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Europa lanza la carrera para ser 'amiga' de la nueva Libia con 'derecho a roce' de su petróleo

  • Los rebeldes libios han prometido 'premiar' a los países que más le ayudaron
  • Francia con Total y Reino Unido con BP se lanzan a la carrera petrolífera
  • La italiana Eni trata de mantener su hegemonía; Rusia y China, las perjudicadas
  • Libia tiene las mayores reservas de petróleo de África y es de gran calidad

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El mapa del petróleo libio, según la Agencia Internacional de la Energía.
El mapa del petróleo libio, según la Agencia Internacional de la Energía.

La producción de petróleo en Libia (enero de 2011)

Este del país (Cirenaica) 958.000 barriles al día

  • Es Sider 447.000 barriles
  • Brega 51.000 barriles
  • Ras Lanuf 195.000 barriles
  • Tobruk 51.000 barriles
  • Zuetina 214.000 barriles

Oeste del país (Tripolitania) 199.000 barriles al día

Sin especificar 333.000 barriles al día

Principales importadores de petróleo libio

Italia 376.000 barriles al día

Francia 205.000 barriles al día

Alemania 144.000 barriles al día

España 136.000 barriles al día

Reino Unido 95.000 barriles al día

  • Estados Unidos 51.000 barriles al día

La principales refinerías locales de Libia son:

  • Ras Lanuf 220.000 barriles al día

Zauiya 120.000 barriles al día

  • Tobruk 20.000 barriles al día

Sarir 10.000 barriles al día

Sirte 8.000 barriles al día

Fuente: Agencia Internacional de la Energía

"Lo que sabemos es que el Consejo Nacional de Transición (CNT, el máximo órgano de los rebeldes) es que dará preferencia a los que le ayudaron, lo que me parece justo y lógico".

Con estas palabras el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, contestaba a la información publicada por el periódico Liberation coincidiendo con la reunión del "Grupo de Amigos" de Libia en París, que apuntaba a que los dirigentes rebeldes, con la mediación de Catar, acordaron darle a empresas francesas el 35% de su petróleo si ganaban la batalla contra Gadafi.

La información, calificada como "chiste" por el portavoz de los rebeldes, es en realidad el pistoletazo de salida de una carrera que tiene fundamentalmente cuatro contendientes europeas (la francesa Total, la británica BP, la italiana Eni, la holandesa Royal Shell) y a la que se le sumarán previsiblemente las petroleras americanas y las rusas y chinas, peor situadas por no reconocer a tiempo a los rebeldes.

Rusia y China, mal situadas

El campo de juego lo dibujaba Abdeljalil Mayouf, de la compañía de petróleo en manos de los rebeldes AGOCO: "No tenemos problemas con las compañías de países occidentales como Italia, Francia y Reino Unido, pero habrá cuestiones políticas pendientes con Rusia, China y Brasil".

Rusia reconoció a los rebeldes el pasado 1 de septiembre, el mismo día que se celebraba en París la cumbre de los amigos de Libia. China ha mantenido siempre una postura de no ingerencia, aunque recibió a los líderes rebeldes en Pekín.

Ambos países no vetaron la resolución 1973 de la ONU que permitía la intervención militar en Libia, pero criticaron desde un principio los bombardeos de la OTAN y no dieron apoyo activo a la rebelión.

Antes de que estallase el conflicto, el 3% del petróleo importado por China procedía de Libia y perderlo de la noche a la mañana puede ser un problema para el segundo consumidor mundial, que ha pedido explícitamente a los rebeldes que honre los acuerdos firmados.

En el caso de Rusia, las pérdidas pueden ser mayores: las compalías Gazprom y Tatneft tenían proyectos valorados en miles de millones de dólares y Gazprom tenía una participación en el importante yacimiento petrolífero del Elefante, que gestiona su socio italiano Eni.

En total, expertos citados por el rotativo alemán Deutsche Welle cifraban en siete millones de euros las pérdidas de las empresas rusas por el cambio de Gobierno.

Italia ve su hegemonía en peligro

Pero quizá el elemento más interesante es la propia lucha interna entre las tres potencias europeas que apoyaron a los rebeldes: Francia, Reino Unido e Italia.

Las dos primeras potencias se presentaron en París como los copratrocinadores de la cumbre de "Amigos de Libia"; la tercera lleva explotando el petróleo y el gas libio a través de su 'campeón nacional' Eni desde los años 50 y ahora ve cómo su hegemonía está seriamente en peligro.

El gobierno de Silvio Berlusconi se ha mostrado desde un principio reacio a reconocer a los rebeldes; trató de poner límites a su colaboración con la OTAN en virtud de su tratado de amistad con Libia e incluso Eni hizo movimientos para reestablecer los contactos con Gadafi cuando parecía que en su contraataque de marzo aplastaría a los rebeldes.

"La falsa guerra de Libia ha sido fundamentalmente impulsada por París y luego por Londres. Nicolás Sarkozy por tanto tratará de conseguir beneficios del compromiso de Francia liderando la reconstrucción económica. La presencia de Italia en Libia acabará siendo fatalmente reducida", predecía Marta Dassú, analista del diario La Stampa que recordaba que los rebeldes libios proceden en su mayoría de la región de la Cirenaica, al este del país, con una hostilidad histórica ante los antiguos colonizadores.

Ante este peligro inminente, el director ejecutivo de Eni, Paolo Scaroni, viajó a Bengasi para reunirse con los miembros del CNT antes del fin de la guerra y firmó el pasado lunez un acuerdo con los rebeldes para retomar el servicio del gaseoducto que une Libia con Sicilia a partir de octubre.

Antes de que estallase el conflicto, la italiana Eni tenía en su poder 270.000 de los 1,6 millones de barriles al día que producía el país, seguida de la petrolera alemana Winterhall, que contaba con otros 100.000.

"Está claro que Eni jugará un papel número uno en el futuro", proclamaba el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, hace unos días.

La importancia de la velocidad

Lo cierto es que buena parte de ese futuro de Eni se juega precisamente en los inicios de la nueva Libia. Si logra poner en marcha rápidamente las refinerías que controla, la producción de petróleo se acelerará e incrementará la dependencia de los rebeldes hacia la compañía italiana, la que tiene mejor infraestructura.

"A corto plazo no veo riesgo para Eni. Cualquier nuevo gobierno necesitará dinero en efectivo y eso supone conseguir que la producción se retome rápido y eso solo lo puede hacer Eni", aseguraba a reuters Stefano Casertano, experto del think-tank alemán BIGS-Potsdam.

En el otro lado, Francia y Reino Unido deben darse prisa en aprovechar los beneficios de ser los principales aliados de Libia, para que esa sintonía política pase directamente a sus empresas.

En ese sentido, la rapidez con la que ambos países han desbloqueado los fondos libios congelados por las sanciones de la ONU -Reino Unido incluso llevó dinares libios en avión para acelerar el proceso- puede resultar clave.

El contraataque franco-británico

"La forma en la que los países europeos liberen esos fondos le dará peso a sus propias empresas", vaticinaba a Reuters Karim Mezran, profesor para Oriente Medio de la Universidad John Hopkins en Bolonia.

La petrolera francesa Total, que contaba con 55.000 barriles de producción diaria antes de la caída de Gadafi, se integrará en la misión económica que Francia quiere llevar a la nueva Libia lo antes posible, aunque ha negado tener cualquier conocimiento del supuesto acuerdo con los rebeldes para que su país control el 35% del petróleo.

Mientrasl, la petrolera BP ya ha mantenido contactos informales con los rebeldes libios, ya que contaba con un importante proyecto de exploración offshore cerca de Gadamés.

"Estamos deseando retomar nuestras actividades si ls condiciones lo permiten", decía un portavoz de la compañía.

La importancia de las reservas

El 'premio': los 1,6 millones de barriles de petróleo diarios que producía Libia antes de la guerra civil, el 2% de la producción mundial y, sobre todo, los 47,6 billones de barrilles de reservas, la mayor de África y la novena del mundo.

El tiempo establecido por los rebeldes es casi récord: quince semanas para volver a retomar esa producción -antes incluso de que se celebren elecciones presidenciales según la hoja de ruta del CNT-, según el recién nombrado presidente de la compañía nacional de petróleo, Nouri Beruin.

Sin embargo, Ross Cassidy, de la consultora Wood Mackenzie, que ha estado en Bengasi, calculaba que tardarán al menos tres años en llegar a ese nivel de producción.

"Un retorno a la capacidad de producción de 1,7 millones de barriles al día llevará tiempo pero la producción del yacimiento de Murzuk y de la refinería de Zauiya -que se estima en 120.000 barriles diarios- podría comenzar en varios días", según el semanario Middle East Economic Survey, con sede en Nicosia.

Aunque la producción de Libia es apenas el 2% de la mundial lo cierto es que el gran atractivo está en su potencial inexplorado, ya que tiene unas reservas que se calculan en 47 billones de barriles de petróleo, la mayor de África por delante de Argelia y Nigeria y la novena del mundo.

Esas reservas, situadas en su mayoría junto a la cuenca de Sirte, la localidad natal de Gadafi, son el 'pastel' de futuro.

A corto plazo, el petróleo libio como todo el situado en esa zona del Mediterráneo, es "dulce", por lo que necesita muy poca refinación, a diferencia del procedente de otros países, como Arabia Saudí.

"El petróleo libio es el que las refinerías de hoy pueden usar hoy", resumía gráficamente Kevin Book, director de la consultora Clear View Energy Partners, situada en Washington.