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Benedicto XVI denuncia el embargo americano de Cuba a su salida de La Habana

  • Durante su tercer día de visita, Benedicto XVI se ha reunido con Fidel Castro
  • Ambos líderes se ven después de haber defendido visiones opuestas
  • El encuentro ha durado media hora, según fuentes del Vaticano
  • Fidel había expresado su deseo de reunirse con el Papa antes de marcharse
  • Ya se reunió con Juan Pablo II hace 14 años en la última visita papal a Cuba

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El papa acaba sus tres días de visita a Cuba

El papa Benedicto XVI ha denunciado “las medidas económicas restrictivas impuestas por el exterior que pesan negativamente sobre la población” en alusión al embargo americano impuesto a Cuba desde hace medio siglo, informa Afp. El pontífice se ha pronunciado así en su tercer día de visita en Cuba y justo antes de despegar del aeropuerto de La Habana rumbo a Roma.  Además, el papa ha reclamado que ningún cubano se vea impedido por la limitación de sus libertades fundamentales y ha abogado por "cimentar una sociedad de amplios horizontes, renovada y reconciliada".

"Que nadie se vea impedido de sumarse a esta apasionante tarea por la limitación de sus libertades fundamentales, ni eximido de ella por desidia o carencia de recursos materiales", ha afirmado el pontífice en su discurso de despedida en el aeropuerto de La Habana en presencia del presidente cubano, Raúl Castro, según recoge Efe.

Esta situación, ha proseguido Joseph Ratzinger, "se ve agravada cuando medidas económicas restrictivas impuestas desde fuera del país pesan negativamente sobre la población", en una clara condena al bloqueo que Estados Unidos ejerce sobre Cuba desde hace más de 50 años. También ha alentado a desterrar, en la convivencia nacional e internacional,  "posiciones inamovibles y los puntos de vista unilaterales que tienden a hacer más arduo el entendimiento e ineficaz el esfuerzo de colaboración".

Con estas palabras, el papa Benedicto XVI, de 84 años, concluye su visita a La Habana dónde en su tercer y último día de estancia se ha reunido con el expresidente cubano Fidel Castro, de 85, en una reunión de alto contenido simbólico entre el hombre que encarnó el marxismo revolucionario en América Latina y el que combatió su influencia en la Iglesia católica a través de la Teología de la Liberación.

Fidel Castro ha pedido al papa Benedicto XVI que le recomendara un libro para citarlo en un futuro artículo de las 'Reflexiones', durante un "encuentro sereno y cordial", en un encuentro de media hora que ha tenido lugar en la sede de la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en La Habana.

En la reunión, el papa ha manifestado su alegría por la hermosa acogida que ha recibido del pueblo cubano, mientras que Castro le ha comentado que ha seguido a través de la televisión los actos que ha realizado en Sumo Pontífice durante su visita a la isla. 

Una de las anécdotas del encuentro es que ambos han bromeado acerca de su avanzada edad, ya que Castro, de 85 años, es un año mayor que Benedicto XVI. "Sí, soy anciano pero puedo todavía realizo mi deber", ha expresado el Sumo Pontífice, quien ha conversado con el expresidente cubano gracias a la ayuda de un intérprete.

El encuentro de este miércoles entre el papa y Fidel Castro se ha producido tras la misa que ofició el pontífice en la Plaza de la Revolución, ha informado el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que no ha precisado el lugar de la cita.

"Gustosamente saludaré mañana miércoles a Su Excelencia el Papa Benedicto XVI, como lo hice con Juan Pablo II, un hombre a quien el contacto con los niños y los ciudadanos humildes del pueblo suscitaban invariablemente sentimientos de afecto", había escrito Fidel Castro en la última de sus "Reflexiones".

En ella explica que decidió solicitar al pontífice "unos minutos de su muy ocupado tiempo" cuando supo por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, que al papa "le agradaría ese modesto y sencillo contacto".

"Una buena persona"

Fidel Castro considera a Benedicto XVI "una buena persona" y tiene "la cara de un ángel", según le dijo hace varios años al actual secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, cuando este le visitó en la isla. Ya en aquella ocasión, Fidel Castro pidió a Bertone que trasladase al papa su invitación para visitar Cuba.

El 22 de enero de 1998, Fidel Castro recibió en La Habana a Juan Pablo II, con quien ya se había reunido en el Vaticano el 19 de noviembre de 1996.

Antes de iniciarse la entrevista, Castro le dijo a Juan Pablo II refiriéndose a los fotógrafos y cámaras presentes: "aquí nos tienen que pagar ellos a nosotros, nos explotan Santidad y no nos pagan", a lo que el Papa contestó: "sí, no pagan".

Ese encuentro, como el de este miércoles, era el de dos líderes que habían defendido visiones opuestas del mundo, confrontadas en un ámbito, el de la Teología de la Liberación, vista como una mezcla de marxismo y catolicismo y rechazada por el papa polaco, un opositor a la dictadura comunista.

Ratzinger, hoy Benedicto XVI, fue el encargado de llamar al orden a muchos de estos teólogos en boga en América Latina a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Cuando sancionó en 1984 a uno de sus líderes, el teólogo brasileño Leonardo Boff, le dijo que observase silencio. 

El mismo año criticó al que es considerado el "padre" de esta teología después del Concilio Vaticano II, el padre peruano Gustavo Gutiérrez del Perú, que fue sometido por la Congregación a un largo proceso de "diálogo" y la aclaración.

Culmina la visita

Benedicto XVI concluye con el encuentro con Castro su visita a Cuba tras una misa multitudinaria en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde ha asegurado que Cuba y el mundo "necesitan cambios".

La partida de Joseph Ratzinger rumbo a Roma está prevista a las 16:30 horas (23:30 hora peninsular española) después de que el papa realice un recorrido en papamóvil desde la ciudad hasta el aeropuerto de La Habana.

En 2006 y debido a una grave enfermedad, Fidel Castro delegó las riendas de Cuba en su hermano Raúl, que asumió definitivamente la presidencia del país en 2008.

Tras permanecer cuatro años totalmente apartado de la vida pública, el líder de la revolución cubana comenzó a reaparecer en algunos actos a partir del verano de 2010.