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El director y realizador Gustavo Pérez Puig fallece en Madrid a los 81 años

  • El domingo sufrió una parada cardiorrespiratoria e ingresó en un hospital
  • Sus restos serán trasladados al Teatro Español, que dirigió durante 14 años

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El director y realizador Gustavo Pérez Puig fallece a los 81 años de edad

El director y productor de teatro y realizador de televisión Gustavo Pérez Puig ha fallecido este martes a los 81 años en un hospital de Madrid en la que se encontraba ingresado desde el domingo tras sufrir una parada cardiorrespiratoria y donde ha permanecido desde entonces en estado vegetativo.

Los facultativos le hicieron el lunes un encefalograma que resultó plano y lo repitieron horas después, como se establece para estos casos. Tras comprobar el estado de muerte cerebral, han desconectado a primera hora de la mañana los aparatos que mantenían sus constantes vitales.

Sus restos serán trasladados a lo largo del día al Teatro Español, que él dirigió durante 14 años, para instalar allí su capilla ardiente esta tarde.

Según explicó a Efe su esposa, la también directora Mara Recatero, el madrileño se sintió "muy ahogado" el pasado domingo y al acudir a la Clínica Cemtro de la capital sólo pudo saludar a la enfermera antes de sufrir una parada cardiorrespiratoria de la que no pudo recuperarse y que le ha tenido "clínicamente muerto" hasta hoy.

Experimentado director de teatro y realizador de televisión,  tuvo mucha relación con Miguel Mihura, autor para el que montó varias  de sus obras. En TVE participó en la creación del mítico programa  teatral Estudio 1 para el que dirigió algunas de sus emisiones más recordadas como la adaptación de Doce hombres sin piedad,

Experto en Mihura y Jardiel Poncela

Puig, que fue director del Teatro Español entre 1990 y 2003, nació en  septiembre de 1930 en Madrid, aunque su infancia transcurrió en Murcia,  de la que era Hijo Predilecto y donde una calle lleva su nombre.

Los dos autores que marcaron su trayectoria fueron Miguel Mihura, del que montó varias de sus obras, y Enrique Jardiel Poncela.

Empezó las carreras de Derecho, Filosofía y Letras y Comercio pero su  afición por el teatro, que se despertó cuando estudiaba Bachiller en el  Colegio Areneros de Madrid, pudo siempre más y acabó abandonándolas  todas. Sus primeros pasos en el teatro fueron como actor en la Compañía  de Catalina Bárcena, y con la obra "Cincuenta años de felicidad", de  Marcel Achard.

En 1950 logró dirigir su primer montaje, "La venganza de Don Mendo",  de Pedro Muñoz Seca, y después para el Teatro Español Universitario  (TEU) "Cuatro corazones con freno y marcha atrás", de Jardiel Poncela.

Realizador histórico de TVE

Participante en los Festivales de España durante varias ediciones, a   raíz de la inauguración de Televisión Española ingresó en 1956 como   regidor, para pasar luego a ayudante de dirección, a realizador y   director de programas musicales en 1960, y a jefe de Realización en   1971.

Desde 1959 comenzó a dirigir teatro televisado en espacios como Teatro en familia, Historias de mi bario, el ya citado Estudio 1, La risa española, Novela, o El tercer rombo.

De sus concursos y programas en televisión destacan "La unión  hace  la fuerza" (1964), "Gran Parada" (1959-1965), "Sábado 65" (1965),   Estudio 1 (1965-1985), "Buenas tardes con música", así como el montaje   de las zarzuelas más populares. En agosto del año pasado produjo  en el  Teatro Marquina, con dirección de Recatero, "Las cinco  advertencias de  Satanás", una de las obras más desconocidas de Jardiel  Poncela.

En su etapa de director del Teatro Español fue responsable de producciones como Las mocedades del CidLa venganza de don MendoMisión del pueblo desierto de Buero Vallejo, La decente, protagonizada por Victoria Vera y Manuel Galinana o Vamos a contar mentiras de Alfonso Paso dirigida en 2008 por Mara Recatero. "Fue el Gordo de la Lotería, mi mejor época profesional, pero también la peor", decía en alusión a la polémica que vivió en 1992, cuando se le recriminó que había contratado a su mujer como directora adjunta con un sueldo de 7 millones de pesetas.

Pérez Puig tiene en su haber el Premio Nacional de Teatro concedido en dos ocasiones, 1962 y 2003.

Era capaz de calcular con una sola mirada al patio de butacas "las pesetas que se habían hecho de taquilla", y aseguraba que, para desesperación de sus enemigos, vivía "en la monotonía del éxito" porque cualquier cosa que emprendía salía bien. "He tenido mucha suerte en la vida y he hecho lo que me ha parecido en cada momento", resolvía esta "memoria viva" de la televisión de España que en los últimos tiempos soñaba con recuperar "Tres sombreros de copa" pero en forma de musical.

"Llevó sus ideas a las últimas consecuencias"

Mario Gas, su sustituto al frente del Teatro Español, que Pérez Puig dirigió de 1990 a 2003, ha subrayado en declaraciones a Efe que el fallecido dedicó su vida al teatro y a la televisión "y el hecho de que tuviera una ideología y una visión de la vida y el mundo" diferente a la suya no le impide reconocer sus méritos.

"Personalmente era muy simpático y me he reído mucho con él. Gustavo llevó todas sus ideas a las últimas consecuencias -se definía como "falangista"- pero a la vez hizo todo lo último de Buero Vallejo y la primera etapa de Alfonso Sastre", ha recordado.

En su opinión, el director madrileño era "un verdadero hombre de teatro" y lamenta que España sea "tan desmemoriada a muchos niveles y tan poco agradecida con la gente, que, poco a poco, queda borrada".

"Lo importante es lo que esas personas han dado al teatro en la época en la que han estado activos. Él mantuvo su ideología y lo que pensaba con todas las consecuencias y estoy contento de que venga a su casa, que es el Teatro Español", donde se instalará esta tarde la capilla ardiente con sus restos.

"Un excelente administrador"

"Ojalá que ocurriera como con los personajes de su adorado Jardiel y se levantara y nos diera de bofetadas", ha deseado en declaraciones a Efe el empresario teatral Enrique Cornejo, uno de los que más ha trabajado con este "hombre serio e irrepetible".

Su trabajo, ha asegurado, era fácilmente reconocible "por lo riguroso del montaje escénico y la facilidad con la que deambulaban por él los actores en una comedia. Algo dirigido por él era sinónimo de garantía y de calidad".

Además, ha precisado, demostró en sus 14 años dirigiendo el Teatro Español que era "un excelente administrador", porque cada temporada "devolvía dinero al Ayuntamiento".

A su juicio, el fallecido es "una referencia del teatro" de los últimos 60 años, "un maestro, sin ningún lugar a duda, un hombre que aportó muchísimas cosas también desde TVE, porque fue el primero que hizo al 'maldito' Alfonso Sastre y eso encima de que él era tan de derechas", ha recordado.