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Hernán Migoya: "Resucitar 'Hazañas Bélicas es una bendita locura"

  • Se ha rodeado de grandes dibujantes para rescatar el clásico de Boixcar
  • En su primer número recrea el encuentro de Hitler y Franco en Hendaya

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El encuentro entre Hitler y Franco recreado en 'Dos Águilas de un tiro' de Hernán Migoya, Joan Fuster y Carlos García (Perro)
El encuentro entre Hitler y Franco recreado en 'Dos Águilas de un tiro' de Hernán Migoya, Joan Fuster y Carlos García (Perro)

"Nuevas Hazañas Bélicas (Glénat) ¡Es una bendita locura! Pero nadie le preguntó a Tarantino si el cine bélico estaba muerto cuando hizo Malditos bastardos, su película más taquillera hasta la fecha; y los espadachines españoles no le interesaban a nadie hasta que Pérez Reverte creó a Alatriste. ¿Y quién nos iba a decir que un éxito como Águila Roja sería posible hace diez años?" Así opina Hernán Migoya el ideólogo y guionista que ha reunido a algunos de los mejores dibujantes españoles para resucitar este cómic, uno de los más populares de la historia de España, creado por Boixcar en 1948.

"Es cierto que en España sentimos muy poco respeto por nuestra propia tradición de aventuras, y nos olvidamos enseguida de lo nuestro por complejo cultural ante la última tontería estadounidense, continúa Hernán. Pero Hazañas Bélicas es un referente ineludible de muchas generaciones de lectores de tebeos, y recobrar la serie es volver a dar vida a un género que entretuvo a miles de lectores españoles, entretejiendo al mismo tiempo una mitología propia".

Un cómic que Hernán ha actualizado conforme al siglo XXI: "Del original, mantenemos el planteamiento de presentar historias autoconclusivas situadas en la II Guerra Mundial con un sentido de gran espectáculo como ingrediente prioritario: es decir, son cómics de género bélico, concebidos para entretener y apasionar. Hay guiños a la serie original, incluso algún personaje de Boixcar resucitado para la ocasión. Y también un trasfondo pacifista, como el que Boixcar insufló a sus propias historias".

Por primera vez los protagonistas son españoles

"En cuanto a las novedades, aparte de que obviamente la guerra se puede presentar con mucha más crudeza y realismo que en los años 50, la innovación principal es que por primera vez introducimos protagonistas españoles, con ecos de la Guerra Civil como trasfondo. Ahora, por fin, podemos hablar de la II Guerra Mundial desde el punto de vista de nuestros abuelos, los que participaron en ella".

Hernán confiesa que estas Hazañas bélicas nacen con intención de  convertirse en una serie: "Lo ideal es que sea una serie en la que se  presenten dos álbumes anuales de la Serie Roja y la Serie Azul, con  dibujantes variados, para que cada historia tenga su personalidad  gráfica propia".

"Asimismo, estamos estudiando la posibilidad  de crear una serie específica mensual, con cuadernos apaisados de diez a  doce páginas, como la serie original, ya que los tebeos apaisados que regalamos con los álbumes, Con los pies por delante y Furia roja, situados en plena Guerra Civil Española, están gustando muchísimo".

Dos series (roja y azul) que hablan de los dos bandos

"Hemos querido hacer lo que Boixcar no pudo en su momento, por hallarse  en plena dictadura franquista: ofrecer el punto de vista de los dos  bandos de la Guerra Civil Española, comenta Hernán. La ideología es un traje muy  peligroso, porque te puede llevar a aceptar como razonable la muerte de  otro ser humano. Por eso he intentado quitarme mi propio traje  ideológico y ver a las personas, sin los maniqueísmos habituales".

"Quería demostrar que en todos los bandos ha habido víctimas y también  comportamientos heroicos. Con su trasfondo de pacifismo conciliador,  Nuevas Hazañas Bélicas me parece el marco idóneo para tratar esa  cicatriz aún tan reciente de las dos Españas y que ahora vuelven a  resurgir".

"La protagonista de la Serie Azul (Unidos en la División) es una monja  catalana, violada por milicianos republicanos en Barcelona, que se  alista en la División Azul para vengarse de ellos; y el protagonista de  la Serie Roja (Dos águilas de un tiro), un miliciano republicano que  pierde a su familia española a manos de los nacionales y, una vez  exiliado en Francia, a su familia francesa a manos de los nazis: así que  decide unirse a la Resistencia y atentar contra Hitler y Franco durante  su histórico encuentro en Hendaya. Me he documentado mucho, pero  siempre al servicio de la aventura".

"El héroe republicano, el asturiano Terio, está basado en mi tío abuelo,  único superviviente que queda del campo de concentración franquista de  Fabero del Bierzo (León), donde vio morir fusilado a su padre; y la  heroína de Unidos en la División, la catalana Àngels, surge de mi  asombro al comprobar que mucha gente aún considera que la matanza de  curas y monjas en España estuvo justificada y que sus vidas valían menos  que las de otras personas. Así que quise crear una protagonista que  fuera monja y que cayera bien al lector moderno y ateo".

"Soñaba con guionizar un atentado contra Hitler y Franco"

Uno de los episodos más polémicos refleja un intento de atentado contra Franco en mitad de su famosa reunión con Hitler en Hendaya, como nos cuenta Migoya: "Hacía años que soñaba con guionizar un atentado contra Franco y Hitler  en su único encuentro en vida (y espero que también en muerte), en  Hendaya. Era una oportunidad única de matar dos “águilas” de un tiro…"

"No  quise caer en la caricatura tópica: personalmente, ambos me producen  mucho miedo, aunque a toro pasado sea muy fácil ridiculizarles, así que  quise que el lector también sintiera miedo al estar junto a dos líderes  tan temibles. Me excedí más con el falangista Serrano Súñer, el  cuñadísimo de Franco, a quien pese a su fama de mujeriego me tomo la  licencia de hacerle fantasear sexualmente con el yerno de Mussolini, el  Conde Ciano".

"En cuanto al final… el lector tendrá que leer el álbum para saber por qué es polémico y sorprendente".

Grandes dibujantes para sustituir al inolvidable Boixcar

"Hemos tenido muchísima suerte, confiesa Hernán Migoya, porque un montón de leyendas del cómic se unieron enseguida a mi proyecto, animados por el reto de revivir las Hazañas Bélicas y porque en España es muy difícil poder publicar cómic de aventuras de producción propia. Como dibujantes principales, están nada menos que el legendario Beroy, con quien yo llevaba años soñando colaborar; y dos grandes nombres de mi generación, Perro y Bernardo Muñoz, dos artistas con quienes me entiendo de maravilla. Por si fuera poco, los magistrales Diego Olmos (Batman en Barcelona) y Joan Marín (Olimpita) contribuyen con los tebeos apaisados. Y los portadistas son Gallardo y Daniel Acuña. Vamos, mejor imposible".

Todos tienen la misión imposible de continuar el trabajo del inolvidable Boixcar, uno de los imprescindibles del cómic español: " Yo no soy historiador del cómic, asegura Hernán, pero creo que, obviamente, varias generaciones de lectores le deben momentos muy felices de su vida, incluido yo, que durante los setenta, como tantos otros críos, leímos las reediciones de las Hazañas originales.

"Boixcar estaba un poco menospreciado como dibujante, porque utilizaba fotografía para dibujar la tecnología armamentística de sus historietas. Pese a ello, yo le tengo mucho cariño a su dibujo, creo que es muy elegante y audaz. También quiero destacar el pacifismo convencido de todas sus historias, en una época donde lo fácil no era ir con ese discurso, por más que esté empapado de fervoroso catolicismo: comparad, por ejemplo, el talante humanista de sus guiones con los de Roberto Alcázar y Pedrín, donde los protagonistas parecen unos absolutos psicópatas adictos a la ultraviolencia".

"Frank Miller es el rey de las situaciones límite"

En cuanto a sus influencias, a la hora de afrontar estas Nuevas Hazañas Bélicas: "Mis novelistas favoritos sobre la II Guerra Mundial, asegura Migoya, son el estadounidense Tom T. Chamales (Cuando hierve la sangre) y el danés Sven Hassel (Los panzers de la muerte), a quien homenajeo en Unidos en la División haciendo aparecer un personaje muy parecido a él. En cuanto a la Guerra Civil Española, me fascinan dos novelas duras y hermosas, ideológicamente opuestas: Sombras viejas, de Francisco González Ledesma y Madrid de corte a checa, de Agustín de Foxá.

"Respecto a mis influencias en la ficción épica siempre han sido muy claras: José Mallorquí en literatura española escapista, Frank Miller en cómic y John Milius y Paul Verhoeven en cine: Mallorquí, el inolvidable creador de El Coyote, es un autor catalán al que deberían hacerle ya un homenaje desde el Ministerio de Cultura; Miller es el rey de las situaciones límite, nadie es capaz de hacerte sentir tanta emoción como él; Milius sabe que la guerra es casi un rito de animalidad; y Verhoeven proyecta siempre un punto de vista irónico y cáustico, el término “humanista” en él no es precisamente positivo. Sus películas Starship Troopers y El libro negro me han influido mucho a la hora de escribir estas Nuevas Hazañas Bélicas".

Con cada trabajo Migoya se confirma como uno de los referentes literarios de género, y ahora mismo (aparte de las Nuevas Hazañas Bélicas) tiene un montón de proyectos entre manos: Continuar con la promoción de mi novela de terror Una, grande y zombi (Ediciones B), donde ofrezco la solución idónea para que España salga de la crisis y siga siendo un país unificado para la eternidad: convertir a todos sus ciudadanos a una única raza, la zombi. Y, siguiendo con la temática de los muertos vivientes, ahora mismo estoy trabajando junto a Jaume Balagueró y Paco Plaza para llevar al cómic varias historias inéditas suyas procedentes de su saga de películas REC".

Juan Bernardo Muñoz Serrano y La División Azul

Juan Bernardo Muñoz Serrano ha sido el encargado de dibujar el episodio Unidos en la división, ambientado en La División Azul: "Nunca he sido muy aficionado al cómic bélico, así que no estaba muy al día de la vitalidad del género. Pero el hecho de que fuera Migoya el guionista ya  me hacía suponer que la historia iba a tener un interés añadido, como finalmente ha sido. Además de ser un tema que yo no había tocado, me hacía gracia que fuera una historieta clásica de guerra, pero ambientada en la División Azul, lo cual ya tiene su miga. Como dice Hernán, se ha escrito mucho sobre el tema, pero no se había hecho un tebeo de acción pura y dura. Y mira que la División da juego para una historieta y para muchas más…"

"También he de decir que siempre he sido fan de las historietas de acción de Alfonso Font especialmente, y de otros dibujantes y guionistas de la época de Cimoc y Zona 84 (uno ya tiene una edad), y echo un poco de menos en el mercado del cómic español historietas de género, sin tanta introspección. Así que Nuevas hazañas bélicas me parecía una buena idea, ya desde el principio: que se alternen las historietas bélicas, de ciencia-ficción, de terror, de genero en definitiva, con otras más experimentales o intimistas, más "artísticas" quizás, me parece como mínimo saludable".

"De la División Azul conocía algún documental, ahora me viene a la cabeza Extranjeros de si mismos, y poca cosa más. Tenía una idea prefijada antes de ponerme a dibujar, del ambiente, del aspecto algo "desarrapado" de los divisionarios… Pero básicamente he usado internet (cómo no), y un libro que tenía siempre abierto sobre la mesa de dibujo y que se titula La División Azul, de G. Morales y Luís E. Togores. Llenísimo de fotografías curiosas que han sido la base de muchos de los personajes secundarios que van apareciendo por el álbum".

"Con internet parece imposible no poder conseguir referencias fotográficas de casi cualquier época o lugar. Encontré muchas fotos de la división azul en el frente ruso, de Novgorod, de Hendaya, de los medios de transporte que tenían, de las casas rusas de la época… Dedicándole un mínimo de tiempo tienes toda la información que puedes necesitar. ¡Otra cosa es lo que un supuesto lector ruso podría decir acerca de lo conseguida que está la ambientación, claro!"

"Tenía la ventaja añadida de que la acción transcurría no sólo en Rusia, sino en Rusia en invierno, con lo que era mucho más fácil dibujar los paisajes, los ambientes, la ropa… Uno se imagina aquellas llanuras cubiertas de nieve y sólo con una línea horizontal a todo lo ancho y un soldado solitario corriendo  ya tienes una viñeta preciosa".

Joan Marín y los campos de prisioneros

Marín ha sido el encargado de ilustrar la historia Con los pies por delante, sobre un padre y un hijo en el campo de concentración de la mina de Fabero del Bierzo. "Lo más complicado, sin lugar a dudas, ha sido encontrar documentación gráfica de estos hechos en concreto, la cual es, o bien inexistente o de difícil acceso, dentro de la marabunta de imágenes del conflicto que existen. A nivel gráfico, me interesaba sobretodo mostrar la rudeza de la vida en la mina en las caras de los presos, sus expresiones y su lenguaje corporal, vencidos pero resueltos, contrapuesta a la morbidez de los carceleros, los vencedores que ya dan por finalizada la contienda y están más que hastiados de tanta muerte y violencia".

"Otra cosa que me motivaba mucho era poder jugar a plasmar el espíritu de los trabajos de Boixcar (el maestro!) en un formato, el apaisado, en el que es muy complicado poder trabajar en nuestros días, pero con el cual crecí, leyendo, curiosamente, las hazañas bélicas en una edición italiana que había en casa de mis abuelos! He disfrutado mucho plasmando estos hechos y espero que el lector disfrute como yo cuando los lea!!"

"Nuestra aportación a las Nuevas Hazañas Bélicas es un cuadernillo apaisado que imita los originales no sólo en formato, sino en estética y alma. Acompaña al álbum de la Serie Roja y añade un poco más de información y explica un poco más las motivaciones y la vida del protagonista principal en lo que viene a llamarse un spin-off. La idea era darle ese toque de folletín mediante diálogos y situaciones claramente inspiradas en los tebeos originales, pero con la distancia que da el tiempo y las nuevas visiones sobre el conflicto que tenemos ahora".

"Por otro lado, Fabero, lugar en que se ambienta la historia, es un pueblecito minero de León en cuyo campo de trabajo estuvo internado el tío abuelo de Hernán (cuya familia es de ascendencia leonesa). Muchas de las cosas que ocurren o que inspiran la historia son de hecho recuerdos de su tío. Evidentemente, la historia es más referencial e irónica que realista, pero como en toda historia de género que se precie, existe un trasfondo verídico muy denso en un segundo plano que enriquece la trama y al personaje".

"Ambientarlo en la Cruz de los Caídos hubiera sido, sin lugar a dudas, más obvio, un lugar más común para los lectores en general. Pero nosotros no queríamos darle al lector algo que está más que explicado y explotado. Contamos lo mismo pero usamos una ubicación que seguramente será desconocida para muchos lectores, le damos ese toque de biografía familiar que añade la experiencia de lo vívido al plano más puramente simbólico y, de este modo, exorcizamos los espíritus de la memoria olvidada y aportamos un poco de luz a nuestra historia sin olvidar nunca el concepto de "aventura" y emoción de las Hazañas Bélicas originales.

Perro: "Ojalá el guión de Migoya fuera cierto, por justicia poética"

Perro (Carlos García), se ha ocupado del entintado del episodio Dos águilas de un tiro.  Y confiesa que su la sensación de ilustrar el encuentro entre Hitler y Franco ha sido: "Rara. Es un episodio histórico que conozco de antiguo y del que tenía las referencias visuales que imagino acompañan a todo españolito medianamente informado. Hay abundante información gráfica del momento en el que ambos se estrechan la mano y pasan revista a las tropas, pero poco más. Evidentemente, hemos utilizado esas referencias como mejor convenían al desarrollo del guión, que vuela libre hacia un final pongamos que curioso".

Un final sorprendente que, según cuenta Perro: "Ojalá fuera cierto, por una simple cuestión de justicia poética".

José María Beroy y el Joven Franco

El popular dibujante José María Beroy ha tenido la misión de retratar a un joven y despiadado Franco (apodado "El comandantín") en la historia, ambientada en Oviedo (en la revolución de octubre asturiana,1934) y que sirve de complemento a Dos águilas de un tiro, una experiencia que define como "Chocante".

Beroy ha destacado lo insólito y arriesgado del proyecto: "Es arriesgado, especialmente en un país como el nuestro donde cualquier mindundi con un ordenador se cree con el derecho inalienable a disponer del trabajo de sus semejantes gratis total, cosa que en mis épocas definía la esclavitud y ahora los "Derechos de los Internautas".

"Además, hay un factor aún más a considerar: en una industria cultural sólida, como la que existe en Francia o en los países anglosajones, los géneros clásicos (terror, bélico, western, policíaco, ciencia ficción, etc.) y los géneros o subgéneros nuevos (steampunk, cyberpunk, etc.) coexisten, se entremezclan y generan contínuamente obras de calidad y éxitos de ventas, forman parte de la cultura popular del país".

"Pero en España la cultura popular siempre se ha mirado por encima del hombro, como algo destinado tan solo a las hordas iletradas, a los niños o a los oligofrénicos, lo que lleva a que, para conseguir el marchamo de legitimidad cultural, un cómic en este país debe preferiblemente tratar temas, digamos,  "de interés social" o ser autobiografías de niñatos de 23 años.  Mi opinión personal es que en Glénat estan locos. Bendita locura".