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Japón estudia convertir Fukushima en un gran centro de seguridad nuclear

  • Albergaría a expertos en seguridad nuclear y medicina radiológica
  • Se centrará también en el desarrollo de robots que ayuden a desmantelar los reactores

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El ministro nipón a cargo de la gestión de la crisis nuclear de la central de Fukushima, Goshi Hosono, ha detallado un plan orientado a convertir la provincia en un centro para promover la seguridad nuclear.

En una entrevista recogida este miércoles por la televisión local NHK, Hosono ha asegurado que su propuesta es la de crear un instituto internacional en Fukushima, provincia nipona sede de la maltrecha central que inició el pasado 11 de marzo la crisis nuclear, que cuente con especialistas y sirva de centro de formación de profesionales en la materia.

El centro albergaría a expertos en seguridad nuclear y medicina radiológica y permitiría compartir con el resto del mundo las lecciones aprendidas en materia de sanidad y seguridad tras el accidente atómico de la central de Fukushima Daiichi, el peor de los últimos 25 años.

La central de Fukushima es el centro de la peor crisis nuclear desde la de Chernóbil, en 1986, después de que su sistema de refrigeración resultara muy dañado por el devastador tsunami que azotó el noreste de Japón el pasado marzo.

Según Hosono, su Ministerio se centrará también en el desarrollo de robots que ayuden a desmantelar los reactores y eliminar las barras de combustible y otros elementos altamente radiactivos de la dañada planta, ha añadido NHK.

La “hoja de ruta”

El Gobierno japonés y la operadora de la planta de Fukushima, TEPCO, revelaron el 21 de diciembre la "hoja de ruta" para desmantelar en un plazo de entre 30 y 40 años la central, días después de decretar la "parada fría" de sus reactores.

Según la agenda, el primer paso en la desmantelación será eliminar el combustible nuclear usado de las piscinas de los reactores 1 al 4 en los dos próximos años, y retirar el combustible fundido en el interior de las unidades 1 a 3 en el próximo decenio.

Ahora el trabajo más inmediato es emprender las labores de descontaminación en las zonas vecinas a la central, donde antes de la crisis residían unas 80.000 personas que tuvieron que ser evacuadas por la alta radiación.

El Ejecutivo mantiene un radio de exclusión de 20 kilómetros en torno a la planta a causa de la crisis, que ha generado daños millonarios en la agricultura, ganadería y pesca de la zona.