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Las pelotas de goma: un arma que divide a las fuerzas antidisturbios

  • La Ertzaintza retirará las bolas de goma a partir del 2013
  • La Fuerzas de Seguridad del Estado, de momento, no se lo plantean
  • La Comisión Europea recomendó que se eliminarán a finales de 2012
  • En Italia, Grecia y Alemania no se utilizan las pelotas de goma

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La comisión europea aconsejó en 2011 a España que prescindiera del uso de pelotas de goma

Las pelotas de goma son el proyectil básico de los cuerpos policiales antidisturbios en España, aunque la Comisión Europea recomendó su desaparición para finales de este año 2012. Son 90 gramos de caucho macizo, algo más de cinco centímetros de diámetro, lanzados a una velocidad de salida de 720 kilometros horas.

El pasado lunes el joven Íñigo Cabacas falleció en Bilbao por los daños causados por el impacto de una pelota de goma en su cabeza, disparada por un agente de la Ertzainzta.

El consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares, ha anunciado este jueves que las escopetas lanzapelotas dejarán de utilizarse el 1 de enero de 2013,  durante la comisión de Interior, en la que no se ha aclarado si la  muerte de Cabacas fue consecuencia de un accidente o de negligencia policial.

La Ertzaintza renovará su material antidisturbios con lanzaderas más precisas y otros proyectiles, tras meses de pruebas. Solo las Brigadas Móviles podrán usar las escopetas lanzapelotas de manera "excepcional".

Este miércoles el sindicato mayoritario de la policía autonómica vasca,  ErNE, volvió a solicitar la inutilización de estos proyectiles.

Defensores y detractores

Dicen los expertos que recomiendan su retirada que las pelotas de goma son peligrosas, su trayectoria es aleatoria y causan daños graves.

Tanto, que el protocolo de intervención del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil obliga a disparar contra las extremidades inferiores, a una distancia mínima de 50 metros y con previo rebote en el suelo -si están bien, estas pelotas deben botar 60 centímetros lanzadas en caída libre desde un metro de altura-. Además el material del proyectil ha suavizado su impacto en los últimos tiempos.

En cualquier caso, su uso debería ser la última opción para disolver una concentración violenta, según el mismo protocolo.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) no ha solicitado su retirada. Cree que el uso de pelotas de goma es "necesario", su  protocolo de utilización es "preciso y seguro", y solo se usan en "situaciones excepcionales", por lo que no ha solicitado su retirada.

Su portavoz, José María Benito, explica a RTVE.es que, por ejemplo,  no se utilizaron durante las protestas estudiantiles en Valencia, ya que deben darse circunstancias de "franca hostilidad".

El asunto ha llegado también al Congreso de los Diputados, donde Izquierda Unida ha registrado una pregunta por escrito en la que pide al Gobierno que aclare si piensa renunciar al uso de bolas de goma "como medio disuasorio y represivo en caso de altercados, disturbios o manifestaciones ciudadanas".

Fuentes del Ministerio del Interior han explicado a Efe que, por el momento, no se plantean modificaciones en los protocolos de actuación de los efectivos antidisturbios de la Policía y la Guardia Civil, aunque se mantiene una actitud abierta de mejora y perfeccionamiento de los medios existentes.

Imprescindibles para disuadir a distancia

Entre los defensores están quienes aseguran que son imprescindibles para poder "disuadir a suficiente distancia actos violentos", sin tener que llegar al cuerpo a cuerpo, situación que eleva el número de heridos. Otros argumentos a favor es que en escenarios de intervención como cascos urbanos cerrados su posibilidad de rebote hace más efectiva la disuasión.

Los cuerpos antidistubios italianos y griegos no las usan. Entre su material disuasorio están los gases lacrimógenos, elementos que según los especialistas disminuyen la distancia para repeler el contacto, lo que aumenta el número de heridos entre manifestantes y policías.

Los alemanes tampoco lo incluyen en su material, aunque el número de agentes por manifestante es mucho mayor que en los países periféricos. En Alemania, su armamento de choque son los cañones de agua, lo que algunos consideran mucho más agresivo.

Hay alternativas a las pelotas de goma

En Reino UnidoPortugal y Francia sí se utilizan las pelotas de goma. Sin embargo los agentes galos han cambiado su material por unas lanzaderas de proyectiles mucho más precisas. Según la web de Soler & Associats, que es el distribuidor español de estas armas de Brügger & Thomet, un tirador experto es capaz de "hacer blanco contra un objeto de 15 centímetros cuadrados a 50 metros" lo cual elimina lo aleatorio de lanzar proyectiles que rebotan y que se deben lanzar rebotando, además, causando un alto número de "daños colaterales".

Estas armas han sido adquiridas por ertzainas y mossos, aunque todavía no se han utilizado prioritariamente y en el caso vasco se encuentran en fase de pruebas.

Entre las mejores cualidades, además de la precisión, están que sus proyectiles son antirrebote, se deshacen, y por tanto, reducen la posibilidad de alcanzar a objetivos no buscados.

Además se dice, que su efecto es menos peligroso. Son, sin embargo, de material viscolástico, cuyo impacto se considera inhabilitante muscular y tiene un efecto de hasta 45 días, aunque a las pocas horas del impacto se puede caminar con cierta normalidad, aseguran los distribuidores.

El coste de estas armas está en torno a los 1.800 euros y solo puede utilizar proyectiles propios.