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Merkel cuenta con una nueva derrota en Renania del Norte - Westfalia

  • 18 millones de habitantes de esta región acuden este domingo a votar
  • La Ministra Presidenta (SPD) convocó elecciones a mediados de marzo
  • Según las encuestas, el SPD prevé sacar en torno a un 38% de votos

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18 millones de habitantes de Renania del Norte-Westfalia acuden este domingo a votar en unas elecciones anticipadas tras menos de dos años de gobierno de coalición entre SPD y Verdes.

La Ministra Presidenta Hannelore Kraft (SPD) convocó elecciones a mediados de marzo al no poder aprobar el presupuesto con su gobierno de minoría. La jugada parece que le va a salir bien. En las encuestas, el SPD prevé sacar en torno a un 38% de votos, que, sumados al 12% de los Verdes le pueden dar una mayoría cómoda.

En parte, dicen los medios, por sus propios méritos: ha sabido hacerse entre los renanos la imagen de “Mutterland”, (la madre del país) con su carácter abierto, campechano hasta cierto punto y abogando por una economía social que la ha distinguido de la política de recortes de Angela Merkel.

Y en parte también por el fracaso estrepitoso del candidato de la CDU.

A Norbert Röttgen se le tiene como el delfín de Angela Merkel en el gobierno federal. Ministro de Medio Ambiente, Röttgen aspira a suceder a Angela Merkel como candidato a la Cancillería. O eso aspiraba hasta ahora. Porque la campaña electoral de Röttgen pasará a los anales de cómo no debe ser una campaña electoral.  Roettgen confiaba en que su imagen de conservador ecologista, capaz de pactar con los Verdes y romper la alianza tradicional de estos con los socialdemócratas, le colocaría en el Gobierno de Renania del Norte Westfalia como la plataforma segura a la Cancillería de Berlín.

Pero, en vista de que las encuestas lo situaban en la oposición, Röttgen se ha negado siempre a decir qué hará, si se va a quedar de Jefe de la Oposición en el Parlamento de Düsseldorf o seguiría con su Ministerio en Berlín. Una pésima señal cuando alguien se presenta a unas elecciones regionales.

Para colmo, en una entrevista en televisión a Röttgen no se le ocurrió otra cosa que decir que a él le gustaría ser Primer Ministro (Ministro Presidente), pero que “lamentablemente” eso no lo decidía la CDU, sino los electores. “¿Lamentablemente?”, le repreguntaron inmediatamente. “Bueno…quería poner un poco de ironía…”. Unas horas después, esa entrevista estaba colgada por las redes sociales y era “trend topic”.

La ironía tiene doble filo

En verdad, hay que decir que la frase de Röttgen sonaba, sí, a ironía. Pero en campaña electoral,  la ironía tiene doble filo y Röttgen le ha tocado el peor. Porque a perro flaco se arriman todas las pulgas. Si eres ganador, tus bromas provocan risa, pero si eres perdedor, suenan a epitafio. 

Röttgen, además, ha cometido otros errores graves.

En otra tertulia, dijo que los habitantes de Renania del Norte-Westfalia votarían una especie de referendum de la política europea de Angela Merkel. Naturalmente, Röttgen quería aprovechar la aceptación que la política de Merkel cosecha entre los alemanes en su propio beneficio.

Pero, en vista del resultado catastrófico que predicen las encuestas, Merkel no parece dispuesta a asumir que en Renania del Norte-Westfalia iban a votar en su contra. Se apresuró a decir que allí se votaba sobre cuestiones de Renania. Merkel y la CDU lo desautorizaron de plano.

Ahora, dice la prensa, Röttgen ya no lucha por ser Ministro Presidente de Renania del Norte-Westfalia, sino por su propia supervivencia política. Si sale de ésta, tardará en olvidarse su tendencia a meter la pata en campañas electorales, una señal fatal para alguien que espera ganar unas elecciones federales, aunque sea el ministro que firmó la desconexión de las centrales nucleares alemanas.

Uno de los länder más endeudados

La afirmación de Röttgen venía a cuento de que Renania del Norte-Westfalia es uno de los “länder” más endeudados de Alemania. Mientras que Hannelore Kraft quiere ganarse la reelección manteniendo un alto déficit, Röttgen quiere implantar la “férrea” disciplina fiscal de Merkel que tantos réditos de imagen proporciona a Alemania. Pero la disciplina que Merkel predica es para los países del Sur de Europa, no para los alemanes.

A poco más de un año de las elecciones federales, Merkel quiere poder vender en campaña que ha bajado los impuestos. El proyecto de rebaja de impuestos por medio de la reforma de lo que se llama “progresión fría”, sin embargo, ha embarrancado en el Bundesrat. Y si pierde RNW el Bundesrat estará absolutamente dominado por la oposición.

Renania del Norte-Westaflia ya no es lo que era. La cuenca del Ruhr ya no es la región minera sobre la que durante dos tercios del siglo XX se asentó la industria alemana. Las cinco minas que quedan abiertas tienen los días contados.

Sus ciudades están llenas de prejubilados de la minería y se ven pocos jóvenes. Pero no es, ni mucho menos, una zona deprimida. Renania del Norte Westfalia ha sabido reinventarse con la eco-economía, sus minas son museos que visitan turistas, la energía, los seguros, las ferias. Hoy día representa casi una cuarta parte de la economía alemana.