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La Policía Nacional busca en la sede de los Mossos d'Esquadra pruebas ocultas sobre un narco

  • El magistrado cree que la unidad pudo haber encubierto a un narco
  • Sospecha que se han omitido ficheros importantes para el caso
  • Tratarán de determinar si fue un error o fue a propósito
  • La Conselleria de Interior confía en la unidad investigada

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El titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, ha abandonado el edificio central de los Mossos d'Esquadra, en el que ha permanecido unas cinco horas junto a la Policía Nacional para copiar en un disco duro los originales de unas escuchas a narcos a los que investigaba y que cree que le ocultaron.

El juez ha irrumpido en el complejo Egara de los Mossos d'Esquadra, en Sabadell (Barcelona), en el marco del caso "Macedonia", en la que mantiene imputados al subinspector Antoni Salleras y a cinco de sus subordinados en la Unidad Adscrita de los Mossos d'Esquadra, a los que acusa de proteger a supuestos narcos y a agentes de la policía catalana a los que había ordenado investigar por tráfico de drogas.

El magistrado Aguirre, que había accedido hacia las 11.00 horas al interior del edificio central de los Mossos, ha abandonado el complejo hacia las 16.00 horas de la tarde, por una puerta trasera y en un vehículo, sin atender a los periodistas.

Para copiar los originales de las grabaciones

El juez ha acudido al complejo Egara acompañado por agentes de la División Económica y Técnica (SITEL) de la Policía Nacional para clonar los originales de las grabaciones de las conversaciones telefónicas intervenidas a varios narcos a los que investigaba, ante la sospecha de que la unidad de la policía catalana que realizaba las escuchas le entregó copias alteradas.

En una providencia, el magistrado ha detallado que ha tenido que acudir al complejo Egara para proceder al "cotejo y comparación" entre los originales de las escuchas a los narcos con los DVD que le entregaron los Mossos d'Esquadra, ya que las copias que recibió tenían "fuertes rayaduras, perfectamente advertibles a simple vista".

El juez sospecha que en los DVD que los Mossos d'Esquadra le facilitaron en el marco de la investigación se omitían 708 ficheros de audio, 711 archivos de transcripción, 1.490 ficheros de sms y que otros cuatro ficheros de audio no eran idénticos al original, como ha constatado un informe pericial encargado por la acusación  popular ejercida por el sindicato ultraderechista Manos Limpias.

A la vista de este informe, el juez encargó, a instancias de la  Fiscalía, que la División Económica y Técnica de la Policía Nacional  (SITEL) cotejara las copias máster de las conversaciones intervenidas  con los DVD que la Unidad Adscrita le iba entregando a lo largo de la  intervención.

No obstante, la Policía Nacional advirtió al juez que les era  imposible realizar correctamente esta comparación, especialmente la  transcripción de las conversaciones omitidas, porque las copias máster entregadas por los Mossos d'Esquadra eran defectuosas.

Ante esta situación, la comitiva judicial se ha personado en el  departamento de Medios Técnicos del complejo Egara de los Mossos  d'Esquadra para obtener una copia íntegra de las escuchas.

En su providencia, el magistrado ordena que, "a fin de evitar posibles rayaduras", la copia se haga en un disco duro y en presencia de la comisión judicial y de los peritos de la Policía Nacional.

Determinar si fue un error o a propósito

Asimismo, con el registro han intentado determinar si la omisión de conversaciones, mensajes o transcripciones es atribuible a la actuación de un agente o debida a algún tipo de error o fallo técnico.

La Fiscalía pidió al juez que encargara esa nueva prueba pericial a la Policía Nacional o a la Guardia Civil ante la necesidad de "evitar en lo posible cualquier atisbo de duda, interesada o no, acerca de la imparcialidad de los peritos".

La acusación ejercida por el sindicato Manos Limpias sostiene que la  supuesta manipulación de ficheros entregados por los Mossos d'Esquadra  al juez buscaba desviar la atención de la investigación sobre el entorno  delictivo del supuesto narco Manuel G.C., un confidente policial que  resultó clave en la investigación de una trama de corrupción de la  Policía Nacional vinculada a los prostíbulos Saratoga y Riviera, de  Castelldefels (Barcelona).

Precisamente, esa investigación fue llevada a cabo por la Unidad  Adscrita dirigida por el imputado subinspector Salleras, división que  fue creada ex profeso para dicha operación.

El conseller de Interior, Felip Puig, ha mostrado su respeto por la  intervención del juez, ha mostrado su "plena confianza" en la actuación  de los agentes de la policía catalana y ha admitido que, desde el punto  de vista simbólico, la irrupción del magistrado y de la Policía Nacional  en el complejo Egara es "chocante" y "compleja".