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Muere a los 85 años el cardenal Martini, figura clave en el sector progresista de la Iglesia Católica

  • El arzobispo emérito de Milán sufría de Parkinson desde hace 16 años 
  • Estuvo entre los 'papables' en el cónclave que eligió a Benedicto XVI
  • Defendió una mayor apertura al mundo de la Iglesia Católica

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El cardenal Carlo María Martini, arzobispo emérito de Milán y una figura clave dentro de los sectores progresistas de la Iglesia Católica, ha muerto por enfermedad a los 85 años de edad, según ha confirmado el obispo milanés, Angelo Scola.

Martini,  una de los cardenales más influyentes de la Iglesia Católica, sufría de Parkinson desde hace años y figuró entre los "papables" en el cónclave que eligió a Joseph Ratzinger como sustituto de Juan Pablo II en 2005.

Perteneciente a la Compañía de Jesús, Martini lideró un movimiento en favor de un mayor diálogo de la Iglesia con el mundo.

Por eso, católicos "progresistas" lo veían como un prelado proclive a realizar  cambios en los temas más controvertidos en la doctrina de la Iglesia,  tales como la prohibición de la anticoncepción o la ordenación de  mujeres.

Según ha declarado su neurólogo, Gianni Pazzoli, al diario La Repubblica, Martini sufría de la enfermedad desde hacía 16 años, de la que le ha tratado la última década.

En los últimos tiempos era ya incapaz de tragar, pero se negó a recibir ningún tratamiento agresivo para ser alimentado de manera artificial.

Experto en la Biblia

Martini, una eminencia reconocida por su conocimiento de la Biblia, nació en Turín el 15 de febrero de 1927 y fue ordenado sacerdote el 13 de julio de 1952.

Exégeta formación, el papa Pablo VI lo nombró en 1969, rector del Instituto Bíblico en la prestigiosa Pontificia Universidad Gregoriana de Roma,  donde permaneció hasta 1978,

A finales de 1979, Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Milán, la diócesis más grande de Europa, que presidió durante 22 años.

Convertido en cardenal en 1983, presidió el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa desde 1986 hasta 1993.

En 2000 recibió el Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Dos años después cumplió su sueño de vivir en Jerusalén. En esa fecha anunció que sufría de la enfermedad de Parkinson. Regresó a Italia en 2008, retirándose a una casa de estudios de los jesuitas, en Gallarate, en el noroeste de Milán.

Su fallecimiento ya ha sido comunicado al papa, Benedicto XVI, que en muchas ocasiones expresó su estima por el cardenal Martini. El pasado mes de junio, se reunió en privado con él en Milán.