sánchez-Galbán, que compartió con el Nobel dos semanas en España.

Ceremonia protocolaria

En una ceremonia a la que han asistido 1.570 invitados y que siempre está marcada por un riguroso protocolo, el primero en tomar la palabra fue el presidente de comité de la Fundación Nobel, Marcus Storch, quien ha recordado que horas antes en Oslo la Unión Europea había recibido el Nobel de la Paz.

Los laureados, todos hombres, han recogido su medalla y diploma de manos del rey y han hecho una reverencia al monarca, otra a los miembros de la Academia y la tercera al público, pues el protocolo no establece que puedan hacer discursos.

Los premios han sido entregados con el orden habitual, con lo que los primeros en acercarse al centro del escenario han sido los laureados en Física, David J. Wineland y Serge Haroche, elegidos por haber abierto una "nueva era" en la física cuántica.

En Química se reconocieron los estudios de Robert J. Lefwokitz y Brian K. Kobilka sobre receptores celulares, a través de los que logran sus efectos casi la mitad de los medicamentos.

El británico John B. Gordon y el japonés Shinya Yamanaka, merecieron la distinción en Medicinapor demostrar que las células adultas pueden ser reprogramadas para desarrollar cualquier tipo de tejido.

Los últimos en recoger sus medallas de manos del rey han sido los estadounidense Alvin E. Roth y Lloyd S. Shapley, por sus trabajos sobre el diseño de los mercados y su teoría de las asignaciones estables, que les valieron el premio de Economía, creado en 1969 por el Banco de Suecia en memoria de Alfred Nobel.

El acto ha contado con diversos interludios musicales a cargo de la Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo, bajo la batuta de Daniel Blendulf y con la actuación como solista del clarinetista Emil Jonason, con obras, entre otros de Pyotr Tchaikovsky, Gioacchino Rossini y George Gershwin.

Los Premios Nobel han visto reducida este año su dotación económica en un 20%, hasta los 8 millones de coronas suecas, (unos 930.000 euros o 1,5 millones de dólares), por categoría, para lograr un rendimiento del capital ajustado a la inflación.

Como cada año, la Sala de Conciertos estuvo decorada por unas 17.000 flores y hojas enviadas desde Sanremo (Italia), localidad donde falleció Alfred Nobel, y en esta ocasión predominaron los tonos cálidos y llenos de matices, desde el cereza al naranja en varias versiones incluidos los tonos pastel.