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Chipre pide el rescate a la UE

  • El préstamo será para las necesidades de la banca y del propio Estado
  • El pequeño país del euro está muy lastrado por su exposición a Grecia

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Chipre ha solicitado oficialmente ayuda a la Unión Europa para hacer frente a su grave crisis financiera, con lo que se convierte en el quinto país comunitario que pide un rescate en dos años. Aunque no ha precisado la cuantía requerida, el préstamo cubrirá las necesidades de la banca y las del propio Estado, miembro de la eurozona, según ha informado el Gobierno a Reuters.

La noticia, esperada desde que hace veinte días el Gobierno admitió que su banca no podía recapitalizarse antes de fin de junio en los términos exigidos por la UE, llega justo antes de que en esa fecha asuma la presidencia rotatoria de los Veintisiete.

"El objetivo de la ayuda requerida es contener los riesgos para la economía de Chipre especialemente los que se derivan de la crisis del sector financiero debido a su gran exposición a la economía griega”, dice un inextricable comunicado oficial difundido este lunes al cierre de los mercados.

Después, el ministro de Finanzas, Minister Vassos Shiarly, ha precisado a la agencia Reuters que el préstamo servirá para recapitalizar al sector financiero y también para las "necesidades presupuestarias". El responsable ha dicho que la cuantía del mismo y sus condiciones se detallarán en las próximas semanas.

Es decir, se trataría de un rescate al estilo del que se vieron obligadas a solicitar Grecia, Irlanda y Portugal, y diferente del que España ha pedido formalmente este mismo lunes.

Por la mañana, la agencia de calificación había rebajado a bono especulativo la nota del país y había advertido de que además de los 1.800 millones de euros, equivalente al 10% del PIB de la isla, que Nicosia requerían para capitalizar a su segundo banco, el Laiki Popular, se necesitaría una inyección adicional de hasta 4.000 millones.

Según los últimos datos del BCE, hasta mayo, Chipre está pagando un interés del 7% por sus títulos de deuda a diez años, un nivel considerado insostenible en el tiempo (y lleva haciéndolo así desde hace meses). Como comparación, España está pagando un interés cercano a esa cifra.

Contagio de la crisis griega

La quita de la mitad de la deuda pública de Grecia en manos privadas, cerrada en marzo, ha golpeado con dureza al sector bancario de Chipre, que ahora requiere de una recapitalización. El sector bancario está lastrado, además de por su dependencia a país vecino, que pasa atraviesa también una depresión, por el efecto que está teniendo la recesión económica y el aumento del desempleo en la propia isla mediterránea.

A finales del año pasado Nicosia tuvo que negociar un crédito con Rusia por valor de 2.500 millones de euros y en las últimas semanas estaba tanteando otro préstamo fuera de la UE, según medios especializados. Las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno chipriota han elevado el paro hasta un 10,1%, cuando hace tan sólo cuatro años era del 3,8%, informa Efe.

Hasta el momento la isla, que representa el 0,2% de la economía de la eurozona, ha sido reticente al rescate, porque entre otras cosas, se supone que le obligaría a cambiar su sistema impositivo, uno de los más bajos de la UE, según Reuters.

Además, los rescates acordados hasta ahora por instituciones comunitarias o internacionales (FMI) han implicado una cesión de soberanía y grandes recortes de gasto público que han empobrecido a una parte de la población.